Voto contra Bartomeu
Las más de 20.000 firmas de socios que avalan la moción de censura garantizan prácticamente un referéndum para tumbar al presidente y la junta del Barcelona
El voto de censura todavía es una fórmula de control social que funciona en clubes que no son sociedades anónimas deportivas, ninguna tan singular como el Barça, ahora mismo víctima de una crisis institucional muy seria por el desgobierno de la junta de Josep Maria Bartomeu. Ante la imposibilidad de expresar el descontento con pañuelos blancos en el Camp Nou, desde que los partidos se celebran a puerta cerrada, se imponen fórmulas como los avales q...
El voto de censura todavía es una fórmula de control social que funciona en clubes que no son sociedades anónimas deportivas, ninguna tan singular como el Barça, ahora mismo víctima de una crisis institucional muy seria por el desgobierno de la junta de Josep Maria Bartomeu. Ante la imposibilidad de expresar el descontento con pañuelos blancos en el Camp Nou, desde que los partidos se celebran a puerta cerrada, se imponen fórmulas como los avales que piden la dimisión del presidente del Barcelona.
Los impulsores del voto de censura contra Bartomeu, que son ocho grupos barcelonistas y tres precandidatos a las elecciones de 2021 —Víctor Font, Lluís Fernández Alà y Jordi Farré—, presentaron 20.731 firmas en las oficinas del club, la cifra más alta en la historia del Barcelona, muy superior a las necesarias: el 15% del censo electoral (16.521). El margen parece suficientemente amplio para superar el proceso de validación de los avales que durará 10 días y forzar un referéndum a celebrar seguramente en octubre y en el que se necesita el 66,6% de los votos para derrocar a Bartomeu.
“El presidente debería dimitir hoy mismo”, sentenció el precandidato Jordi Farré. “Yo estaría temblando si veo que el 20% de los socios me quiere fuera”, terció Marc Duch, uno de los portavoces de la plataforma Més que una moció, especialmente satisfechos por la respuesta social en un contexto complicado por la falta de partidos y por los efectos de la covid-19. “No se trata de una acción de un particular o nominal sino que es unitaria y transversal”, insistió Duch.
Bartomeu reitera, sin embargo, que aspira a cumplir su calendario: asamblea el 27 de octubre, elecciones el 20 y 21 de marzo y toma de posesión de la nueva junta el 1 de julio de 2021. No piensa dimitir mientras cuadra los números de la pasada temporada y la actual por más que medie una moción que, si cumple los requisitos exigidos por la mesa del voto de censura que se constituirá en 10 días, se votaría seguramente antes del 1 de noviembre.
El voto de censura ya se ha aplicado en dos ocasiones en el Barcelona: en 1998 contra Josep Lluís Núñez, promovido por el Elefant Blau que lideraba Joan Laporta, y en 2008 contra el propio Laporta, presidente desde 2003 hasta 2010, momento en que accedió al cargo Sandro Rosell. Laporta sopesa presentarse nuevamente a unas elecciones que se presentan muy polarizadas en un momento crucial para el FC Barcelona.