Comienza la Euroliga del sinvivir
La máxima competición continental afronta el reto de superar la cancelación del curso pasado en mitad de la incertidumbre global. 400 espectadores asistirán al Baskonia-Real Madrid en el Buesa Arena
“Si el panorama se tuerce tenemos un plan B”, anunció el presidente de la Euroliga, Jordi Bertomeu, en un mensaje de reapertura del torneo tan decidido como inestable. “Sabemos que habrá dificultades durante toda la temporada y veremos muchos cambios de última hora: partidos que cambiarán de fecha, de sede y de país, reasignaciones de árbitros...”, explicó Bertomeu, que el 25 de mayo tuvo que anunciar a su pesar una cancelación histórica. Por primera vez desde la creación de...
“Si el panorama se tuerce tenemos un plan B”, anunció el presidente de la Euroliga, Jordi Bertomeu, en un mensaje de reapertura del torneo tan decidido como inestable. “Sabemos que habrá dificultades durante toda la temporada y veremos muchos cambios de última hora: partidos que cambiarán de fecha, de sede y de país, reasignaciones de árbitros...”, explicó Bertomeu, que el 25 de mayo tuvo que anunciar a su pesar una cancelación histórica. Por primera vez desde la creación de la máxima competición continental, en 1958, el título de campeón de Europa de baloncesto quedó desierto en el curso 2019- 2020.
Ahora, los mismos 18 equipos se embarcan en un doble reto logístico y competitivo. Un rompecabezas. “Si tenemos que parar, como ocurrió en marzo, volveríamos al plan que diseñamos en mayo. Estaba todo preparado, el único problema que hubo es que tres o cuatro equipos no pudieron salir de su país. Por eso no se jugó en formato burbuja. El plan B no es algo que tengamos que pensar llegado el caso, ya está todo montado”, detalla Bertomeu. De momento, como aliciente en busca de la normalidad, 400 aficionados podrán presenciar el directo el Barkonia-Real Madrid de la primera jornada en las gradas del Buesa Arena (con aforo para 15.540 espectadores). Los abonados baskonistas participarán en un sorteo del que saldrán los afortunados que vivirán en directo el estreno europeo de su equipo. La Euroliga anunció hace dos días que, en un principio, el recinto vitoriano no tendría público en el arranque de la competición, pero el Baskonia ya había cursado una petición al Gobierno vasco para poder contar con la presencia de aficionados en este primer duelo y le fue concedido el permiso.
En la pasada final de la Liga Endesa, disputada por el Baskonia y el Barça en formato de concentración cerrada en Valencia, además de las autoridades y los miembros de las directivas de ambos clubes, unas 60 personas presenciaron el partido en la grada principal de La Fonteta. Aprovechando el cupo de 20 entradas por club y otro tercio para compromisos de la ACB, aficionados de Barça y Baskonia entraron en la burbuja el último día. Semanas después, a finales de agosto en la final de la Euskal Copa entre el Bilbao Basket y el propio Baskonia disputada también en Vitoria, volvió a haber público en las gradas. El Polideportivo de Mendizorroza, con capacidad para 3.500 personas, acogió a 445 espectadores en uno de los primeros eventos deportivos con público tras el confinamiento por la pandemia.
Los avances para contar con público en las gradas chocan con la incertidumbre global que asume la Euroliga en cuanto a organización y viajes. “Los vuelos son responsabilidad de los clubes, pero entendemos que dada la situación habrá ocasiones en las que sea un reto viajar a otro país. Sin ir más lejos esta semana un equipo que tiene que viajar a Rusia va a hacer escala en Reino Unido porque no tenía otro remedio. O por ejemplo Israel, donde el gobierno es muy restrictivo respecto a las entradas y salidas del país. Por eso, desde junio, estamos trabajando con varias aerolíneas comerciales y tenemos acuerdos con dos de ellas para facilitar las cosas a los equipos que tengan dificultades para viajar”, detalla Bertomeu.