Ansu Fati, 17 años, muchas sonrisas y más goles
“Cuando un delantero marca, le entran ganas de más”, dice el joven atacante del Barça
En el túnel de vestuarios, mientras Piqué y Jordi Alba daban instrucciones al equipo, al tiempo que Messi reforzaba los mensajes con pocas palabras, Ansu Fati miraba al frente, callado y con una sonrisa como respuesta cuando le tocaban la cabeza a modo de arenga. Todavía no es mayor de edad y, aunque fútbol le sobra, su discurso deberá esperar ante jugadores que lo han conquistado todo. Otra cosa es sobre el césped, donde dio un recital ante el Villarreal con dos goles y un penalti que Messi no desaprovechó.
Ansu ap...
En el túnel de vestuarios, mientras Piqué y Jordi Alba daban instrucciones al equipo, al tiempo que Messi reforzaba los mensajes con pocas palabras, Ansu Fati miraba al frente, callado y con una sonrisa como respuesta cuando le tocaban la cabeza a modo de arenga. Todavía no es mayor de edad y, aunque fútbol le sobra, su discurso deberá esperar ante jugadores que lo han conquistado todo. Otra cosa es sobre el césped, donde dio un recital ante el Villarreal con dos goles y un penalti que Messi no desaprovechó.
Ansu apenas tardó un cuarto de hora en significarse en esta Liga, después de rematar el centro de Alba. “Fue un pase muy bueno y solo tuve que acompañarlo”, dijo con humildad el joven extremo. De nuevo sonrisas del imberbe futbolista, que está en un momento dulce, como expresó recientemente con la selección española —con 17 años y 311 días, en el duelo ante Ucrania, se convirtió en el goleador más joven de la historia de La Roja— y ratificó con el Barça ante un Villarreal tan atildado en el ataque como blandengue en defensa. “Y cuando un delantero marca, le entran ganas de más”, reflexionó Ansu. Dicho y hecho porque le alcanzó con un nuevo pase de Coutinho —excelente en la conducción y en imantar rivales— para hacer otra diana. “Hemos sufrido a Ansu”, admitió Unai Emery. Volvía la alegría azulgrana, generada esta vez por un niño al que nadie del Villarreal pudo echarle el lazo.
“Ansu era el típico que entrenaba y jugaba con una sonrisa, siempre con bromas. Y si con el balón podía hacer su genialidad, como un caño o una vaselina, la hacía”, expone un preparador de La Masia que le dirigió en las categorías inferiores. Era, junto a Take Kubo (que anoche empezó en el banquillo rival, cedido por el Madrid), el líder de una generación que engalanaban Eric García (Manchester City; pretendido ahora por la secretaría técnica azulgrana) y Arnau Tenas, portero del filial y tercero del primer equipo.
“No corramos con él”
Con siete goles ligueros en el curso anterior, una velocidad endiablada y el quiebro como saludo, Ansu pedía a gritos continuidad como titular. Con Koeman en el banquillo parece posible, pues le entregó la banda izquierda de buenas a primeras. Y respondió Ansu a lo grande porque no se quedó en la puntería, sino que también provocó un penalti de Mario Gaspar que Messi hizo bueno. Otra muesca del 22 —dorsal que estrena en este curso porque hace una semana le hicieron ficha del primer equipo, además de subirle la cláusula de rescisión a 400 millones de euros—, que no deja de sorprender. “Pero tenemos que estar tranquilos con él, no corramos”, señaló Busquets; “tiene grandes jugadores de los que aprender al lado y hay que dejarle que haga su fútbol porque cualidades le sobran para su edad”. Lo mismo opinó Koeman: “A veces le falta un poco de concentración. Pero eso es un trabajo de día a día. Aunque estamos muy contentos de tener un jugador como él. Tiene un gran futuro”, señaló el técnico; “ha hecho un gran partido y eso le he dicho cuando lo hemos cambiado porque ha dado profundidad. Tiene que seguir así. Es un buen chico, que está abierto a mejorar y escuchar”. Palabras que corroboró Guillermo Amor, responsable de las relaciones institucionales del primer equipo: “Es todavía juvenil, aunque tiene mucha personalidad. Sabe lo que cuesta llegar arriba, siempre ha decidido quedarse en el Barça ante las muchas ofertas que ha recibido y no creo que se le suba a la cabeza. Es muy bueno, tiene gol y es el futuro, pero también presente”.
En el curso anterior ya se convirtió en el más joven en marcar con la camiseta azulgrana (16 años y 304 días) y también en la historia de la Champions (17 años y 40 días). Actuaciones y cifras que Koeman, aún seleccionador de Holanda, apreció desde la distancia. “El Barça necesita jugadores como Ansu, porque juega al espacio y con velocidad cuando el resto juega para recibir el balón”, expresó. No faltó a sus convicciones en su estreno liguero en el Camp Nou, pues lo puso de titular frente a jugadores como Trincão, Dembélé —le dio el relevo en el minuto 70— o Pedri (y eso que Ansu tuvo unas pequeñas molestias en la cadera hace unas semanas). Por entonces, ya había ganado el partido.