Aumenta la presión para cancelar la Euroliga
Presidentes, técnicos y jugadores se muestran partidarios de trabajar desde ya para preparar el futuro. “Es el momento de pensar en una nueva era. Esto nunca volverá a ser lo mismo”, dice Datome
Los clubes de la Euroliga fijaron hace unos días la fecha del 24 de mayo como límite para obtener la luz verde de las autoridades políticas y sanitarias para reanudar la competición. Pero, a menos de cuatro semanas vista de ese punto de inflexión, se suceden las declaraciones de personajes relevantes del torneo continental inclinándose por la cancelación definitiva, para enfocar los esfuerzos en minimizar una incertidumbre deportiva y económica que ya se extiende a la próxima temporada.
“Si tenemos que cancelar, lo haremos. Si vemos un mínimo riesgo, ni siquiera plantearemos a los clube...
Los clubes de la Euroliga fijaron hace unos días la fecha del 24 de mayo como límite para obtener la luz verde de las autoridades políticas y sanitarias para reanudar la competición. Pero, a menos de cuatro semanas vista de ese punto de inflexión, se suceden las declaraciones de personajes relevantes del torneo continental inclinándose por la cancelación definitiva, para enfocar los esfuerzos en minimizar una incertidumbre deportiva y económica que ya se extiende a la próxima temporada.
“Si tenemos que cancelar, lo haremos. Si vemos un mínimo riesgo, ni siquiera plantearemos a los clubes la opción de volver”, afirmó Bertomeu a mediados de mes, al tiempo que proyectaba un plan de regreso a la actividad el 12 de junio para culminar el curso en una única sede, a puerta cerrada, y con una Final a Ocho como colofón. “Si los gobiernos y las autoridades sanitarias permiten que se jueguen los partidos y podemos poner todas las medidas de salud y seguridad para proteger a los participantes, creo que tenemos la obligación de reanudar la temporada. Es una obligación con nuestros socios y, sobre todo, con nuestros aficionados”, explicó este miércoles al medio ruso Sportsru el CEO del torneo. “Desde el pasado octubre hasta la suspensión en marzo, hemos sido testigos de la mejor temporada de la Euroliga. Nuestros seguidores estaban llenando los pabellones y, tanto en televisión como en las plataformas digitales, estábamos rompiendo todos los récords. Los aficionados son nuestro pilar principal y su apoyo también será clave al tomar una decisión”, completó Bertomeu.
Sin embargo, la complejidad para armonizar las desescaladas de los 10 países que tienen equipos en el torneo y para reagrupar a los jugadores repartidos por el mundo acotan cada vez más cualquier margen de maniobra. “Probablemente, el 24 de mayo el nivel de restricción entre los países sea totalmente distinto y, por ejemplo, los tres clubes rusos no reciban autorización para cruzar la frontera”, expresó el lunes Andréi Vatutin, presidente del CSKA de Moscú. “Hay muchas más preguntas que respuestas. Esto recuerda más a una campaña de reanimación y sería más importante prepararse para la próxima temporada que seguir intentando salvar ésta”, indicó el mandatario ruso que, días antes y a la espera definitiva del balance de daños, había cifrado las pérdidas de su equipo en 5,5 millones de euros. “La siguiente campaña es un misterio y vienen tiempos difíciles”, aventuró el dueño del club con el segundo mayor presupuesto de la competición (40,5 millones). “Con semejante caída en los ingresos, es difícil esperar algo bueno. Los recortes presupuestarios serán de al menos el 30%”, dijo.
Las dudas expresadas por Vatutin se extienden desde lo económico y organizativo hasta el ámbito estrictamente deportivo. “Es ridículo no entrenar durante más de dos meses y luego decidir el campeón en dos o tres semanas. Además, condenamos a los jugadores a lesionarse, arrojándolos a partidos decisivos después de esa pausa tan larga”, señaló el presidente del CSKA. En la misma línea van las reflexiones de Ettore Messina, entrenador del Armani Milán. “A estas alturas, parece difícil reunir a 18 equipos, recuperar a todos los jugadores que se han ido a sus casas y garantizar la seguridad. Es muy difícil reanudar la competición. Con las normas actuales de distanciamiento social, no se puede pensar en acabar una temporada de baloncesto. Ni siquiera a puerta cerrada. No hay alternativas viables”, desarrolla el técnico italiano, que antepone lo social a lo deportivo: “Ahora mismo hay cosas mucho más importantes que el baloncesto”.
Presidente, entrenadores y también jugadores que abogan por echar el cierre al presente curso sin más dilación. “Lo mejor sería parar ahora y prepararnos lo mejor posible para la próxima temporada porque lo más importante es la salud. Entiendo el problema económico, pero es incoherente intentar seguir", indicó el francés Nando de Colo, escolta del Fenerbahçe. Su compañero de equipo y presidente del sindicato europeo de jugadores, Luigi Datome, fue más allá. “Ha llegado el momento de pensar en una nueva era, en el deporte también. Esto nunca volverá a ser lo mismo y el baloncesto no es el fútbol. Debemos sentar unas bases sostenibles para cinco años. Jugar a puerta cerrada es señal de que hay problemas y entonces no tiene sentido jugar”, contó ayer el jugador italiano en la emisora Canale-9 de su país.
La corriente partidaria de la cancelación de la temporada contrasta, momentáneamente, con la aspiración de resistencia de los dirigentes para salvar los muebles esta temporada en la medida de lo posible. “La incertidumbre es grande, pero hay tiempo. Debemos trabajar de manera consensuada y espero que todo pueda encajar para los clubes que conviven en dos competiciones”, señaló el presidente de la ACB, Antonio Martín, en Movistar+, aludiendo al solapamiento de fechas entre el proyecto de reanudación de la Liga Endesa y el de la Euroliga. La liga española, la turca, la alemana, la Adriática y la Euroliga son las únicas competiciones del baloncesto europeo que no han cancelado el curso. La cuenta atrás para tomar la decisión definitiva avanza a mayor ritmo que acumulación de certezas.