Messi se lo piensa
El argentino contempla la posibilidad de seguir en el Barça contra su voluntad ante la postura cerrada del club y el lío judicial en que puede acabar el caso
Leo Messi ya no descarta la posibilidad de continuar en el Barça. Y no le gusta que el mandato de la directiva se acabe con su cartel en las paredes del estadio y su imagen en las camisetas azulgrana con el número 10. Tampoco le seduce regresar a un vestuario atomizado y en el que ya no estarán sus amigos Luis Suárez ni Arturo Vidal sino que el mando ha pasado a ser potestad de ...
Leo Messi ya no descarta la posibilidad de continuar en el Barça. Y no le gusta que el mandato de la directiva se acabe con su cartel en las paredes del estadio y su imagen en las camisetas azulgrana con el número 10. Tampoco le seduce regresar a un vestuario atomizado y en el que ya no estarán sus amigos Luis Suárez ni Arturo Vidal sino que el mando ha pasado a ser potestad de Ronald Koeman. Al rosarino, de 33 años, le encantaría salir de forma amistosa y jugar en otro equipo aspirante a ganar la Champions.
Ocurre que los argumentos del jugador no le garantizan un adiós sin consecuencias del Barça. Ni siquiera en el mejor de los casos, y por tanto en el supuesto de que contara con el transfer provisional de la FIFA para debutar ya mismo en otro equipo, evitaría que fuera denunciado a los tribunales deportivos y ordinarios por el Barcelona. Ningún club quiere abrir un litigio con la entidad azulgrana y correr el riesgo de tener que pagar una indemnización por el fallo de Magistratura. Así que una solución sería seguir hasta junio próximo en el Barça para después hacer lo que le diera la gana y recalar si quiere en el Etihad Stadium de Mánchester.
El futbolista, de momento, no ha abierto la boca y, por tanto, hay que remitirse a su padre y representante, Jorge. “No sé”, respondió el progenitor del 10 cuando le preguntaron si Leo jugaría la próxima campaña en el Camp Nou. Ambos se reunieron en casa del futbolista para replantear una estrategia que ahora contempla un escenario hasta ahora inédito: “Messi se lo piensa”, una manera de resumir también la situación después de la entrevista que sostuvieron Jorge Messi y Bartomeu. El contexto invita a la familia Messi a buscar una nueva táctica después de que haya perdido capacidad de intimidación desde que comunicó, el pasado 25 de agosto, que se acogía a la cláusula de escape que figura en el contrato de 2017, el mismo según el club que certifica que la cláusula de rescisión es de 700 millones de euros.
La llegada del padre
El burofax enviado a los servicios jurídicos del club se ha matizado desde la llegada de Jorge Messi. El padre del jugador habló de que la continuidad de su hijo en el club era “difícil, difícil” y ayer dio a entender que hasta es posible que continúe en el Barcelona. Fuentes de la directiva entienden que es a “Messi a quien le corresponde” pronunciarse. “Fue él quien inició precisamente el contencioso; nuestra propuesta es renovarle por dos temporadas”, aclaran en el Camp Nou. El rosarino, que también a través de un burofax comunicó que no se presentaría a las pruebas PCR y por tanto no acudiría al inicio de la pretemporada, ha sido invitado por Bartomeu a presentarse hoy a la Ciudad Deportiva Joan Gamper para que se integre en el equipo que dirige ahora Ronald Koeman.
El entrenador ya anunció que cuenta con Messi. No se descarta, mientras, que ambas partes se vuelvan a reunir en las próximas horas después del “cordial” desencuentro del miércoles en el que insistieron en sus posturas antagónicas: Bartomeu le invitó a continuar con las negociaciones del nuevo contrato (hasta el Mundial de 2022), paralizadas a petición del jugador en julio, antes de la fase final de la Champions. Jorge, sorprendido, resolvió: “¿Cómo va a renovar si se quiere ir?”. “Ninguno de los protagonistas quiere decir nada de lo que se puedan arrepentir”, aseguran en el club, que en caso de no conciliación se remite a la cláusula de rescisión de 700 millones. Messi medita su futuro y Koeman lo espera con la complacencia de Bartomeu.
La marcha atrás del jugador supondría un alivio para Bartomeu en un momento en que ha empezado la campaña de firmas para una moción de censura contra el presidente del Barcelona. La convocatoria de elecciones está prevista para el 15 de marzo y por tanto el mandato de Bartomeu acabaría antes que el reinado de Messi.
La mayoría de precandidatos coinciden en apostar en contra del presidente y a favor del jugador argentino, sorprendido por la dinámica que toma el caso, como si se encontrara en un callejón sin salida cuando le habían garantizado que para ganar la libertad le alcanzaba con mandar un burofax.