Otro fogonazo de Asensio

El mallorquín, con gol y asistencia, sigue acercándose a su mejor versión e impulsa a un sólido Madrid a la victoria ante un Celta al que logró desactivar

Marco Asensio marca el segundo gol del Madrid al Celta en el Di Stéfano.OSCAR DEL POZO (AFP)

Lejos de consumirse en la continuidad de un once repetido cada tres días, el Real Madrid ha recuperado pie a partir de la costumbre, y además va rescatando efectivos por el camino. Asensio, gol y asistencia, parece haber superado su periodo de languidez y llevó la bandera de la victoria ante un Celta que llegaba como uno de los equipos más lanzados de la Liga. Pero el Real ha vuelto a la solidez posconfinamiento. Y también al gol.

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Lejos de consumirse en la continuidad de un once repetido cada tres días, el Real Madrid ha recuperado pie a partir de la costumbre, y además va rescatando efectivos por el camino. Asensio, gol y asistencia, parece haber superado su periodo de languidez y llevó la bandera de la victoria ante un Celta que llegaba como uno de los equipos más lanzados de la Liga. Pero el Real ha vuelto a la solidez posconfinamiento. Y también al gol.

El partido enseñó bien pronto lo esencial. El Madrid le quitó el envoltorio con un par de posesiones larguísimas, mientras el Celta perseguía la pelota muy arriba. Y la primera que robaron por allí, se la lanzó Nolito enseguida al espacio a Iago Aspas, que cara a cara con Courtois, lo superó por encima. Al auxilio acudió Nacho, y de su despeje nació una contra que Asensio llevó hasta la línea de fondo, desde donde sirvió con delicadeza para el cabezazo con el que Lucas Vázquez abrió el marcador.

La jugada contenía muchas de las claves del partido, y también las que explican el momento de este Madrid que, pese al tropezón del miércoles en Elche, sigue acechando la cabeza de la tabla y mantiene el trazo ascendente que lo revivió después de asomarse al abismo de quedarse fuera de la Champions. Zidane insiste en un bloque con retoques mínimos (Nacho en lugar de Ramos, con problemas estomacales) al que se ha reenganchado Asensio tras la lesión de Rodrygo, y del que no hay quien mueva a Lucas.

El mallorquín ha dejado de mirar atrás o a un lado cada vez que recibe el balón para volver a correr hacia la portería contraria. Casi todo lo que amenazaba al Celta sucedía por su banda: provocó la primera tarjeta rival, tiró un caño, pisó el área. Y marcó.

La jugada de su gol, el segundo del Madrid, fue al revés que la del primero: Lucas Vázquez dejó la pelota en un punto por el que iba a cruzar el mallorquín, que embocó con un golpeo seco con el interior de la bota zurda. Asensio empieza a arrastrar juego cuando antes parecía contemplarlo.

El resto funcionaba como siempre cuando el Madrid funciona. Kroos repartía ritmos, espacios y hasta algún taconazo. Como Modric, que lució ese recurso más que nadie, con tanta naturalidad que casi dejaban de verse. Pero también driblaba, una suerte que en él más que un juego de pies es un baile de cuerpo entero. Y robaba: a partir de ahí lanzó la jugada del 2-0.

Lo que funcionaba en el Real gripaba lo que había impulsado la resurrección del Celta provocada por la llegada de Coudet al banquillo, 16 puntos de 18 hasta visitar el Alfredo di Stéfano. Denis Suárez, habitual jefe de operaciones, no encontraba el sitio desde el que agitar a los suyos, y vagaba desconectado de Brais y Nolito. Eso provocaba que Iago Aspas viviera muy alejado de la pelota, tanto que se desesperaba y terminaba huyendo hacia atrás en busca del contacto con el balón. Hasta el centro del campo, e incluso más allá. El Madrid, empujado desde atrás por la autoridad de Nacho, que ha dejado a Militão en el arcén, anuló a Aspas, el futbolista con más picante de la Liga. Hasta que fueron los isquios los que acabaron definitivamente con Aspas. Y poco después con Nolito.

El partido, que ya comenzaba a deslizarse cuesta abajo por la ventaja de dos goles del Madrid, aceleró ya hacia el final. La sensación de alivio fue tal, que Zidane incluso encontró la ocasión para completar los cinco cambios por primera vez en mucho tiempo. Después de recuperar parte de lo mejor de Asensio, el siguiente en la lista es Eden Hazard, al que volvió a dar veinte minutos. Fueron momentos como de reconocimiento, de un futbolista todavía al trantrán en un choque desprovisto ya de urgencias. Apenas un rato entre amigos. También reapareció en un tramo Odegaard, e incluso tuvo unos instantes Mariano, que ha adelantado a Luka Jovic, con oportunidades desaprovechadas a principio de curso, a la espera de que la rueda vuelva a pasar por su lado, y ver si es uno más de los que se sube a este Madrid que avanza firme.

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