Yamaha se resarce con una ‘pole’ de Viñales en Austria
Solo 87 milésimas separan a los tres primeros clasificados en el rapidísimo circuito de Spielberg, donde se impone la moto con menos velocidad punta
Yamaha, una fábrica que está en la picota por la fiabilidad de sus motores, ha logrado adjudicarse por vez primera la pole position en el circuito de Spielberg, uno de los más rápidos del calendario. Maverick Viñales, un piloto que llegó a Austria decepcionado por su mal rendimiento en la última carrera, incomprensible su escasa competitividad en Brno, ha vuelto a sonreír y a ver la vida con el filtro de color rosa tras imponerse merced a una vuelta en 1m,23′45s que no pudo superar ninguno de sus rivales. Ni siquiera aquellos cuyas motos le superan de largo en velocidad punta, como las ...
Yamaha, una fábrica que está en la picota por la fiabilidad de sus motores, ha logrado adjudicarse por vez primera la pole position en el circuito de Spielberg, uno de los más rápidos del calendario. Maverick Viñales, un piloto que llegó a Austria decepcionado por su mal rendimiento en la última carrera, incomprensible su escasa competitividad en Brno, ha vuelto a sonreír y a ver la vida con el filtro de color rosa tras imponerse merced a una vuelta en 1m,23′45s que no pudo superar ninguno de sus rivales. Ni siquiera aquellos cuyas motos le superan de largo en velocidad punta, como las Ducati de Dovizioso o Miller, entre nueve y seis km/h más veloces en las rectas, que abundan en este trazado encajado en una valle verde y precioso. El australiano se clasificó en segundo lugar, el italiano en cuarto. Entre ambos, Fabio Quartararo, con otra Yamaha, a solo 87 milésimas de segundo de su futuro compañero de equipo.
Se resarce así, con estos resultados, Yamaha. Aunque solo sea momentáneamente. La seguridad y el rendimiento de sus motores es un tema que está en boca de todos desde que a Valentino Rossi le dejara tirado su M1 en la primera carrera, en Jerez. En la segunda le ocurrió a Morbidelli, con su Yamaha satélite. Y no hay equipo que haya roto (dos en total) y usado más motores que el de la fábrica de los diapasones. Si las MotoGP tienen un máximo de cinco motores por piloto y temporada –si se necesitara utilizar un sexto se sancionaría al piloto en cuestión, que tendría que salir desde el pit lane el domingo de carrera– solo Yamaha ha usado ya sus cinco motores en los casos de Viñales y Morbidelli; cuatro en los casos de Rossi y Quartararo. La mayoría, en cambio apenas ha quitado el precinto a dos de los cinco.
La incógnita es si ahora que han rebajado sus revoluciones estos aguantarán hasta el final del curso sin que ningún piloto sea penalizado. Para ello Yamaha ha tenido que hacer un último movimiento a la desesperada: solicitar a sus rivales que les permitan abrir sus motores –operación que no está permitida y que necesita de la aprobación de todas las fábricas– para poder intervenir y corregir el problema que arrastran desde Jerez aludiendo a que se trata de un tema de seguridad para sus pilotos.
Más allá de los problemas con los que tercia Yamaha, el campeonato se presenta en Austria tan abierto como en las últimas carreras, dada, claro, la ausencia de Marc Márquez desde la segunda prueba. Quinto clasificado en Spielberg fue Pol Espargaró, que confirma que la reciente victoria de su compañero Binder en Brno no será flor de un día. Cierto es que Spielberg es el circuito de KTM, su trazado de pruebas, propiedad de Red Bull, principal patrocinador del equipo austríaco, magnífico el tándem; pero también lo es que el piloto español se ha mostrado muy consistente desde que comenzó la temporada. Si los últimos años fueron Honda y Ducati las fábricas que se impusieron en este circuito rapidísimo, este 2020 no se puede descartar a nadie. Ni a las KTM, ni a las Yamaha, ni a las Suzuki, una moto completísima que este sábado situó a sus dos pilotos en la sexta y la octava posición.