Carlsen doblega otra vez a Giri

El israelí Borís Guélfand, de 52 años, gana por 3-1 al chino Liren Ding, 3º del mundo, en la 1ª ronda

Magnus Carlsen, durante el Campeonato del Mundo de 2018 en LondresDavid Llada/Chess24

Las repetidas pullas -mezcla de ironía, ira y bromas- de Anish Giri contra Magnus Carlsen en las redes sociales no se han traducido hoy en el tablero. El noruego se ha impuesto con relativa facilidad (3-1) al neerlandés en la 1ª ronda del torneo rápido por internet Leyendas del Ajedrez (Chess24), 4º del circuito que lleva el nombre del campeón del mundo. El israelí Borís Guélfand, de 52 años, dio una gran sorpresa al dominar al chino Liren Ding, 3º del mundo. Los cuatro primeros de una liga entre diez pasarán a semifinales.

Carlsen, quien jugará las dos primeras rondas desde un barco, a...

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Las repetidas pullas -mezcla de ironía, ira y bromas- de Anish Giri contra Magnus Carlsen en las redes sociales no se han traducido hoy en el tablero. El noruego se ha impuesto con relativa facilidad (3-1) al neerlandés en la 1ª ronda del torneo rápido por internet Leyendas del Ajedrez (Chess24), 4º del circuito que lleva el nombre del campeón del mundo. El israelí Borís Guélfand, de 52 años, dio una gran sorpresa al dominar al chino Liren Ding, 3º del mundo. Los cuatro primeros de una liga entre diez pasarán a semifinales.

Carlsen, quien jugará las dos primeras rondas desde un barco, aclaró que él nunca ha querido ofender a Giri en los recientes intercambios de tuits, y añadió: “No sé si sus acusaciones de que he organizado una campaña contra él son una broma. Si es así, no hay problema. Si no, lo niego rotundamente”. En cuanto a su 2ª partida con Giri, las más interesante de las cuatro, reconoció que últimamente busca ataques directos al rey en cuantos sus rivales se enrocan, al estilo de los programas informáticos más potentes.

El primer asalto de la jornada fue el más aburrido de todos los torneos rápidos de elite que se han disputado desde abril. Cinco empates, todos soporíferos, con el único matiz de que Vladímir Krámnik peleó durante 99 movimientos para exprimir una minúscula ventaja en una posición muy técnica frente al también ruso Ian Niepómniachi.

El segundo fue mucho más interesante, con tres victorias de las piezas negras, una de las blancas y un empate, del pentacampeón del mundo Viswanathan Anand tras una buena defensa ante el octacampeón de Rusia, Péter Svídler. No tanto por los gruesos errores de Vasili Ivanchuk y Niepómniachi, que propiciaron sendas victorias de Peter Leko y Krámnik, sino por los triunfos de Carlsen y Guélfand sobre Giri y Ding, respectivamente.

El campeón del mundo se puso en modo excéntrico para introducir una novedad muy sorprendente en el 7º movimiento: atacar en plan kamikaze en un flanco con el centro inestable. La partida podría haber tenido un enorme interés si Giri hubiera estado al nivel exigible. Pero, en lugar de ello, encajó esa sorpresa como un golpe en el hígado que lo dejó tambaleante, jugando muy mal, hasta el punto de que, pocos lances después, ya estaba perdido.

Borís Guelfand, el año pasado en el torneo de la Isla de Man (Reino Unido)David Llada/Chess24

Ding también aplicó una de las ideas que los monstruos de silicio han puesto de moda: avanzar un peón de torre hasta la sexta fila con la esperanza de que resulte muy molesto a largo plazo. Pero Guélfand se comió básicamente todo lo que le ofrecieron -eso sí, con gran precisión- y logró llegar a un final de torres técnicamente ganador.

En el 3º, Giri eligió con blancas un tipo de posición casi imposible de perder, pero también de ganar, quizá en busca de un empate balsámico. Leko jugó descaradamente a tablas con blancas, para consolidar su ventaja. Svídler no tuvo mayores problemas para empatar con negras frente a Anand. Krámnik acusó tal vez que su dedicación al ajedrez no es ya tan intensa como antes, porque perdió el norte y la partida cuando Niepómniachi logró complicarla.

Hay que dedicar un párrafo aparte al más veterano del torneo, Guélfand, quien a sus 52 años estuvo a punto de tumbar otra vez a Ding con un juego magnífico. De hecho, tuvo dos posiciones ganadoras, pero sus imprecisiones y la bien conocida tenacidad defensiva del chino propiciaron el empate de la mejor partida del día.

Y así se llegó a la última partida del día al ritmo rápido (15 minutos más diez segundos por movimiento) con tres jugadores obligados a ganar. Como Giri no está acostumbrado a eso, y menos aún con negras, pronto quedó en posición claramente inferior, y terminó perdiendo.

Mucho más sorprendente fue el colapso con blancas de Ding, quien no solo omitió golpes tácticos que le hubieran dado gran ventaja, sino que se rindió en la jugada 16 porque su posición ya era desesperada. En todo caso, y aunque el asiático no termina de volver a ser quien fue en 2019, es muy grande el mérito de Guélfand, mucho más dedicado ahora a la profesión de entrenador que a la de jugador.

Quien sí fue capaz de ganar cuando no había más remedio que hacerlo fue Ivanchuk, y además con brillantez y espíritu romántico, planteando una apertura (el Gambito de Rey) más propia del siglo XIX. Su coetáneo Anand estuvo cerca de hacer algo similar frente a Svídler, pero cometió un error fatal cuando más apretaba el reloj.

Y, como Niepómniachi y Krámnik hicieron tablas, hubo dos desempates por muerte súbita o Armagedón (cinco minutos para las blancas, obligadas a ganar, y cuatro para las negras). Ivanchuk no pudo quebrar con blancas el muro del magiar, y además perdió cuando se lanzó en plan suicida. Por el contrario, Krámnik logró una posición ventajosa, pero la dejó escapar muy pronto, y en su deseo de forzar quedó perdido.

Resultados de la 1ª ronda: Krámnik 2 – Niepómniachi 3; Giri 1 – Carlsen 3; Anand 1,5 – Svídler 2,5; Leko 3 – Ivanchuk 2; y Guélfand 3 – Ding 1.

Clasificación: 1º Carlsen, Guélfand y Svídler 3 puntos; 4º-5º Leko y Niepómniachi 2; 6º-7º Ivanchuk y Krámnik 1; 8º-10º Anand, Giri y Ding 0.

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