Vídeo | “La mano de Dios” y el gol del siglo de Maradona en México 86
El astro argentino, fallecido este miércoles a los 60 años, dejó en el Estadio Azteca dos de las imágenes más memorables de la historia del fútbol en los cuartos de final del Mundial
El 22 de junio de 1986, Diego Armando Maradona, fallecido este miércoles a los 60 años, dejó dos de las imágenes más memorables de la historia del fútbol. La selección argentina se enfrentaba a Inglaterra por un puesto en las semifinales del Mundial de México y tras una primera parte en la que casi acaba lesionado, el 10 cambió el partido con dos jugadas en menos de cinco minutos, primero con la madre de todas las polémicas y poco después con una cabalgada imposible que culminó en el conocido c...
El 22 de junio de 1986, Diego Armando Maradona, fallecido este miércoles a los 60 años, dejó dos de las imágenes más memorables de la historia del fútbol. La selección argentina se enfrentaba a Inglaterra por un puesto en las semifinales del Mundial de México y tras una primera parte en la que casi acaba lesionado, el 10 cambió el partido con dos jugadas en menos de cinco minutos, primero con la madre de todas las polémicas y poco después con una cabalgada imposible que culminó en el conocido como gol del siglo. La primera estampa maradoniana llegó en el minuto 51, después de que el astro argentino condujera un balón hasta el balcón del área y filtrara un pase a Valdano, que no pudo evitar el intento de despeje de Steve Hodge. La pelota se elevó hacia el punto de penalti y Maradona y Peter Shilton corrieron en su búsqueda. El meta llegaba con ventaja, pero en el último momento el delantero saltó y golpeó con la mano izquierda el balón para mandarlo a la red.
Tres minutos más tarde, El Pelusa logró el segundo con una jugada que para muchos es la mejor de toda la historia de los mundiales. Tras recibir un balón en el centro del campo, se dio la vuelta y burló a cinco defensas y al portero ante la mirada atónita de los 115.000 espectadores que abarrotaban el Estadio Azteca. Tras ese duelo, que maquilló Lineker para hacer el 1-2 definitivo, los argentinos batieron a Bélgica en las semifinales y a Alemania Federal en la final para levantar el título de campeones.