El penúltimo brindis de Campazzo
El Real Madrid desmonta con solvencia al Maccabi (79-63) con una exhibición de dominio del Facu (12 asistencias) a cuatro días de que se abra el mercado de la NBA
El Real Madrid se impuso con solvencia al Maccabi de Tel Aviv (79-63) en una reedición del mayor clásico continental marcada por la demostración de dominio de Facundo Campazzo. El base argentino desmontó con facilidad la resistencia del conjunto israelí con nueve puntos, cuatro rebotes, 12 asistencias, tres robos y cinco faltas recibidas en 31 minutos en pista. Descontando los días para hacer las Américas, el Facu se exhibió sin reservas y, en su penúltimo brindis, llevó a los de Laso al quinto triunfo en nu...
El Real Madrid se impuso con solvencia al Maccabi de Tel Aviv (79-63) en una reedición del mayor clásico continental marcada por la demostración de dominio de Facundo Campazzo. El base argentino desmontó con facilidad la resistencia del conjunto israelí con nueve puntos, cuatro rebotes, 12 asistencias, tres robos y cinco faltas recibidas en 31 minutos en pista. Descontando los días para hacer las Américas, el Facu se exhibió sin reservas y, en su penúltimo brindis, llevó a los de Laso al quinto triunfo en nueve jornadas de la Euroliga, el noveno consecutivo desde la derrota ante el Barça en el Palau el 23 de octubre. Desde entonces, el Madrid es un bloque, brillante por momentos, sólido casi siempre. Wilbekin y Zizic (18 y 14 puntos respectivamente) no encontraron argumentos para atajar a Campazzo, abarcar la producción de Deck (16 puntos y seis rebotes) y Randolph (15 y 7) y encontrar rendijas a la defensa de Llull, Rudy y Tavares.
Un contundente arreón tras el salto inicial encarriló la tarde para los blancos. Sfairopoulos reforzó de salida su sala de máquinas con el doble volante Bryant-Wilbekin. Pero, antes de que funcionara la agitación del Maccabi, el Madrid se hizo con los mandos con una intensa puesta en escena. Impulsados por un ataque dinámico y solidario, los blancos se presentaron en el partido con un parcial de 16-8 en cinco minutos. En ese tramo, los de Laso lucieron manos rápidas con un par de robos, repartieron seis asistencias (cinco de ellas de Campazzo) y anotaron tres triples en sus cuatro primeros lanzamientos (tres de ellos de Randolph). La fluidez madridista quedó apuntalada por la hiperactividad de Deck, excelso en la anotación y en la intendencia, y el contador local subió hasta los 29 puntos al término del primer cuarto (29-18, m. 10). Los rebotes de Zizic fueron el único sustento de un Maccabi a contrapié frente a un equipo enérgico.
En la continuación, el conjunto israelí trató de apretar las tuercas en defensa para contener el chaparrón pero, siempre con el amparo de Tavares (que jugó los 15 primeros minutos de un tirón, cazó ocho rebotes y puso dos tapones en su partido 100 de Euroliga), el Madrid mantuvo la aplicación a la espera de retomar la inercia anotadora. No tardó en hacerlo. Con el regreso de Campazzo y Deck a la pista volvieron los robos, el juego a campo abierto y la solidez a pista completa. Con Wilbekin bien sujeto y Caloiaro desaparecido, Zizic se convirtió en un llanero solitario ante un Campazzo desenfrenado. En plena cuenta atrás para la apertura de la agencia libre y el mercado de fichajes en la NBA, el Facu, gobernador absoluto del partido, volvió a remarcar su compromiso con su equipo con una notable hoja de servicios. Al descanso, el base argentino ya sumaba nueve puntos sin fallo, dos rebotes, siete asistencias y tres faltas recibidas en 13 minutos de juego. La terna formada por Deck, Abalde y Tavares hizo el resto para completar el 45-32 con el que se llegó al entreacto.
“Este viernes comenzará la agencia libre y a partir del domingo 22 ya se podrán firmar contratos con la NBA. Sería hipócrita por mi parte decir que no tuvimos conversaciones. Hay un equipo que está muy interesado en él, pero hemos mantenido con tranquilidad el tema”, explicó en la víspera del partido Claudio Villanueva, representante de Campazzo. “Si se va, como parece ser, el Madrid pierde al mejor base de Europa”, recalcó. No escatimó el Facu ni talento ni sudor sobre la pista a pesar de estar jugándose ese contrato en la meca del baloncesto, con los Dallas Mavericks de Doncic, San Antonio Spurs, New York Knicks, Brooklyn Nets, Denver Nuggets y Minnesota Wolves (con Pablo Prigioni de asistente) en la lista de pretendientes. Tan lejos y tan cerca, la NBA quedó aparcada en el WiZink mientras se desataba el mano a mano del Facu con Wilbekin. Regresó el Maccabi de vestuarios con un parcial de 7-13, con ocho puntos consecutivos del escolta estadounidense. Pero no les bastó con eso a los de Sfairopoulos para lograr el reenganche.
Con peores porcentajes de tiro y menor fluidez, el Madrid se agarró a la defensa y a la experiencia para contener cada acometida de su rival. Llull y Rudy volvieron a tensar la cuerda atrás, apretando la mandíbula como ante el Estrella Roja, recordando por momentos su abnegado y decisivo papel en la conquista del Mundial de China con la selección. El Maccabi logró espesar el partido pero no terminó de encontrar rendijas en ataque. El trabajo de los dos internacionales españoles, una buena ráfaga de puntos de Randolph y el dominio de Campazzo y Tavares terminaron de desmoralizar al Maccabi. El viernes, el Madrid recibe al Fenerbahçe. Quizá, el último partido de Campazzo en la Euroliga con el Madrid. “El viernes juega y, como el viernes juega, lo demás me importa cero”, resumió Laso tras el partido, en un carpe diem en el que elogió a Deck por encima del Facu. “Ha sido nuestro partido más sólido durante 40 minutos. Estamos en evolución y vamos mejorando”, cerró el entrenador madridista.