Europa es del Lyon
El conjunto francés derrota al Wolfsburgo (1-3) e iguala el récord del Real Madrid de Di Stéfano al conquistar la quinta Champions consecutiva, la séptima de su historia
Todas las eras tienen un final, pero aún no ha llegado el del Olympique de Lyon, que en la temporada más larga y más extraña que se recuerda conquistó este domingo en el Reale Arena de San Sebastián su quinta Champions consecutiva –la séptima en total–, una hazaña histórica que ningún equipo lograba desde hace más de medio siglo, cuando el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano ...
Todas las eras tienen un final, pero aún no ha llegado el del Olympique de Lyon, que en la temporada más larga y más extraña que se recuerda conquistó este domingo en el Reale Arena de San Sebastián su quinta Champions consecutiva –la séptima en total–, una hazaña histórica que ningún equipo lograba desde hace más de medio siglo, cuando el Real Madrid de Alfredo Di Stéfano alzó las cinco primeras Copas de Europa entre 1956 y 1960. Las francesas, un conjunto sobresaliente que no busca excusas ni cuando adolece por la lesión de su mejor jugadora, Ada Hegerberg, igualan el récord del club blanco después de derrotar al Wolfsburgo con los goles de Eugenie Le Sommer, Saki Kumagai y Sara Gunnarsdóttir y una actuación coral formidable, sobre todo en la primera mitad. Fue el broche final para la campaña futbolística 2019/2020, que se cerró en el País Vasco, en un estadio vacío por la pandemia, con la victoria de un equipo supremo que celebra su segundo triplete consecutivo, como ya hiciera en los años 2016 y 2017.
El Lyon se ha convertido en el anatema de los grandes clubes de Europa, y en especial del Wolfsburgo, al que desespera cada vez que se miden en la Champions, por mucho que en 2013 el equipo alemán ganara la final del torneo al conjunto lionés. Desde entonces, las germanas sufren un calvario ante el Olympique: en 2016 perdieron en los penaltis; en 2017 fueron apeadas en los cuartos; en 2018, goleadas en la prórroga de la final; en 2019 volvieron a caer en los cuartos y este domingo no encontraron el remedio para redimirse del vía crucis, superadas siempre por el Lyon, que dominó desde el primer minuto, en el que Kumagai ya disfrutó de una ocasión con un disparo que detuvo Abt.
Tras dos remates de cabeza en los primeros 10 minutos de Wendie Renard, una central que mide 1,87m y que simboliza el poderío del Lyon con sus cinco dianas en la Liga de Campeones –la cuarta máxima artillera–, llegó el tanto de Le Sommer en el 25. Fue gracias a una buena jugada de Delphine Cascarino, que tras asociarse con Lucia Bronze, puso el pase atrás. Falló con la pierna derecha Le Sommer, pero en el rechazo coló con la izquierda el balón en el fondo de la red. Al filo del descanso, la desequilibrante Cascarino, un prodigio en el uno contra uno, dejó atrás a dos rivales. Su centro lo desvió la defensa alemana, pero la pelota quedó al borde del área. Kumagai la golpeó con la izquierda y marcó el segundo en el minuto 44.
Fue un Everest para el Wolfsburgo, que también optaba al triplete y que no perdía un encuentro desde la eliminación ante el Olympique en los cuartos de Champions de 2019. Las alemanas no pudieron con el club lionés, que ha ganado el torneo tanto por su capacidad de jugar bien –este domingo– como de ponerse el mono de trabajo y sufrir –en los cuartos ante el Bayern y en las semifinales ante el PSG–, a pesar del gol de Alexandra Popp en el segundo tramo tras un error de Sarah Bouhaddi. Después de un centro lateral, la portera dejó el balón muerto en el área y las germanas aprovecharon el despiste.
En la cuarta final entre las alemanas y las francesas, la más repetida de la competición, tuvo un peso formidable Cascarino, la vía por la que el Lyon encontró siempre los espacios y las superioridades. Categórica en los regates y clara a la hora de asistir a las compañeras –dio un pase de gol en el minuto 50 a Le Sommer que esta malogró–, fue un mal sueño para las germanas, que en la segunda parte se rebelaron e igualaron el juego al comenzar a ganar cada balón que quedaba dividido. No encontraron, sin embargo, el empate, al que no se acercaron en su lluvia de centros. En el 88 mató el partido Gunnarsdóttir, justo una ex del Wolfsburgo, con un tanto de chiripa tras un córner. La pelota, golpeada dentro del área por Le Sommer, le dio en la pierna y entró disparada en la portería.
Sigue el Lyon imbatido desde el 31 mayo de 2018, cuando perdió la final de la Copa francesa contra el PSG. Desde entonces, dos temporadas sin una sola derrota en las que conquistó todos los títulos que disputó. Tres de sus jugadoras, Bouhaddi, Renard y Le Sommer, que ya estaban en la primera Orejona ganada por el Olympique en 2011, grabaron este domingo otra muesca en la retahíla de estadísticas individuales: son las únicas deportistas que han ganado siete Champions (2011, 2012, 2016, 2017, 2018, 2019, 2020), una más que la leyenda madridista Paco Gento.
Un abismo entre el premio para los campeones y las campeonas
Las diferencias económicas entre la Champions femenina y la masculina son astronómicas. El Olympique de Lyon se llevará 460.000 euros por su quinta victoria consecutiva en la máxima competición europea, que es una cantidad respetable, pero muy alejada de los 19 millones de euros que se embolsó el Bayern Munich por su triunfo en la Champions masculina en Lisboa frente al PSG. Claro que hasta 2010 la máxima competición femenina no repartía premios ni siquiera entre los equipos finalistas. A partir de ese año lo hizo, aunque solo los dos equipos que llegaban al último partido cobraban. Después, la bolsa se comenzó a repartir entre todos los participantes. Esta temporada, el Wolfsburgo, finalista, cobrará 410.000 euros.
El presupuesto del Lyon, el equipo más poderoso de Europa, es de siete millones de euros. El presupuesto del Barcelona ha rondado esta temporada los cuatro millones de euros, después de que la pasada campaña lo cuadriplicara respecto a la anterior.