Pjanic: “No sé qué más tengo que hacer para jugar”

El volante bosnio, de 30 años, que ha llegado este verano al Barcelona, ha jugado solo un partido desde el inicio en LaLiga. En la Champions, en cambio, ha participado en los cinco encuentros como titular

Miralem Pjanic, en el partido del Barcelona ante el Ferencváros.BERNADETT SZABO (Reuters)

En la víspera de la Guerra de los Balcanes, la familia de Miralem Pjanic (Tuzla, Bosnia; 30 años) se mudó a Luxemburgo. A los siete años, entró en la cantera del FC Schifflange 95 y le pasó algo curioso: había más público en sus partidos que en los del primer equipo. Debutó en Primera con el Metz en 2007 y, cuando jugaba en el Lyon, Raymond Domenech lo quiso fichar para la selección francesa. No pudo. En la Roma se ganó el cariño de Totti, que hasta le “perdonó” su fichaje por la ...

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En la víspera de la Guerra de los Balcanes, la familia de Miralem Pjanic (Tuzla, Bosnia; 30 años) se mudó a Luxemburgo. A los siete años, entró en la cantera del FC Schifflange 95 y le pasó algo curioso: había más público en sus partidos que en los del primer equipo. Debutó en Primera con el Metz en 2007 y, cuando jugaba en el Lyon, Raymond Domenech lo quiso fichar para la selección francesa. No pudo. En la Roma se ganó el cariño de Totti, que hasta le “perdonó” su fichaje por la Juve en 2016. Desde entonces, la dirección deportiva del Barcelona lo tuvo en su carpeta. El pasado verano, en el extraño mercado como consecuencia de la pandemia, llegó al Camp Nou en un intercambio por Arthur. Sin embargo, todavía no logra hacerse un hueco en el once. Y como Messi en el verano y Griezmann hace unas semanas, Pjanic también necesita hacer catarsis.

Pregunta. ¿Llegó tarde al Barcelona?

Respuesta. Nunca es tarde para fichar por el Barça. Llevaba años intentando venir este club, pero no había podido. El mercado, a veces, es difícil. He firmado por cuatro temporadas y quiero hacerlo bien aquí. Tengo ese reto en el corazón.

P. Cuando un jugador llegaba al Camp Nou alucinaba con el ritmo del balón en los rondos. ¿Todavía pasa eso en el Barça?

R. Durante mi carrera me he cruzado con muchos futbolistas que jugaban muy rápido el balón al ras de suelo. Pero la forma de jugar del Barcelona es única en Europa, siempre me ha impresionado el fútbol de este equipo y de estos futbolistas. Estoy enamorado de esta forma de jugar. En el pasado era pase, pase y pase. Eso es lo más bello que hay en el fútbol. Soy feliz cuando hay ritmo en el juego. Ahora, puede que se haya cambiado el sistema, pero se intenta jugar a lo mismo.

P. ¿En el vestuario, es motivo de debate en cambio de sistema?

R. Aquí siempre se ha jugado con el 4-3-3, pero en el inicio de la temporada se escogió cambiar y nos preparamos para jugar de otra manera. Y no somos nadie para discutir las decisiones del cuerpo técnico. Se aceptan. No podemos hacer nada. Ya veremos si aportan sus frutos. Tenemos equipo para hacer una gran temporada.

P. El Barça está a 12 puntos del Atlético...

R. Es un problema estar a 12 puntos del Atlético. Nadie puede estar contento porque hemos tirado muchos puntos. No son estas las expectativas en el Barça. Toca trabajar y cambiar. Ya hemos visto que las cosas no funcionan así.

P. ¿Prefiere jugar de 6 o de 8?

R. Con este sistema jugué una final de la Champions [en 2017, la Juve cayó ante el Madrid]. Lo sé jugar. También he jugado de 8 y de 6, aunque en esta posición empecé más tarde. Un jugador inteligente siempre juega de la misma manera y creo haber demostrado que no importa en qué posición me ponen en el campo porque me adapto.

P. ¿Es de los que habla mucho en el campo?

R. Me gusta tocar un poco las narices a todos. No apago la radio nunca. Soy así, me meto en el partido y busco lo mejor de todos. Incluso, también hablo con el árbitro. Pero cuando acaba, soy otra persona.

