Pico y pala del Atlético para ganar a un Celta sin gol
Un tanto tempranero de Suárez encarrila el triunfo para los colchoneros y muestra el potencial de su alquimia con Diego Costa, que acabó lesionado
No resulta arriesgado imaginar a Simeone con los puños apretados, incomodado durante el parón liguero que llegó después de dos partidos con empate a cero, dos citas en las que su equipo apenas tiró dos veces entre palos. Necesitaba sacarse esa mochila el Atlético, gritarle a todos que es un equipo solvente y con recursos ofensivos y hacerlo como, a veces, se toma las cosas, contundente y desatado. Ese fue el Atlético que edificó su triunfo (0-2) en Balaídos con un inicio de partido feroz, pero ta...
No resulta arriesgado imaginar a Simeone con los puños apretados, incomodado durante el parón liguero que llegó después de dos partidos con empate a cero, dos citas en las que su equipo apenas tiró dos veces entre palos. Necesitaba sacarse esa mochila el Atlético, gritarle a todos que es un equipo solvente y con recursos ofensivos y hacerlo como, a veces, se toma las cosas, contundente y desatado. Ese fue el Atlético que edificó su triunfo (0-2) en Balaídos con un inicio de partido feroz, pero también bien jugado. Lograda la ventaja y activado el Celta, el duelo exigió pico y pala para los colchoneros. Casi todo en el fútbol se define por el marcador, pero además Simeone recibió alguna buena noticia más: Torreira se presentó con galones y generosidad en el esfuerzo, Lemar se acercó a aquello que durante largo tiempo se le demanda y Diego Costa y Luis Suárez esbozaron una rotunda mezcla hasta que el hispano-brasileño se lesionó, la única mala noticia para el Atlético en Vigo.
Todo lo sucedido le dolió al Celta, que llegaba después de tres jornadas sin ganar y ahora encadena un trío de derrotas consecutivas en las que no vio puerta. Entró mal al partido el equipo que adiestra Óscar García Junyent, que quiso blindarse con tres centrales ante la aguerrida dupla de arietes del Cholo. Justo como anda de efectivos, necesitado de la aportación de canteranos (dos futbolistas del filial se alinearon de inicio, dos más salieron después) y anhelante de evolucionar desde una clasificación que le aporte sosiego, el Celta topó con sus limitaciones. Pero ni así se fue del partido. Se revolvió ante un rival mandón en el que Koke, con las espaldas cubiertas por Torreira, tomó el mando de las operaciones. Jugó por dentro el capitán del Atlético hasta que en el cuarto de hora final Simeone acabó por plegarse. Su equipo brilló en la medida en que fluyó Koke.
Porque el Atlético fue más cuando hizo circular la pelota. Lo hizo con agilidad y así llegó al gol. A los cinco minutos marcó después de que Koke cimentase y Diego Costa alumbrase con un movimiento monumental de espaldas a meta. Manu Sánchez percutió para pisar el área y Suárez no necesitó ni un control para rematar a la red. La acción retrató el potencial de la alquimia entre Costa y Suárez. El Atlético se sintió vigoroso, el Celta empequeñecido con balón y largo sin él. Vulnerable. Pero supo revolverse y virar la liza. Encontró a Aspas y con él volaron desde los carriles Olaza y el novel Carreira. El Atlético dio varios pasos atrás. De pronto, se atrincheró, empujado por un rival que en cada llegada sabía colocar piezas en posición de remate. Pero que no concluía.
Los dos laterales enhebraron el primer aviso, un centro de Olaza desde la línea de fondo y un remate de Carreira al palo. Llegó con todo el Celta. Apuntaron también Aspas y Nolito, que tuvo que fajarse en defensa, pero tuvo aliento para filtrar un pase de gol a Santi Mina, que lo vio todo amarillo ante Oblak. También el meta esloveno negó un remate del central Fontán. El despliegue celeste mereció premio por fútbol, insistencia y exposición. Varió de dibujo y de hombres Óscar y apenas le apremió el Atlético en una galopada de Costa que terminó en remate de Suárez y lesión muscular de su compañero. Se deslizó a ingrata la tarde para el equipo madrileño, pero una vez más al Celta le faltó un perfil más resolutivo en la delantera. Lo que mostró el Atlético para ganar el partido fue lo que le faltó al Celta, donde después de seis jornadas solo ha marcado gol Iago Aspas. Y, por si se le había olvidado, se lo recordó Joao Felix en la última jugada del partido con un zurdazo que se estrelló con estrépito en el larguero y que Carrasco empujó a la red.
Simeone: “En Múnich buscaremos soluciones a los problemas que sufrimos hoy”
El triunfo número 200 de Simeone en el banquillo del Atlético llegó con una tacha, la lesión de Diego Costa, una dolencia muscular en el muslo de la pierna izquierda que casi con toda seguridad le apartará del duelo de Champions contra el Bayern, que aguarda este miércoles a los colchoneros en Munich. “Es un contratiempo porque vamos a enfrentarnos al mejor equipo del mundo, por intensidad, por presión, por juego, por todo lo que muestra”, explicó Simeone, que espera que el equipo corrija las debilidades que mostró en el primer tiempo del partido contra el Celta. “Es un partido muy importante para nosotros y buscaremos, con humildad, soluciones a lo que hoy tuvimos que sufrir en el primer tiempo”, comentó el Cholo.
“Lo importante era ganar”, valoró el goleador Luis Suárez, que se sintió a gusto en compañía, por primera vez, de Diego Costa. “Todos conocemos que es un futbolista muy imporante por su trayectoria y los años que lleva en el equipo. Nos tenemos que adaptar, pero he estado muy cómodo jugando con él”, apuntó el delantero uruguayo.
Más autocrítico fue el técnico argentino. A Simeone no le agradó que el Celta le generase tantas opciones de gol, sobre todo en los minutos previos al descanso. “En el segundo tiempo corregimos y fuimos más fuertes como bloque. Las situaciones que tuvo el Celta en la primera parte no fueron las mismas. Esperamos un contragolpe y cerrar el partido. El uno a cero era apretado, díficil y duro, pero por suerte apareció el segundo gol al final”.
En ese rescate aportó el charrúa Lucas Torreira, que se estrenaba con el Atlético y al que Simeone vio en un buen tono. “Es un chico muy trabajador que compite muy bien. Cuando tome ritmo de juego nos va a dar mucho en el centro del campo, más velocidad en esa parte de la cancha”. El exjugador del Arsenal acabó tieso, acalambrado y aún así pujante sobre el césped. Simeone le define: “Hacía bastante que no jugaba, pero desde el primer día nos mostró su característica. Es un tipo que nos va a dar absolutamente todo”.