Un Cádiz inabordable a domicilio
Consigue en Eibar su cuarta victoria consecutiva fuera del Carranza
En Cádiz empiezan a soñar. Su cuarto triunfo consecutivo a domicilio, todo un pleno, que ha dejado como damnificados a Huesca, Athletic, Real Madrid y ahora al ...
En Cádiz empiezan a soñar. Su cuarto triunfo consecutivo a domicilio, todo un pleno, que ha dejado como damnificados a Huesca, Athletic, Real Madrid y ahora al Eibar empieza a dejar de ser una casualidad. El equipo amarillo es inabordable fuera del Carranza. Si los resultados en casa han sido pobres, las hazañas conseguidas a domicilio le han encaramado a la zona noble de la clasificación, que lidera a expensas de lo que suceda en el resto de la jornada.
Es un hueso duro de roer, el grupo que ha montado Álvaro Cervera en la Tacita de Plata. A la espera de que la propuesta de sanción por cuatro partidos, que recibió tras sus declaraciones en las que denunciaba un escandaloso penalti no señalado a su favor frente al Granada, el técnico cántabro observó tranquilo, sin inmutarse, la victoria de su equipo en Ipurua. Casi no se tuvo que levantar del banquillo, porque sus jugadores cumplieron el guion a la perfección.
En realidad, también el Eibar cumplió lo que se esperaba de sus futbolistas. Dominaron el partido de cabo a rabo; volvieron a reivindicarse como el equipo más centrador del campeonato, y jugaron a lo de siempre, con presión para recuperar y el equipo muy adelantado.
Pero para todo eso parece haber encontrado el antídoto Cervera, que agrupó atrás a su equipo, con un espléndido Ledesma en la portería, y se estiró cuando correspondía. Además, aprovechó sus momentos, no demasiados, pero que cundieron, vaya que sí.
Fue cuando el Eibar atravesó un túnel sin cobertura durante tres minutos, los que van del 35 al 38 de la primera parte. Tenía Diop la pelota controlada en el círculo central, cuando recibió una carga por la espalda, que pareció una falta clara, aunque Mateu, en su línea, gritó su famoso “¡sigan, sigan!” Perdió la posesión el azulgrana, y el balón circuló hacia la izquierda, donde Espino le puso un centro primoroso a Negredo, que marcó todos los tiempos del salto y colocó su remate abajo, junto al palo, imposible para Dmitrovic. Era la segunda llegada del Cádiz al área local.
Tres minutos más tarde, ofuscado Diop por la falta que pudo ser y no fue, volvió a perder otro balón en el escenario del crimen. Esta vez no fue infracción ni lo pareció. Salvi Sánchez aprovechó el regalo para plantarse ante el portero del Eibar y batirle por segunda vez. Cuando volvió a salir el equipo de Mendilibar del túnel, el marcador ya estaba 0-2.
Y nadie lo hubiera dicho minutos antes, cuando el juego armero fluía en las botas de Inui y Bryan Gil, recién llegado, pero que empieza a encontrar su lugar. La banda izquierda era el punto flaco del Cádiz, y el Eibar intentaba aprovecharlo, pero sin remate. El único llegó en un cabezazo a tres metros de Inui, que Ledesma atajó con el pie.
El Eibar mandaba en el césped, presionaba, parecía hacerlo todo bien, pero el Cádiz está siendo letal fuera del Carranza. Huesca, Athletic y Madrid lo padecieron en carne propia. Con una segunda parte similar, y el equipo de casa estrellándose contra un muro, los amarillos sujetaron bien y apenas tuvieron problemas, que resolvieron con tino. Los cambios de Mendilibar no propusieron nada nuevo, y el juego de ambos certificó un nuevo éxito para el Cádiz a domicilio.