P. ¿Se lo está pasando bien?

R. ¿Cómo puedo estar contento si no juego? He venido aquí para jugar y solo lo he hecho en la Champions. Con 13 años de carrera es una situación difícil de aceptar. No puedo aceptar no jugar. Siempre quiero más. Y es que siempre he sido titular. Soy así, en todos equipos me he hecho un sitio y con todos los entrenadores he crecido. He venido para echar una mano al equipo y no puedo estar feliz cuando he jugado verdaderamente poco.

P. ¿Entiende que le den pocos minutos?

R. No sé qué más tengo que hacer para jugar. En LaLiga, he jugado uno de 10 encuentros desde el inicio. Y creo que he hecho buenos partidos. Pero necesito tener tres o cuatro partidos seguidos para valorarme un poco más.

P. ¿Ha hablado con Koeman?

R. A mí me importa el grupo. Soy un profesional y mi idea es firme: ayudar al equipo y conocer nuevos jugadores, una nueva experiencia y otro fútbol. Pero en cualquier equipo y, sobre todo en el Barça, se necesita tiempo para adaptarse. Sin embargo, no creo que no pueda jugar. Tengo que entrenarme y competir al máximo… Soy muy competitivo. Pero no sé por qué no juego más.

P. Tan competitivo que dicen que se enfada mucho hasta cuando pierde en los partidillos de entrenamiento. ¿Es así?

R. Sí... Pero eso es bueno, ¿no? Ser competitivo es importante. En equipos como la Juve y el Barça se juega a ganar todos los partidos. Y eso debes tenerlo dentro de ti. Yo lo tengo. Cuando no gano, me enfado muchísimo. Y al día siguiente trabajo el doble porque veo que hay algo no ha funcionado. Nunca estoy satisfecho con nada. Eso me ha llevado a estar aquí.

P. ¿Y cómo es su relación con Busquets y De Jong?

R. Muy buena. Adoro a los buenos jugadores y me entiendo muy bien con este tipo de futbolistas. Estoy aprendiendo castellano para integrarme en el grupo. Creo que ellos también ven que me esfuerzo y que pueden contar con un compañero que dará todo en el campo y que está aquí para ganar.

P. Hablando de ganar... Usted pudo haber jugado con Francia, ¿Qué pensó cuando se coronó en Rusia 2018?

R. Mi sueño era jugar por Bosnia, tierra de mis padres, de mis abuelos y de mi familia. Quería poder llevar esa camiseta, con mi familia en el estadio y con toda la gente que ha vivido una guerra. Soy un competidor nato y nunca me pongo límites. Quiero que mi gente esté orgullosa de tener a Miralem Pjanic en el mundo. Y quiero dar todo a mi país. Felicito a Francia, pero nunca hubiese sido feliz si me ponía otra camiseta que no fuese la de Bosnia.

P. De camisetas, sin embargo, ha compartido una con Messi y otra con Cristiano, ¿Podría definir la manera de liderar de cada uno?

R. Leo habla en el campo. Tiene mucha importancia lo que dice porque habla de lo que pasa en el campo. Él ve las cosas que los demás no ven. Lo que Messi le ha dado al fútbol es una locura. Es un líder absoluto; cuando el balón llega a sus pies siempre ocurre algo. Cris es distinto. Entra en un partido y está concentrado únicamente en ganar. Olvida todo lo demás. Y eso lo transmite a sus compañeros.

P. ¿Y con cuál se queda?

R. Ha sido un honor jugar con los dos. A su manera, son un ejemplo para todos los jugadores. Lo que han hecho estos últimos 15 años es único. Son dos extraterrestres y hay que aplaudirles por todo lo que han dado al fútbol. Todos les admiramos. Cuando paren, nos daremos cuenta de los fenómenos que han sido.

P. Explique las diferencias entre el Barça y la Juve.

R. Diferentes estilos. La Juve era más táctico-defensivo y aquí es técnico-ofensivo. Diferentes visiones del fútbol, en el control de los partidos, en la posesión… Pero los dos son exitosos y dan resultados. Después hay que ver cuál es el mejor. Mi alma es ofensiva, pero en los partidos importantes se juega con la cabeza y la experiencia… Si siempre juegas de la misma manera, como un loco, cuando llega la Champions te pasan por encima. Hay que saber adaptarse a los adversarios.



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