Se difumina Bautista, resiste Serena
Pospisil remonta sorprendemente ante el español, señalado como una de las alternativas a Djokovic en el torneo (7-2, 2-6, 4-6, 6-3 y 6-2). Williams compensa un mal arranque ante Stephens (2-6, 6-2 y 6-2)
Y de repente, una resurrección.
Estaba tieso Vasek Pospisil, el canadiense que va de la mano de Novak Djokovic en el plan que se trae entre manos el serbio desde hace tiempo. Había cedido otro set, dos uno abajo. Solicitó asistencia médica, jugaba dolorido del muslo derecho y se había desfondado. Aparentemente. Porque, de repente, en un abrir de ojos y contra todo pronóstico, venció a todos los elementos que tenía en contra, que no eran pocos, y apartó del US Open a Roberto Bautista. Frío y duro adiós a Nueva York del castellonense, que había llegado al torneo con ganas de comerse el mu...
Y de repente, una resurrección.
Estaba tieso Vasek Pospisil, el canadiense que va de la mano de Novak Djokovic en el plan que se trae entre manos el serbio desde hace tiempo. Había cedido otro set, dos uno abajo. Solicitó asistencia médica, jugaba dolorido del muslo derecho y se había desfondado. Aparentemente. Porque, de repente, en un abrir de ojos y contra todo pronóstico, venció a todos los elementos que tenía en contra, que no eran pocos, y apartó del US Open a Roberto Bautista. Frío y duro adiós a Nueva York del castellonense, que había llegado al torneo con ganas de comerse el mundo y en un punto de madurez tenística estupendo. Duele, pues.
Venía el español cargado de argumentos por el rendimiento que ofreció la semana previa, en el torneo de Cincinnati, y sobre todo porque lleva mucho tiempo jugando al tenis como los ángeles. Rocoso y regular como pocos, se ha instalado en la zona noble del circuito sin hacer ruido y se ha ganado el respeto de los más fuertes. Sin ir más lejos, había estado muy cerca de derribar a Nole dos semanas atrás, pero de repente, cosas del tenis, del imprevisible Pospisil, el duelo dio un bandazo extremo y lo que pintaba muy bien terminó muy mal.
7-2, 2-6, 4-6, 6-3 y 6-2, después de 3h 40m. Sorpresa. Sorpresón.
Las dos caras del canadiense terminaron de sacar de quicio al hombre con la sangre de hielo. Quién lo diría. Rara vez, muy rara, se le ha visto perder el sitio a Bautista, un competidor diesel que guerrea hasta en los momentos más adversos. Sin embargo, esta vez se encontró con un bombardero que validó una apuesta de riesgo. Cuando estaba perdido, Pospisil, compañero de quinta, se lo jugó todo a una carta, evitando los intercambios que le planteaba el 11 del mundo y buscando el cuerpo a cuerpo. Es decir, puntos a cuatro, cinco o seis golpes, no más.
Hablan los números: 71 winners, 65 errores. Lo dicho, todo o nada de Pospisil, que fue decolorando a Bautista y lo martilleó con 19 aces. Sonríe Canadá: él, Shapovalov, Augger-Aliassime. Se enfrentará en los octavos al australiano Alex de Miñaur, se impuso en una dura batalla al ruso Karen Khachanov: 6-4, 0-6, 4-6, 6-3 y 6-1. Mientras tanto, Serena Williams escapó de las garras de Sloane Stephens, que parecía tenerlo y después, como Bautista, se descomprimió completamente. Al final, 2-6, 6-2 y 6-2.
La gran reina, pues, sigue viva y soñando con el 24º. Se medirá a la griega Maria Sakkari (6-3 y 6-1 a Amanda Anisimova).
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