El Barça se pierde en el Carranza
Dos errores infantiles, uno de Mingueza y otro de Lenglet, condenan al aturdido equipo de Koeman para jarana de un Cádiz tan ordenado atrás como efectivo delante
Poco se vio en el Carranza de ese Barça efectivo y resolutivo que tan buen fútbol había destilado en los últimos tres encuentros, con goleadas y ningún tanto en contra. Fue una mala copia, un equipo que gobernó el esférico y los espacios, que se atornilló incluso en el campo contrario pero que careció de ingenio en los últimos metros, ausente el pase definitivo o el remate certero. Pero sobre todo, fue un chiste en su área, condenado por dos errores (uno de Mingueza y otro de Lenglet) que justificaron su derrota frente a un ...
Poco se vio en el Carranza de ese Barça efectivo y resolutivo que tan buen fútbol había destilado en los últimos tres encuentros, con goleadas y ningún tanto en contra. Fue una mala copia, un equipo que gobernó el esférico y los espacios, que se atornilló incluso en el campo contrario pero que careció de ingenio en los últimos metros, ausente el pase definitivo o el remate certero. Pero sobre todo, fue un chiste en su área, condenado por dos errores (uno de Mingueza y otro de Lenglet) que justificaron su derrota frente a un Cádiz tan aseado atrás como efectivo en la portería rival.
Como le ocurriera a Neto ante el Alavés -falló en un gol clamoroso y Ter Stegen le cogió el sitio nada más volver de la lesión-, Mingueza tendrá difícil continuar en el once y en la dinámica del primer equipo. Araujo ya está bien, a Umtiti le falta poco y es posible que en invierno llegue Eric García (Manchester City). Por lo que su remate en propia puerta a la salida de un saque de esquina que paró Ter Stegen y que Álvaro envió a la red en el rechazo, será una difícil losa de superar para el central. Tampoco le será muy útil a Coutinho su partido anónimo, de nuevo intrascendente en el juego colectivo y (lo preocupante) también en las inmediaciones del área rival. Dos piezas que no funcionaron pero que tampoco chirriaron demasiado en el Barça, destemplado en esta ocasión con Messi a la cabeza. Koeman, sin embargo, cambió en el entreacto a Mingueza (por Dembélé) y Coutinho (por Pedri) para formar con un equipo más ofensivo, con De Jong de central de urgencia.
Tampoco le funcionó el plan al Barça, incapaz de desfigurar a la defensa del Cádiz. Incluso su gol llegó en propia puerta, después de un centro de Alba que Alcalá desvió a la red. Duró poco la alegría azulgrana, pues Lenglet no supo controlar un saque de banda de un compañero y Perea luchó el esférico hasta sisárselo a tiempo a Ter Stegen. Pase a Negredo y gol, concatenación de graves errores y bofetada de realidad para el Barcelona. Lo intentó después el conjunto azulgrana, con Messi al frente. Pero entre las manos de Ledesma, el mal pie de los jugadores del Barça -remate de Dest al suelo, uno de Dembélé a las nubes, otro de Leo al centro, uno más de Pjanic al bulto…- y el buen hacer defensivo del Cádiz bastaron para que el equipo de Koeman se descuelgue gravemente en La Liga.