Mendilibar: “Se está adulterando la competición”
El entrenador del Eibar se muestra contrario a los cambios de estadio y la norma de las cinco sustituciones, y pide jugar con público en los campos
La última vez que el Eibar jugó en el estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas fue el 19 de abril de 2014 frente al Real Madrid Castilla. Ganó 0-1, con gol del ahora jugador del Athletic Ander Capa, y estaba dirigido por el actual técnico rojiblanco Gaizka Garitano. De aquel choque de hace seis años, solo un futbolista puede repetir: Lucas Vázquez, ahora en las filas blancas, y quizás también –si así lo deciden en la Federación–, el árbitro Medié Jiménez. Los demás serán nuevos en estas circunstancias tan especiales. La última v...
La última vez que el Eibar jugó en el estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas fue el 19 de abril de 2014 frente al Real Madrid Castilla. Ganó 0-1, con gol del ahora jugador del Athletic Ander Capa, y estaba dirigido por el actual técnico rojiblanco Gaizka Garitano. De aquel choque de hace seis años, solo un futbolista puede repetir: Lucas Vázquez, ahora en las filas blancas, y quizás también –si así lo deciden en la Federación–, el árbitro Medié Jiménez. Los demás serán nuevos en estas circunstancias tan especiales. La última visita de José Luis Mendilibar a la Ciudad Deportiva del Real Madrid también fue fructífera. El Valladolid que él dirigía venció 1-3 al filial merengue.
Ahora regresa, pero en Primera División, y el lunes por la noche rompió su silencio de meses, desde el inicio del confinamiento. En una entrevista en la Cope, desgranó sus sensaciones sobre la vuelta de la competición. Dijo que no imagina lo que puede pasar: “No lo vamos a saber hasta jugar el primer partido. Es muy diferente a una pretemporada, Han sido cinco semanas de preparación, sí, pero solo dos con entrenamientos de equipo. Tenemos dudas, todo el mundo tiene dudas”. Una de las principales tiene que ver con las consecuencias físicas de un calendario tan comprimido: “No estamos preparados para jugar tantos partidos en tan poco tiempo. Ni siquiera en los Mundiales se hace. La preparación no es la adecuada. Para cumplir un protocolo hemos tenido que entrenar de muy diferentes maneras, y hay riesgo de lesiones que habitualmente no suceden. Tendremos que verlo”.
Todo lo que ha pasado en estas semanas fue extraño para el técnico vizcaíno: “Hemos tenido a un señor de LaLiga controlando los entrenamientos. Si nos pasábamos nos podían abrir un expediente. Los que tenemos pocos campos para entrenar somos más fáciles de vigilar. Los que tienen más igual pueden hacer cosas que nosotros no podíamos”, advirtió. Su relación con el director de partido, pese a todo, ha sido buena: “Hablaba con él, y bien. Algún día no hicimos las cosas bien. Hubo más gente de la permitida. Podía haber 8 o 9 jugadores entrenando individualmente y nos sobrepasamos. Te dicen que no puede haber tanta gente en el terreno de juego. Hemos tenido buena relación, aunque a veces no nos sabía contestar a algunas preguntas”.
Durante el confinamiento, y después de conocer que LaLiga preparaba el regreso a los entrenamientos, los jugadores del Eibar difundieron un comunicado en el que expresaron su temor por un regreso prematuro. En el organismo dirigido por Javier Tebas la nota no sentó nada bien. Según Mendilibar, “el comunicado era de los jugadores y el cuerpo técnico, y luego la pandemia ha cambiado. Cuando lo hicimos, había muchos muertos y todos teníamos miedo. Ahora, en el país no hay tantos muertos y la situación está mejorando mucho y se está normalizando”, apuntó.
“No creíamos en los protocolos para poder jugar al fútbol después. Eran para no contagiarnos, eso estaba controlado, pero no era suficiente para hacer un buen entrenamiento de equipo. Es un deporte en el que tenemos que chocar, nos agarramos, estamos muy cerca unos de otros. No podemos estar a dos metros de distancia, que era lo que mantenían los sanitarios. Con todo eso, no podíamos cumplir”, añadió.
