La Juventus asegura otra final en el regreso del ‘calcio’

Cristiano falla un penalti pero el equipo turinés elimina al Milan y buscará el título de Copa

El árbitro expulsa a Ante Rebic con roja directa.Spada/Lapresse/Lapresse via ZUMA (Europa Press)

El fútbol regresó a Italia después de 95 días de tragedia nacional, vacilaciones políticas y desencuentros institucionales sin cuento en la búsqueda de garantías sanitarias suficientes en un país que registra más de 236.000 infectados y más de 34.000 muertos por covid-19. Contra todo pronóstico. El primer balón rodó en el Juventus Stadium, ...

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El fútbol regresó a Italia después de 95 días de tragedia nacional, vacilaciones políticas y desencuentros institucionales sin cuento en la búsqueda de garantías sanitarias suficientes en un país que registra más de 236.000 infectados y más de 34.000 muertos por covid-19. Contra todo pronóstico. El primer balón rodó en el Juventus Stadium, escenario del último partido de la Serie A antes del apagón. Se enfrentaron la Juventus y el Milan para dirimir la vuelta de la semifinal de Copa Italia, tras el 1-1 en la ida. Previsiblemente —en tiempos de peste los fuertes son más fuertes que nunca— se clasificó la Juve tras el 0-0. El gran poder del fútbol italiano disputará la final el próximo miércoles en Roma. Se medirá al ganador del Nápoles-Inter (0-1 en la ida para los napolitanos), que se disputa este sábado en el San Paolo.

La velada siguió la pauta del nuevo fútbol desnaturalizado por la esterilización. Como en Alemania, en Turín las gradas vacías fueron testigo de un intercambio marcado por las imprecisiones, la falta de ritmo y cierta abulia general propiciada por la ausencia de público. Se impuso al tran trán la plantilla más dotada. Dominó la Juventus sin hacer absolutamente nada deslumbrante, bastándose con la categoría para empujar desde el primer toque a un Milan de subsistencia, inhibido por las bajas de Ibarhimovic por lesión y Theo Hernández por sanción.

El duelo ya era evidentemente desigual cuando a los 12 minutos el árbitro Daniele Rosato señaló un penalti de consecuencias tan inesperadas como demoledoras para el Milan. Apurado ante un avance de Cristiano en el área, Conti tocó la pelota con el codo y el VAR determinó la pena máxima. Cristiano remató junto a la cepa del palo y Donnarumma lo desvió al palo. El poste escupió el balón a un costado, donde un jugador del Milan lo despejó al mediocampo. Fueron lanzados Danilo y Rebic. Danilo llegó primero. Rebic alzó la bota y se llevó a Danilo con los tacos por delante. La roja directa despojó al equipo más vulnerable de su jugador más resolutivo. Autor de seis tantos desde el 19 de enero, el intempestivo Rebic verificó las peores presunciones de alienación que le imputan sus numerosos críticos.

Los porteros destacaron en el desierto futbolístico de la noche. Donnarumma fue la gran figura de un Milan en el que fracasaron todos los atacantes, uno por uno: Rebic, Leao, Paquetá, Calhanoglu, Bonaventura y Bennacer. A sus 21 años, el portero comandó su defensa a lo largo del penoso recorrido que debió emprender. Lo hizo con autoridad, considerando su edad y el calibre del adversario. El año que Donnarumma nació, en 1999, el portero de la Juventus, el legendario Gigi Buffon, levantó con el Parma la primera de sus cinco Copas.

Buffon, en el otro extremo del campo, mantuvo despiertos a sus compañeros y a todos los presentes en el viejo Delle Alpi. La gravedad de la voz del capitán juventino, de 42 años, impregnó cada jugada en el soporífero desarrollo de la eliminatoria sentenciada. “¡Attenzione!”, rugía, dirigiendo a Leandro Bonucci. “¡Leaaaa...!”.

Buffon no quería perderse la final. Podría ser su despedida del fútbol. Tampoco se la quería perder Cristiano Ronaldo, que peleó por cada balón dividido aunque no sirviera de casi nada ante un rival que perdía los balones sin que le forzaran a ello. A Cristiano solo le falta la Copa italiana para completar una colección única en el fútbol mundial. Ningún futbolista en la historia ha logrado ganar todos los títulos nacionales de Inglaterra, España e Italia. Tras alcanzar la final de Roma con 35 años dispondrá de una oportunidad insólita.

El empeño de Cristiano, la omnipresencia de Bentancur, y la sutil dirección de Pjanic, sobraron para mantener al Milan metido en su empalizada. Hasta el minuto 47 el equipo de Pioli no consiguió un remate. Síntoma de los problemas que atraviesa el Milan y prueba recurrente del gran esfuerzo que deben hacer las plantillas para ponerse al día después de una parálisis que ha situado a los equipos en un territorio desconocido.

La Juventus sumaba 17 victorias y un empate en su estadio esta temporada. El Milan no gana un título desde 2011. El destino parecía señalado. La pandemia lo grabó a fuego.


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