El Real Madrid de Rudy aplaca al Estrella Roja de Loyd
Los de Laso triunfan en la sala Pionir de Belgrado gracias a la defensa de museo del balear sobre el máximo anotador de la Euroliga en el tramo final del partido (67-73)
El Real Madrid aplacó a tiempo a Jordan Loyd y venció al Estrella Roja en la mítica Sala Pionir de Belgrado (67-73). Rudy Fernández se encargó de secar al máximo anotador de la Euroliga con una defensa de museo en el tramo final de un partido racheado y los blancos alcanzaron su cuarto triunfo en ocho jornadas europeas, el octavo consecutivo, entre Liga y Euroliga, desde que cayeron en el Palau ante el Barça el 23 de octubre. Randolph (13 puntos, con 3 de 4 en triples, y seis rebotes), Thompkins y Abalde completaro...
El Real Madrid aplacó a tiempo a Jordan Loyd y venció al Estrella Roja en la mítica Sala Pionir de Belgrado (67-73). Rudy Fernández se encargó de secar al máximo anotador de la Euroliga con una defensa de museo en el tramo final de un partido racheado y los blancos alcanzaron su cuarto triunfo en ocho jornadas europeas, el octavo consecutivo, entre Liga y Euroliga, desde que cayeron en el Palau ante el Barça el 23 de octubre. Randolph (13 puntos, con 3 de 4 en triples, y seis rebotes), Thompkins y Abalde completaron la misión madridista en otro ejercicio de paciencia y experiencia tras un mal inicio. En la estadística madridista, un 11 de 18 en tiros de dos, un 14 de 39 en triples y 18 pérdidas de balón. Números asimétricos salvados por una compostura creciente y un compromiso gremial con los que los blancos han enderezado su mal comienzo en la competición.
Dos emparejamientos marcaron el comienzo del encuentro y en los dos salió perdiendo el Madrid. Kuzmic ganó la partida a Tavares, que se marchó al banquillo con dos faltas en apenas minuto y medio. Y Loyd escapó de los grilletes de Abalde y Llull con mucha más facilidad de la que recogía el plan de Laso. Dos triples del exjugador del Valencia, máximo anotador en lo que va de torneo con 21,6 puntos de media, marcaron el efervescente inicio del cuadro serbio (21-8, m. 7). Ante semejante panorama, el técnico madridista buscó soluciones en el banquillo y recurrió a Garuba, Thompkins y Carroll. La nueva mezcla surtió efecto de manera inmediata, con un parcial de 2-13 cimentado en los rebotes del canterano y en los puntos de los estadounidenses. Pero, sin consistencia defensiva, la reacción blanca no tuvo continuidad. Loyd retomó la faena (13 puntos en 14 minutos en la primera mitad; se quedó en 22 al final) y el Estrella Roja volvió a estirar la cuerda (38-27, m. 16).
Sin la intimidación de Tavares y con Campazzo buscándose el pulso ante Walden, el Madrid apretó los dientes para reengancharse al partido a base de experiencia. Pero, incapaces de calibrar la medida entre el vértigo y las prisas, los blancos se marcharon en desventaja al entreacto (42-36, m. 20). “Lo mejor es el resultado. Necesitamos tener el control del partido durante más minutos”, explicó Laso. Nueve pérdidas por 10 asistencias y un 6 de 20 en triples retrataban a un Madrid a contrapié que, a cambio, dominaba el rebote y aplaudía como una bendición el regreso al parquet de Tavares en la reanudación tras más de 18 minutos en la silla de pensar. No fue determinante, pero sí protagonista episódico del latigazo madridista.
Con el caboverdiano al frente y varias vueltas de tuerca en defensa, el Madrid llevó su propósito de enmienda hasta un 4-18 de parcial, 11-23 en el global de ese cuarto. Randolph tomó el mando en la anotación y los blancos se hicieron con la iniciativa antes de entrar en la recta de meta (46-54, m. 26). Llull se convirtió en una lapa sobre Loyd, intentando rematar la labor de zapa y desgaste sobre la estrella rival, y el Estrella Roja se fue achatando en su intento de rearme. El Madrid se puso a buscar el cloroformo para gestionar la renta, y Loyd la dinamita para desmontar la defensa blanca. Pero a los de Laso se les escapó la libre y, en dos minutos de correcalles, se complicaron la vida tras un 12-5 de vuelta del cuadro serbio (65-64, m. 35). El regreso a pista de Tavares no aplacó esta vez la agitación del Estrella Roja, pero la mano de Thompkins, con dos triples consecutivos y providenciales, y la voraz defensa de Rudy sobre Loyd, atajaron a tiempo al enemigo serbio y permitieron a los de Laso agarrar su tercera victoria consecutiva en Europa.