Borrachos, en Babia y un fallecido: fútbol navideño

El ‘Boxing Day’ sigue siendo un día sagrado del que solo reniegan las estrellas de la Premier y los técnicos de importación

El portero del Tottenham Milija Aleksic atrapa un balón ante el Arsenal en Highbury en el 'Boxing Day' de 1979.Getty Images (Getty Images)

Los partidos navideños son una de las tradiciones más longevas y hermosas del fútbol británico. Aunque ahora la actividad ya no es tan frenética como hace un siglo y el fútbol navideño se ha restringido al 26 de diciembre, el llamado Boxing Day sigue siendo un día sagrado en el calendario futbolero del que solo reniegan las estrellas de la Premier y los técnicos de importación, que echan de menos la pausa invernal de las ligas continentales.

El primer partido navideño lo jugaron el 26 de diciembre de 1860 el Sheffield FC y el Hallam FC, en lo que está considerado también el prime...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los partidos navideños son una de las tradiciones más longevas y hermosas del fútbol británico. Aunque ahora la actividad ya no es tan frenética como hace un siglo y el fútbol navideño se ha restringido al 26 de diciembre, el llamado Boxing Day sigue siendo un día sagrado en el calendario futbolero del que solo reniegan las estrellas de la Premier y los técnicos de importación, que echan de menos la pausa invernal de las ligas continentales.

El primer partido navideño lo jugaron el 26 de diciembre de 1860 el Sheffield FC y el Hallam FC, en lo que está considerado también el primer derbi de Yorkshire. Pero no fue hasta bien entrados los años 1880 cuando los partidos navideños se convirtieron en una atracción de masas porque eran una rara oportunidad para que los obreros pudieran ir al fútbol y pasaran el día al aire libre, lejos de la fábrica o de la, a menudo, angosta e insalubre vivienda familiar.

Durante las fiestas navideñas se jugaban dos jornadas completas de liga y había asistencias récord. En 1949, por ejemplo, casi 3,5 millones de aficionados asistieron al programa de tres partidos por equipo en cuatro días. En aquellos tiempos, los hinchas cantaban villancicos en la grada y se intercambiaban cigarrillos y aguardiente.

Los jugadores también bebían. Ted Crawford, artillero del Clapton Orient, recuerda que el equipo se presentó completamente borracho a la cancha del Bornemouth en 1931 porque se habían bebido el barril de cerveza que les había obsequiado el entrenador. Crawford acabó por los suelos y el Clapton Orient perdió 2-1.

En 1940, en plena guerra, el Brighton se presentó en el campo del Norwich con cinco jugadores (incluyendo tres juveniles). Completaron el once con gente del público y perdieron 18-0. Aquel día de Navidad se marcaron 210 goles en 40 partidos de liga.

Quizás la anécdota más divertida la protagonizó el portero Sam Bartram en el Chelsea-Charlton de 1937. Una densa niebla cayó sobre Stamford Bridge y Bartram llevaba ya un buen rato paseando por los aledaños de la portería cuando divisó la figura de un Bobby que se acercaba hacia él. “¿Pero qué hace usted aquí? El partido se ha suspendido hace un cuarto de hora”, le dijo el policía. Bartram se había quedado en Babia en la densidad de la niebla londinense.

La religión también cuenta

También ha habido tragedias. El día de Navidad de 1909, James Main, defensa del Hibernian y de Escocia, resbaló en el hielo del campo del Partick Thistle y sufrió un aparatoso golpe, pero se fue a casa después del partido. Horas después le llevaron de urgencias al hospital: se había perforado las tripas y falleció al día siguiente.

La religión también cuenta. Algunos jugadores preferían no jugar el día de Navidad y se acogían a la normativa de la Federación, que estipula que nadie podrá ser obligado a jugar ni el día de Navidad ni en Viernes Santo. El Arsenal no pudo jugar ningún partido navideño en su estadio hasta 1925 porque el dueño del solar en el que se había construido Highbury lo había estipulado así. Todo cambió cuando el Arsenal compró el terreno.

El fútbol en el día de Navidad empezó a declinar en los años 1950. La llegada de la iluminación a los estadios hizo menos necesario aprovechar los días festivos para apretujar el calendario. Y, con el aumento del nivel de vida y la irrupción de la tele, la gente empezó a preferir disfrutar de Navidad en la comodidad del hogar. El último partido navideño de liga en Inglaterra fue un Blackpool-Blackburn en 1965. Pero la tradición de ir al fútbol el 26 de diciembre sigue tan viva como siempre. No este año, claro. La covid y el hecho de que la jornada cayera en sábado han convertido el fútbol del Boxing Day de 2020 en una irrelevancia porque no se trata de verlo en la tele, sino de vivirlo en el campo.

Archivado En