El largo viaje de Campaña
El medio del Levante, primer ‘granota’ convocado con España en 56 años, se formó en el Sevilla, pasó por Inglaterra, Alemania, Italia y Portugal, y jugó luego en Segunda
José Campaña, último debutante en la convocatoria de la selección española, es todo menos un futbolista de laboratorio. Su zancada es irregular, como si la idea de emprender una carrera le fatigase, y aunque acaba desplazándose muchos kilómetros da la impresión de que nunca termina de arrancar. Cuando el árbitro le pita en contra puede desmandarse hasta la expulsión y cada vez que recibe el balón resulta impredecible. Si puede tirar un caño, lo tira. Si puede amagar, engaña ...
José Campaña, último debutante en la convocatoria de la selección española, es todo menos un futbolista de laboratorio. Su zancada es irregular, como si la idea de emprender una carrera le fatigase, y aunque acaba desplazándose muchos kilómetros da la impresión de que nunca termina de arrancar. Cuando el árbitro le pita en contra puede desmandarse hasta la expulsión y cada vez que recibe el balón resulta impredecible. Si puede tirar un caño, lo tira. Si puede amagar, engaña con que va, y vuelve. En el campo casi siempre se salió con la suya. Pero estas diabluras fuera de catálogo, que fascinaron a tantos hinchas, hizo que algunos técnicos le inscribieran en la lista de los sospechosos.
“Él nunca fue un guerrillero, siempre fue de construir”, recuerda Pablo Blanco, coordinador de la cantera del Sevilla, sobre el medio del Levante, de 27 años y primer granota convocado con la selección en 56 años, desde Ernesto Domínguez. “Era un mediocentro de una calidad exquisita cuando jugaba en su barrio, en Alcózar. Y así siguió cuando llegó al Sevilla en primer año de prebenjamín. Con 16 ya jugaba en Segunda B. Tenía un gran golpeo y hacía muchos goles”.
Debutó en Primera de la mano de Marcelino. Le acompañaba el prestigio de los talentos prematuros cuando en 2011 levantó la Copa de Europa con España sub-21 y en 2012 repitió la hazaña con el brazalete de capitán. Julen Lopetegui fue su seleccionador.
“Emery se hizo cargo del Sevilla en 2013, y entonces José estaba un poco despistado”, dice Pablo Blanco. “Ese año lo traspasaron al Crystal Palace. Y él es muy sevillano y a estos jugadores les gusta vivir en su tierra. En Sevilla los futbolistas viven muy bien”. La vida en Londres fue ingrata. Campaña solo jugó seis partidos en la Premier antes de ir cedido al Nuremberg en enero de 2014. Después de jugar 10 encuentros de Bundesliga lo traspasaron a la Sampdoria. La ciudad de Génova tampoco le deparó satisfacciones: no disputó ni un minuto de encuentro oficial. Antes de que acabara el curso 14-15 lo cedieron al Oporto. Su reencuentro con Lopetegui se tradujo en 12 partidos oficiales y una nueva cesión, esta vez a la Segunda División española. En el Alcorcón, con 22 años y bajo la dirección de Juan Ramón López Muñiz, disfrutó de la continuidad que no le había brindado nadie. Después de colocar al Alcorcón al borde de la promoción, lo contrató el Levante mediante un acuerdo de cesión de la Sampdoria, con derecho a compra de poco más de un millón de euros.
Dicen en el club que Vicente Tito Blanco, por entonces director deportivo del Levante, le firmó convencido de que traía un futbolista “con nivel de selección”. Cuando le preguntan por la imagen un tanto frívola que proyecta el volante, Tito se pone firme. “Es lo que parece”, advierte el dirigente; “pero en el fútbol de hoy en día todo se analiza en base a datos objetivos. Y los datos te muestran que José es táctica y físicamente un portento. Es capaz de jugar en banda o de actuar como interior asociándose y dando el último pase. Puede ser mediocentro defensivo para salir desde atrás con claridad. Y también puede ser un ocho que va de área a área en transiciones rápidas con llegada a gol”.
“Parece que se adorna”
“Él tiene gestos”, explica el director técnico; “parece que se adorna, pero técnicamente es un superdotado. Podría ser más práctico, pero esa es su forma de ser. Cualquier entrenador querría tenerlo. En el Levante ha coincidido con dos técnicos que le entienden: Juan Ramón López Muñiz y Paco López. Sobre todo Paco López, por su filosofía de juego”. Pablo Blanco pondera: “José ha madurado porque se ha dado cuenta de que esto [la carrera profesional] es muy corto. Y además, porque en la vida de los futbolistas los entrenadores son muy importantes. Paco López es un entrenador inteligentísimo. Lo ha tirado a la banda, en donde le pasan mucho el balón, y el grueso del trabajo defensivo lo hacen los otros dos mediocentros, Radoja y Vukcevic”.
A los 27 años, después de completar un largo viaje, José Campaña ha traspasado la frontera que separa la leyenda local del gran mundo. La llamada de la selección española le sitúa entre los mejores de su oficio.