El Valencia liquida al Betis en dos jugadas

El equipo de Celades se impone a los verdiblancos en un partido marcado por las medidas adoptadas ante el coronavirus

Valencia -
Emerson y Guedes disputan el balón, este sábado en Mestalla.JOSE JORDAN (AFP)

En dos jugadas aisladas el Valencia resolvió un partido que tenía cuesta arriba en la primera parte y olía a derrota ante un Betis pintón, pero chato. Octava victoria local en Mestalla, que sigue siendo un fortín, donde el Valencia sigue invicto y ha sumado 24 puntos. Mientras tanto, la derrota deja en el aire el futuro de Rubi.

De inicio, con un ritmo lento y, en ocasiones, desesperadamente horizontal, los verdiblancos anestesiaron al equipo de Celades, demasiado dependiente de Gayà y de Ferran Torres, sus dos faros. El lateral zurdo estuvo a punto de marcar al cuarto de hora en un cen...

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En dos jugadas aisladas el Valencia resolvió un partido que tenía cuesta arriba en la primera parte y olía a derrota ante un Betis pintón, pero chato. Octava victoria local en Mestalla, que sigue siendo un fortín, donde el Valencia sigue invicto y ha sumado 24 puntos. Mientras tanto, la derrota deja en el aire el futuro de Rubi.

De inicio, con un ritmo lento y, en ocasiones, desesperadamente horizontal, los verdiblancos anestesiaron al equipo de Celades, demasiado dependiente de Gayà y de Ferran Torres, sus dos faros. El lateral zurdo estuvo a punto de marcar al cuarto de hora en un centro que se fue cerrando hasta estrellarse en el travesaño cuando su objetivo era la cabeza de Maxi Gómez. El mismo jugador cerró la primera parte con un disparo pegado al primer palo que Joel despejó con problemas.

Entre esas dos ocasiones reinó el Betis, que empujó al Valencia contra un muro pero no lo ejecutó. La primera mitad fue un desastre local. Cada vez más lejos de jugar como un bloque, el Valencia se ha ido desfigurando desde el regreso de las vacaciones de Navidad. Blando, desnortado y fatigado, al Valencia se le han apagado los focos.

Enganchado a los arreones de genio de Ferran Torres por banda derecha y a la velocidad de Gayà en la acera contraria, las únicas balizas luminosas en su ofensiva, el equipo cojea, repleto de carencias, en el resto de zonas. Detrás sólo mantiene el tipo el corajudo Gabriel Paulista, todavía con molestias producto de un esguince de tobillo pero presente en el once titular por voluntad propia. Al brasileño no se le puede negar su compromiso y Celades, ante la alternativa de dejar a Diakhaby y al tierno Hugo Guillamón en el eje de la defensa, optó por tirar de un Paulista mermado. Diakhaby es una de las decepciones del curso.

Fekir, que junto a Canales y Guardado y con el apoyo de Joaquín había plantado la bandera verdiblanca en el centro del campo, disparó al larguero en el primer minuto de la reanudación. El once de Rubi sometió, otra vez, al Valencia, que buscaba respuestas en Guedes, sustituto del lesionado Maxi Gómez. La epidemia de bajas que asola Mestalla toda la temporada se cobró una nueva víctima. El uruguayo, en un mal gesto, se lastimó un tobillo y acabó cojeando la primera parte. Ya no volvió.

Tarde rara en Mestalla

Mejores y más fluidos pero sin aguijón, los andaluces pagaron su exceso de virguerías a la hora de juego cuando Gameiro recibió en la frontal, armó la pierna derecha y marcó un gol de bandera. Contra todo pronóstico, el Valencia se ponía por delante. Y el Betis, tan bonito como inofensivo, e incapaz de empatar, recibió el segundo. Soler encontró a Wass dentro del área y el danés, tras un recorte, le dejó la pelota a Parejo, que resolvió con sangre fría y marcó el segundo. Loren hizo el intrascendente 2-1 en el descuento.

Todo sucedió en medio de una tarde rara en Mestalla marcada por la psicosis del coronavirus, alimentada por el Valencia en las horas previas. Por iniciativa del presidente Anil Murthy, el club alejó a sus jugadores de cualquier contacto con los empleados del club y los medios de comunicación que estuvieron en Milán, después de que el jueves se detectara el primer positivo en un periodista que estuvo en Italia con motivo del partido Atalanta-Valencia de Champions. No hubo ruedas de prensa ni en la previa ni en el pospartido, probablemente por un exceso de celo desde la presidencia, a la que le viene bien escapar de la fiscalidad de los medios en un momento de crisis de resultados y de dudas sobre el proyecto.

Los jugadores excluidos de la convocatoria siguieron el partido desde el palco privado de Peter Lim, en lugar de hacerlo en el palco de Mestalla como hacen habitualmente. En el Betis tanto Rubi como los jugadores de la plantilla sólo atendieron a las cámaras de Movistar sumándose, en parte, a la medida del Valencia.

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