Los libros de Robinson
El inglés, excelente comunicador y gran contador de historias, fue autor y protagonista de varios libros. El primero fue ‘Las cosas de Robin’
Cuando Michael Robinson llegó a Osasuna, en 1987, demostró desde el inicio que estaba llamado a hacer historia. Pudiendo haber topado con la Iglesia, lo hizo con el mismísimo Dios. Las palabrotas tuvieron la culpa. Resulta que Robinson se pasaba los entrenamientos oyendo las expresiones que lanzaban sus compañeros. Entre ellas, había una, “hostia puta”, que por algún motivo se le quedó marcada.
Durante una misa en la catedral de Murcia, en la mañana de un día de partido, vio que la gente formaba cola frente al cura para recibir “lo que parecía una patata”. Preguntó qué era aquello. Le c...
Cuando Michael Robinson llegó a Osasuna, en 1987, demostró desde el inicio que estaba llamado a hacer historia. Pudiendo haber topado con la Iglesia, lo hizo con el mismísimo Dios. Las palabrotas tuvieron la culpa. Resulta que Robinson se pasaba los entrenamientos oyendo las expresiones que lanzaban sus compañeros. Entre ellas, había una, “hostia puta”, que por algún motivo se le quedó marcada.
Durante una misa en la catedral de Murcia, en la mañana de un día de partido, vio que la gente formaba cola frente al cura para recibir “lo que parecía una patata”. Preguntó qué era aquello. Le contestaron: “Es la hostia”. Él repreguntó: “Ah, ¿la hostia puta?”. Con tan mala suerte de que, además del Altísimo, también lo oyó el entrenador, que lo conminó a pedir perdón. Robinson decidió no hacerlo. Seis semanas después, el delantero inglés no veía puerta y tocaba visitar al Barcelona. Al salir a inspeccionar el césped, vio a su compatriota Lineker, que llevaba ocho encuentros sin marcar, rezando en la capilla del estadio. Se unió a él. El partido acabó con victoria blaugrana por dos goles a uno. Dos goles de Lineker y uno de Robinson. El primero había rezado el doble. El segundo no dejó de meterse en el baño antes de cada partido, mirar hacia arriba y decir: “Siento lo de Murcia”.
Robinson, excelente comunicador y gran contador de historias, fue autor y protagonista de varios libros. Las cosas de Robin (EL PAÍS Aguilar), de 1996, fue el primero. Después, llegaron Lo que el ojo no ve y Acento Robinson (Aguilar). Es lo que hay (Aguilar), del periodista Jesús Ruiz Mantilla, se publicó en 2017. Todos ellos reflejan los rasgos del exfutbolista. Su naturalidad, su simpatía, su capacidad para interpretar lo que estaba pasando o su ingenio. Libros que se leen como se lo escuchaba a él: con una sonrisa.