Roland Garros, sí o sí con público

El grande francés mantiene su postura inicial y planifica un aforo al 50 ó 60%

La renovada Philippe Chatrier, con el nuevo techo retráctil. / FRANCK FIFE (GETTY)

Mientras el tenis todavía digiere los contagios de la fallida exhibición montada por Novak Djokovic y abraza el buen hacer de los hermanos Murray, marcando el pasado fin de semana el buen camino con un torneo blindado y cada jugador con pelotas propias, el gigantón John Isner invita a salir de la madriguera –”vosotros, coronabros, podéis quedaros en el sótano todo el tiempo que queráis. Yo elijo vivir mi vida y promocionar el deporte que amo de una manera segura…– y recibe una torrentera de críticas en las redes. También le llovieron en su día, hace no tanto, a Roland Garros cuando anun...

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Mientras el tenis todavía digiere los contagios de la fallida exhibición montada por Novak Djokovic y abraza el buen hacer de los hermanos Murray, marcando el pasado fin de semana el buen camino con un torneo blindado y cada jugador con pelotas propias, el gigantón John Isner invita a salir de la madriguera –”vosotros, coronabros, podéis quedaros en el sótano todo el tiempo que queráis. Yo elijo vivir mi vida y promocionar el deporte que amo de una manera segura…– y recibe una torrentera de críticas en las redes. También le llovieron en su día, hace no tanto, a Roland Garros cuando anunció que se trasladaba al otoño, pero el grande francés sigue erre que erre: no solo se disputará, sino que además, como pretendía desde que anunciara su polémico movimiento unilateral, lo hará con espectadores en sus gradas.

En concreto, la cifra oscilará entre el 50 y el 60% con respecto al aforo habitual, según precisó ayer la Federación Francesa de Tenis (FFT) a través de un comunicado en el que detallaba sus planes y venía a decir que sigue adelante con todo, como ya advertía en su día pese a la imparable expansión de la covid-19. El torneo parisino, que vendrá precedido de las citas de Kitzbühel, Madrid y Roma como lanzaderas de la gira sobre tierra batida, se celebrará del 27 de septiembre al 11 de octubre si no hay alteraciones de aquí en adelante.

A diferencia de Wimbledon, que decidió sin fisuras la cancelación de su evento gracias al respaldo de un seguro antipandemias que ha paliado el brutal impacto económico, la Federación Francesa dejó muy claro desde el principio que Roland Garros se disputaría sí o sí. Ahora bien, a su presidente, Bernard Giudicelli, no le ha salido la jugada del todo completa. “Apostaría por un torneo con el máximo de público. No le tenemos demasiado cariño a la hipótesis de jugar a puerta cerrada, aunque no olvidemos que es el Gobierno quien decide”, exponía a principios de junio.

De esta forma, el major francés podrá acoger hasta 20.000 espectadores en su complejo durante la primera semana de competición y la mitad, 10.000, en las rondas finales. Las tres pistas pistas principales (Philippe-Chatrier, Suzanne-Lenglen y Simonne-Mathieu) podrán albergar a grupos de hasta cuatro personas, unas al lado de otras, y cada grupo estará separado por un asiento vacío. En las pistas anexas, donde los asientos son libres, “una plaza de cada dos será tapada” para evitar agrupamientos.

Entradas y mascarillas

Las entradas saldrán a la venta el día 9 de este mes y “en el caso de que la evolución sanitaria sea favorable, se venderán otras suplementarias a partir de septiembre”, matizó ayer Giudicelli. En principio, estarán a disposición de aficionados de todo el mundo, “sin discriminación en la compra”, aunque la FFT advierte de que esas personas que viven en otros países deben “conocer los riesgos” ligados a su zona de residencia y deben tener en cuenta “imprevistos” si las autoridades sanitarias les prohíben su viaje a Francia.

Por otra parte, el uso de mascarillas será “recomendable” en los alrededores del complejo y una vez que los espectadores estén sentados, y “obligatorio en la fase dinámica”; es decir, durante cualquier desplazamiento en el interior. Mientras, todavía no se han concretado las medidas sanitarias que se impondrán a los tenistas y el resto de los profesionales a la hora de acceder al recinto, ubicado al suroeste de París, lindando con el Bois de Boulogne.

El circuito se detuvo a comienzos de marzo, justo antes de que arrancara la gira norteamericana sobre cemento en Indian Wells. A partir de ahí, la Federación Francesa reprogramó su Grand Slam, fijado a finales de mayo, al 20 de septiembre. Sin embargo, la ATP anunció recientemente el calendario hasta final de temporada y Roland Garros fue aplazado una semana más adelante, con el objetivo de ampliar el margen con respecto al US Open, que se disputará del 31 de agosto al 13 de septiembre en Nueva York. Eso sí, sin público en Flushing Meadows.

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