A favor de público en los estadios
El comunicado del Eibar, aunque levantó una polvareda, no recibió el apoyo del resto de los futbolistas: “Creo que en el fútbol somos muy egoístas. El fútbol de ahora no tiene nada que ver con el de hace 30 años, en el que la gente estaba más unida”, comentó. Sin embargo, la postura de Mendilibar ha variado. “Ahora, tal como está la situación, sí creo que se puede jugar, e incluso que puede ir gente al campo. Si puede estar la gente en los bares, ¿por qué no puede entrar a los estadios?, pero cuando hicimos el comunicado, había muchos muertos y veíamos difícil poder competir”.
A los armeros les reprocharon que era su posición delicada en la clasificación (decimosextos) la que les llevaba a tratar de eludir el regreso a la competición, una acusación que Mendilibar niega. “Si hablamos los de abajo, nos dicen que no queríamos jugar porque así no bajábamos, que teníamos la excusa para no acabar LaLiga. ¿Pero qué pasa si se para dentro de tres semanas, sin terminar todavía? Cuando juegas al mus sin saber las reglas, o las cambias con la partida empezada, lo estás cambiando todo. Se han modificado reglas. Algunos cambian de estadio para jugar. Se está adulterando la competición. Estás aceptando el cambio de escenario y que cada equipo juegue con sus herramientas. ¿Por qué?”, se preguntó.
Precisamente el Eibar jugará este domingo contra el Madrid en Valdebebas en lugar de en el Bernabéu. “No sé si salgo beneficiado. Igual prefiero hacerlo en un estadio tan grande con 200 personas. Está más desangelado para el de casa, pero no sé qué será mejor. No tengo ni idea”, admitió.
En su discurso quedó claro que el cambio de normas es lo que peor lleva: “Siempre que se modifican es en contra. Tendríamos que jugar con las mismas reglas que antes del coronavirus. ¿Por qué cinco cambios y no como en baloncesto, que pueden entrar y salir cuando quieren? Con un pequeño cambio que hagas, ya cambias el deporte. Un equipo grande tiene mejor plantilla para los cambios”. Reconoció, eso sí, que la suspensión de varios meses le ha podido beneficiar a su equipo: “No sé qué decir. Antes del parón no estábamos bien. Por cierto, fuimos los primeros damnificados por jugar sin público. Y perdimos [contra la Real]”.
Mendilibar ya pasó por la experiencia de jugar a puerta cerrada, en el último partido antes del Estado de Alarma. “No tiene nada que ver. Te escuchas a ti mismo, escuchas lo que dicen los demás, a los rivales. Creo que los jugadores necesitan mucho esfuerzo mental. El público les hace meterse en el partido. Veo la Liga alemana y me cuesta ver un partido entero”. Será cuestión de adaptación, también de los árbitros: “Antes no escuchaban tanto como lo que van a escuchar ahora de entrenadores o jugadores. Creo que deberán tener más sangre fría”.
El año pasado, el Eibar convirtió Ipurua en un fortín. Fue el segundo equipo de LaLiga con mayor porcentaje de puntos logrados en su estadio, un 70%, por el 71% del Celta. Este curso, los de Mendilibar se mantienen en ese mismo promedio, por detrás de Valencia (71%), Alavés (72%) y Levante y Betis (73%). “El público tiene importancia. Sin él se multiplican las victorias visitantes. El equipo no se siente tan arropado. Eso de que el público es el jugador número 12 es verdad”.
Otro inconveniente para el Eibar es que su plantilla, ya corta de por sí, puede verse mermada si algún jugador decide abandonar el club al llegar el 30 de junio. En el equipo guipuzcoano hay varios futbolistas que acaban contrato en esa fecha: “Los clubes tienen que llegar a un acuerdo con los jugadores para que sigan después del 30 de junio. Yo seguiré un mes más, pero hay seis jugadores que acaban contrato y no sé si continuarán. Eso también altera la competición. Se da por hecho que las cosas se hacen, pero luego hay que hacerlas y llegar a acuerdos”, remachó.