El Open de Australia se retrasa al 8 de febrero
Nadal participará en el primer grande del año, que arrancará tres semanas más tarde para que los tenistas completen la cuarentena que exige el torneo. ATP y WTA definen el arranque del curso
Después de darle vueltas y más vueltas, por fin, el tenis tiene un punto de partida para la próxima temporada. Desde hace semanas se barajaba un retraso del calendario y todos los ojos estaban puestos en el Open de Australia y su hombre, Craig Tiley, quien finalmente ha alcanzado un acuerdo con los organismos principales del circuito y las autoridades del país para que su gran torneo, el primer Grand Slam del curso, se celebre del 8 al 21 de febrero; es decir, tres semanas más tarde de lo programado en un inicio. Ha...
Después de darle vueltas y más vueltas, por fin, el tenis tiene un punto de partida para la próxima temporada. Desde hace semanas se barajaba un retraso del calendario y todos los ojos estaban puestos en el Open de Australia y su hombre, Craig Tiley, quien finalmente ha alcanzado un acuerdo con los organismos principales del circuito y las autoridades del país para que su gran torneo, el primer Grand Slam del curso, se celebre del 8 al 21 de febrero; es decir, tres semanas más tarde de lo programado en un inicio. Habrá tenis, pues, en el arranque de un año que se presenta otra vez complejo en términos de calendario y logística, pendiente todo el mundo del dichoso virus que obliga a vivir prácticamente al día. También al tenis.
Rafael Nadal, por ejemplo, reemprendió la marcha la semana pasada después de airearse quince días y lo hizo, al igual que el resto de los profesionales, sin saber cuándo arrancaría oficialmente la temporada de 2021. Ahora, el campeón de 20 grandes ya conoce, porque así lo confirmó la ATP este jueves, que el pistoletazo de salida tendrá lugar el 5 de enero en Delray Beach (Estados Unidos) y Antalya (Turquía), los dos torneos que encabezan el plan del circuito masculino. En cualquier caso, el balear mira hacia las Antípodas y allí se celebrarán los tres eventos previos al major australiano, todos ellos en Melbourne: dos de categoría 250 (del 31 al 6 de febrero) y la segunda edición de la ATP Cup (del 1 al 5 de febrero).
Entre medias se desarrollará la fase clasificatoria del Open de Australia, que arrancará el 10 de enero y se celebrará excepcionalmente en Doha (Catar) hasta el día 13. Mientras tanto, la WTA, rectora del circuito femenino, ya comunicó el pasado lunes su programa para las siete próximas semanas en un trazado muy similar. La fase de acceso al Grand Slam se disputará en esas mismas fechas, aunque en Dubái, y la primera cita del calendario será en Abu Dabi, del 5 al 13 de enero; como rodaje, la hoja de ruta también incluye otros dos eventos de categoría 500 en las instalaciones de Melbourne.
“La reconfiguración del calendario de 2021 representa esfuerzo colaborativo en todo el tenis, bajo unas circunstancias muy desafiantes. La salud y la seguridad seguirán siendo primordiales”, afirmó este jueves el presidente de la ATP, el italiano Andrea Gaudenzi, mientras los profesionales ya han empuñado la raqueta para ponerse a tono. Garbiñe Muguruza trabaja en Marbella, mientras que Novak Djokovic lo hace en su academia de Belgrado y Nadal en la suya de Manacor.
Solo cinco horas ‘exteriores’
Todos ellos saben, porque así lo establece el protocolo acordado con Tiley y las autoridades del estado de Victoria (donde su localiza Melbourne), que deberán viajar a Australia entre los días 15 y 16 de enero, y completar posteriormente la cuarentena de rigor; también, que una vez allí tendrán que atender la estricta normativa impuesta por la federación australiana.
Como ya se hizo este año tanto en el US Open como en Roland Garros, Tennis Australia ha diseñado una burbuja en la que únicamente tendrán cabida 1.000 personas entre jugadores, preparadores, fisioterapeutas y el personal que trabaja en el torneo. A los controles rutinarios y la obligación de portar la mascarilla en todo momento, los jugadores tendrán que añadir otras medidas severas, como el hecho de que solo podrán salir del hotel durante cinco horas al día (dos para entrenar en pista, dos para ejercitarse en el gimnasio y una para comer) y que solo podrán ir acompañados por dos miembros de su equipo.
Mientras el círculo de Nadal ya ha confirmado que la intención del mallorquín es jugar el primer grande del año, Roger Federer dejó caer hace unos días que no asistirá a la cita –”me encantaría jugar, pero será justo para mi rodilla y no volveré hasta no estar al cien por cien”– y el país vigila con máximo celo la zona roja (los no residentes en Australia o Nueva Zelanda) mientras contiene la baja incidencia del virus en sus fronteras. En cualquier caso, el tenis ya tiene casillas de salida después de que el año pasado saltase por los aires gran parte del calendario.