Gasperini: “No iremos a Valencia pensando solo en defendernos”

Albert Celades se presentó en la sala de conferencias de San Siro con su camisa vaquera de siempre y el semblante propio de los funerales. “El partido se nos ha escapado por nuestra falta de efectividad”, dijo el técnico del Valencia, que acababa de asistir en primera línea a un 4-1 en contra que él se negó a reconocer como una paliza. “Hemos tenido ocasiones muy claras y no las hemos marcado. El resultado no es lo que se vio en el campo”.

Al doliente Celades le sucedió Gian Piero Gasperini, que se presentó con la melena blanca despeinada, como un pianista, entre los aplausos de la conc...

Albert Celades se presentó en la sala de conferencias de San Siro con su camisa vaquera de siempre y el semblante propio de los funerales. “El partido se nos ha escapado por nuestra falta de efectividad”, dijo el técnico del Valencia, que acababa de asistir en primera línea a un 4-1 en contra que él se negó a reconocer como una paliza. “Hemos tenido ocasiones muy claras y no las hemos marcado. El resultado no es lo que se vio en el campo”.

Al doliente Celades le sucedió Gian Piero Gasperini, que se presentó con la melena blanca despeinada, como un pianista, entre los aplausos de la concurrencia. “Es cierto”, dijo el italiano, cuando le preguntaron por las palabras de Celades. “El partido no reflejó todo lo que ocurrió en el campo. Podría haber acabado incluso con un gol más a favor nuestro y de ellos”.

"Esta noche ya fue un éxito desde que llegamos a San Siro en el autobús y vimos a estos 40.000 seguidores que vinieron desde Bérgamo a vernos", celebró Gasperini. "La victoria hará que lo recuerden durante mucho tiempo".

Para el Atalanta fue un día histórico. El primer partido de octavos de final de Champions que disputaba el club desde su fundación, en 1907. Una peregrinación inolvidable para sus hinchas y un dolor de cabeza para Celades, que prefirió pensar que todo se resumió en la falta de contundencia de su defensa, plagada de suplentes en el eje, y a la falta de pegada de Maxi, que falló dos goles más o menos claros, especialmente un uno contra uno con Gollini cuando el Atalanta ya había metido cuatro. “No se puede conceder tanto”, lamentó Celades. “El devenir del partido lo ha marcado nuestra falta de efectividad, no las concesiones que dimos nosotros. La diferencia ha estado en la efectividad”.

Junto con Celades, Gayà consideró que la remontada en Mestalla es posible. "Podemos remontar con la ayuda de nuestra afición", dijo el lateral, como si meter cuatro goles fuera algo frecuente, aunque el Valencia no haya alcanzado esa cifra en lo que va de temporada. En esto coincidieron todos. Porque Gasperini advirtió que la eliminatoria seguía abierta: “Estoy convencido de que la calificación no está decidida. Deberemos ir a jugar con personalidad. No solo tenemos que pensar en defendernos. Tendemos que ser valientes para proponer. No debemos ir a pensar a aguantar 90 minutos asediados. El mejor modo de pasar a cuartos será ser fieles a nuestras características”.

Gasperini evaluó el partido señalando que su equipo debió superar un gran problema con la lesión del central Djimsiti. Sin el central, dijo el técnico, su equipo se desorganizó atrás y sus jugadores se amilanaron. “Hemos tenido problemas en fase defensiva”, lamentó. “Ahí el Valencia nos creó dificultades. Nos costaba recuperar la pelota y moverla con precisión. Hemos pecado de prudentes porque nos hemos replegado demasiado y cuando hemos recuperado la pelota. No hemos sabido dar los apoyos necesarios al compañero que recuperaba la posesión. Debemos corregir estos errores porque ahí pueden ser peligrosos en la vuelta”.