El Mallorca apura sus opciones de salvación
Los baleares, con un testarazo formidable del Cucho y un gol de Kubo, se quedan a tres puntos del Alavés, que tiene un partido menos
Tiene argumentos el Mallorca para luchar por la salvación, sobre todo en la zona ofensiva, en donde no le falta talento. Tiene vuelo el equipo de Vicente Moreno en los metros finales, que con dos goles, uno del Cucho y otro de Kubo, derrotó este jueves en el Estadio de Son Moix al Levante, que ya llegaba salvado, y animó la pelea por el descenso. Un cabezazo formidable en la primera parte del delantero colombiano tras un centro de Pozo, un extremo cedido por el Sevilla que ha encontrado su hueco e...
Tiene argumentos el Mallorca para luchar por la salvación, sobre todo en la zona ofensiva, en donde no le falta talento. Tiene vuelo el equipo de Vicente Moreno en los metros finales, que con dos goles, uno del Cucho y otro de Kubo, derrotó este jueves en el Estadio de Son Moix al Levante, que ya llegaba salvado, y animó la pelea por el descenso. Un cabezazo formidable en la primera parte del delantero colombiano tras un centro de Pozo, un extremo cedido por el Sevilla que ha encontrado su hueco en el equipo bermellón en el lateral derecho, y un gol de volea de Kubo tras varios rechaces en el área en el tramo final le valieron al Mallorca para ganar su segundo partido desde la reanudación de LaLiga. Los baleares, que siguen hundidos en la antepenúltima posición, se quedan ahora a tres puntos del Alavés –aunque con el golaverage particular a favor de los vascos, que tienen un partido menos y este viernes se enfrentan al Real Madrid (22.00, Movistar LaLiga)– y a cuatro del Celta y el Eibar a falta de tres jornadas para el final del campeonato.
Es el Mallorca el equipo más goleado de Primera, su gran debe, pero en el último tercio del campo tiene un buen muestrario, con Take Kubo, Dani Rodríguez, Cucho Hernández y Ante Budimir. El japonés, cedido por el Madrid y con 19 años recién cumplidos, deja en cada partido una ristra de detalles técnicos. Maneja el balón con habilidad, tiene uno contra uno y encuentra espacios para el pase donde no los hay. No hay dudas de que con su chistera se asentará en la élite, con cuatro goles y cuatro asistencias ya en su primera temporada en Primera, y su techo dependerá sobre todo de la rentabilidad que logren en los últimos metros sus dotes, que son muchas y muy buenas.
No habían pasado ni dos minutos y el Mallorca, que hoy ha logrado por quinta vez en lo que va de Liga mantener su portería a cero, ya se había acercado en dos ocasiones a la portería del Levante. La primera ocasión fue una volea de Dani Rodríguez tras una falta lateral lanzada por Salva Sevilla. El tiro del gallego se fue fuera, pero remató dentro del área, centrado y con todo el ancho de los tres palos delante. La segunda fue la primera travesura de Kubo, un centro para un remate franco del Cucho Hernández, que cabeceó desviado. No erró el colombiano en la segunda ocasión que tuvo al borde del descanso: tras una buena jugada del Mallorca, Pozo se acercó al área y puso un centro que parecía fácil para el despeje de Coke, que se quedó parado esperando el balón mientras el Cucho corría para ganarle la posición. El colombiano saltó más que el lateral, giró la cabeza y picó el balón al palo largo de Aitor Fernández, que 10 minutos antes había detenido un zurdazo de Kubo que se acercaba a su escuadra izquierda.
El Levante, sin un objetivo deportivo en juego más más allá de quedar unos puestos más arriba o más abajo –nada baladí para las arcas del club, pues parte del dinero de los derechos televisivos llega en función de la clasificación–, jugó un partido plomizo, con su faro, Campaña, apagado, sin poder casi entrar en juego. En todo el encuentro solo dispararon dos veces sobre la portería de Manolo Reina, ninguna con demasiado peligro, a pesar de manejar más tiempo el balón que el Mallorca, especialmente en la segunda mitad, cuando los bermellones titubearon, con el peso del descenso en la espalda, y se quedaron más tiempo en su campo a la espera de una contra. Encontraron con frecuencia aire en Budimir, capaz de jugar con los defensas pegados a su espalda y bajar balones que son sandías, y en algunas conducciones eléctricas de Dani Rodríguez y Kubo. En la última del japonés llegó el segundo y último tanto de los locales. Se fue de sus marcadores, pero Aitor Fernández paró su tiro y el del rechace, de Salva Sevilla. Nada pudo hacer al tercer intento, cuando Kubo embocó a gol con una volea a bocajarro entre siete jugadores del Levante. Un reflejo del partido, con un equipo que se jugaba el descenso y otro ya salvado, con el billete para otro año en Primera en el bolsillo.