Muere Juan Cruz Sol, exjugador del Valencia y del Real Madrid, a los 73 años
El interior y lateral jugó 12 temporadas en Mestalla, en donde ganó una Copa y una Liga, y cuatro con los madridistas, con quienes conquistó tres campeonatos nacionales
Juan Cruz Sol Oria, exjugador del Valencia CF, del Real Madrid y de la selección española, falleció este martes en la capital del Turia a los 73 años. “Se marcha, sin duda, uno de esos jugadores y personas que dejan una huella imborrable. Te vamos a echar mucho de menos. Nuestro recuerdo eterno”, escribió, a modo de obituario en sus redes sociales, el club de Mestalla. El texto finalizaba con la frase “Descansa en paz, Loqui”. Esa coletilla, la de Loqui, era la que utilizaba generalmente Sol para abrir o cerrar su conversación con cualquier persona. Hasta el punto de que en el club se referían...
Juan Cruz Sol Oria, exjugador del Valencia CF, del Real Madrid y de la selección española, falleció este martes en la capital del Turia a los 73 años. “Se marcha, sin duda, uno de esos jugadores y personas que dejan una huella imborrable. Te vamos a echar mucho de menos. Nuestro recuerdo eterno”, escribió, a modo de obituario en sus redes sociales, el club de Mestalla. El texto finalizaba con la frase “Descansa en paz, Loqui”. Esa coletilla, la de Loqui, era la que utilizaba generalmente Sol para abrir o cerrar su conversación con cualquier persona. Hasta el punto de que en el club se referían a él, de manera cariñosa, como Loqui.
La pérdida de Sol se une a la del mítico utilero Bernardo España Edo, Españeta, que murió el 14 de octubre, hace apenas un mes. Sin ellos, el centenario club del murciélago pierde dos caras familiares y afables que habían arraigado en su tejido social.
Juan Cruz Sol, vasco de Elgoibar, siempre se consideró “un valenciano de adopción”. En Valencia maduró y formó familia. Se casó con Paola y tuvo dos hijas, Paola y Alejandra. Firmó por el conjunto blanquinegro a los 15 años. Carlos Iturraspe, exjugador y técnico del club, acudió a Elgoibar advertido por Cayetano Menargues, uno de sus ojeadores, y lo fichó a cambio de 60.000 pesetas. En Valencia se instaló en el número 73 de la calle Turia, en una casa particular donde la dueña, doña Concha, velaba y cuidada de las jóvenes promesas valencianistas.
Tras dos temporadas en el equipo juvenil, un miércoles recibió una llamada del club para comunicarle que al día siguiente debía entrenarse con el primer equipo en el tradicional partido de los jueves. Sabino Barinaga, entrenador de la plantilla en la temporada 1965/1966, le hizo debutar en Primera el 4 de septiembre de 1965 en el Sánchez Pizjuán, en un partido que finalizó con empate a uno. En sus inicios, Sol, jugador de gran físico y buen manejo técnico, actuaba como interior derecho, hasta que Mundo lo reubicó como lateral.
Jugó doce campañas con el Valencia y, entre medias, cuatro en el Real Madrid. Además, vistió la camiseta de la selección nacional en 28 ocasiones.
Con los de Mestalla logró la Copa de 1967, la Liga de 1971 y la Recopa y la Supercopa de Europa en 1980. Además, con la selección valenciana, con Lelé como técnico, conquistó el Campeonato de España.
Sol siempre recordaba a Di Stéfano con admiración: “El Valencia más trabajador que conocí fue el de 1971. Empezamos perdiendo en Madrid y luego vino el Sevilla y también nos ganó. ¿Quién daba un duro por nosotros? Sólo una persona, Alfredo di Stéfano”. Ese curso, el Valencia, igualado a puntos con el Barça y el Atlético, ganó la Liga por diferencia de goles.
Mediada la década de los setenta, en agosto de 1975, el Valencia traspasó a Sol al Real Madrid por algo más de 30 millones de pesetas. Fue el traspaso más elevado de un jugador nacional. Con los de Chamartín consiguió tres títulos de liga en los años 1976, 1978 y 1979 a las órdenes de Miljan Miljanic, Luis Molowny y Vujadin Boskov. Este último dejó de contar con él y lo empujó a pedir la baja para volver al Valencia en 1979, ya con 32 años.
Una lesión en la rodilla derecha en su última etapa como futbolista del Real Madrid, que lo llevó al quirófano, lo privó de minutos y protagonismo en su retorno a Mestalla. “Quise ser el de antes y no podía. Si no hubiera sido por esa lesión… En alguna zona de la rodilla no tengo cartílago y roza el hueso”, se lamentó desde entonces.
Tras su retirada, Sol ejerció como delegado del equipo. Un descuido con el número de extranjeros en la alineación de una eliminatoria de Copa del Rey en Novelda en 2001, con Rafa Benítez en el banquillo, lo obligó a dimitir.