Hamilton pone las cosas en su sitio
El británico logra en Hungaroring su segundo triunfo consecutivo y se coloca líder del Mundial. Sainz, noveno
La estrella de tres puntas que lucen todos los vehículos Mercedes simboliza la versatilidad de una compañía que desde la primera mitad del siglo XX motorizaba coches (tierra), barcos (mar) y aviones (aire). El músculo del gigante alemán sigue presente de forma evidente en la industria, y desde hace más de seis años también tiene su reflejo en el Mundial de Fórmula 1, donde Mercedes ha arrasado con seis dobletes consecutivos desde 2014, cuando se introdujo la tecnología híbrida. La escudería que domina el certamen regresó al cam...
La estrella de tres puntas que lucen todos los vehículos Mercedes simboliza la versatilidad de una compañía que desde la primera mitad del siglo XX motorizaba coches (tierra), barcos (mar) y aviones (aire). El músculo del gigante alemán sigue presente de forma evidente en la industria, y desde hace más de seis años también tiene su reflejo en el Mundial de Fórmula 1, donde Mercedes ha arrasado con seis dobletes consecutivos desde 2014, cuando se introdujo la tecnología híbrida. La escudería que domina el certamen regresó al campeonato en 2010 y creció a partir de las bases del equipo Brawn GP, que a su vez le había comprado todo el tinglado a Honda.
Desde su llegada procedente de McLaren en 2013, Lewis Hamilton ha sido siempre el buque insignia del proyecto, con cinco coronas en los seis últimos años; a la vez que su proyección fuera de los circuitos le ha convertido indiscutiblemente en el principal reclamo del campeonato, un papel del que Mercedes se siente plenamente partícipe. Antes de fichar al británico la marca se asociaba a un cliente conservador y mayor. Con él a bordo se impulsaron una serie de campañas de rejuvenecimiento destinadas a ampliar la horquilla de edad del cliente potencial, combinadas con el lanzamiento de modelos deportivos. Hace tiempo que Mercedes se ha despojado de esa etiqueta de “marca de coches de abuelo”, y sin duda Hamilton ha tenido una influencia capital en ello.
Por todo ello, la escudería ubicada en Brackley (Gran Bretaña) vive por y para el piloto de Stevenage, que el pasado enero cumplió los 35 años. La superioridad que siguen exhibiendo las Flechas de Plata en 2020, donde se han impuesto sin apuros en las dos primeras paradas del calendario, permite que los ejecutivos de la estructura, con Toto Wolff al frente, puedan centrarse en convencer a Hamilton para que firme una ampliación del contrato que expira el próximo 31 de diciembre. Para lograrlo se basan en una estrategia tan simple como efectiva: que se encuentre a gusto. Y eso, conociendo al individuo, solo pasa por ofrecerle un monoplaza con el que pueda seguir acumulando récords –ya los posee casi todos– hasta superar en las estadísticas a Michael Schumacher.
Este domingo, en Hungaroring, igualó otra plusmarca del Kaiser, el único que hasta ahora había podido imponerse ocho veces en un mismo circuito (en su caso, en Magny-Course). En una carrera marcada por la incertidumbre que siempre aporta la lluvia, Hamilton rodó completamente solo al frente del pelotón la mayor parte del tiempo, beneficiado por la calamitosa arrancada de Valtteri Bottas –se anticipó y frenó acto seguido, quedándose clavado y embotellado entre el pelotón– y por la brutal superioridad del bólido que conduce. Se trata del segundo triunfo consecutivo para el nuevo líder de la tabla de puntos y el 86º de su palmarés, una cifra que le deja a cinco de las 91 de Schumacher.
La predicción de Alonso
Max Verstappen cruzó la meta el segundo a pesar de empotrarse contra el muro en la vuelta de formación de salida y cargarse parte de las suspensiones delanteras de su coche. ”Este resultado va por los mecánicos, que sois leyenda”, dijo el holandés, que así quiso agradecer el trabajo hecho en la parrilla de salida. “Los mecánicos hicieron en 20 minutos lo que normalmente requiere una hora y media”, dijo Christian Horner, el jefe de Red Bull. Carlos Sainz, por su parte, concluyó el noveno después de mantener una vistosa gresca con Charles Leclerc, su futuro compañero en Ferrari, y ganar una posición por la sanción horas después a Kevin Magnussen.
Los números reflejan que el actual campeón está en el garaje que más garantías ofrece. Eso lo proclaman la mayoría de corredores, los de dentro del paddock y los de fuera de él. “Probablemente este año y el que viene solo haya un coche que gane todas las carreras”, avisó Fernando Alonso hace unos días, cuando se oficializó su regreso a la F1, el curso que viene y con Renault. Por ahora, el asturiano presenta un 100% de acierto en su predicción.
Por lo demás, Hamilton tiene a su lado a Bottas, un subalterno de lujo que en ningún momento ha demostrado estar en condiciones de plantearle un duelo de verdad como en su día (2016) hizo Nico Rosberg. Aunque aún no se ha hecho oficial, el finlandés ha cerrado una ampliación de contrato que le asegura su puesto hasta finales de 2021.