Las balas de Klopp vuelan por los laterales
Alexander-Arnold y Robertson, los carrileros que más ocasiones crean en Europa, participan en el 90% de los goles del Liverpool que enfrentará al Atlético
Los testigos de los primeros entrenamientos de Jürgen Klopp en el Liverpool recuerdan dos cosas que nunca vieron en otros técnicos. Primero, que hizo de cada sesión con balón una prueba que llevó a los jugadores al umbral de su capacidad aeróbica y anaeróbica. Segundo, que contra el viejo manual, el alemán no puso los cimientos en el adiestramiento de la defensa sino en la distribución del espacio entre sus futbolistas más ofensivos. Dedicó largas hora...
Los testigos de los primeros entrenamientos de Jürgen Klopp en el Liverpool recuerdan dos cosas que nunca vieron en otros técnicos. Primero, que hizo de cada sesión con balón una prueba que llevó a los jugadores al umbral de su capacidad aeróbica y anaeróbica. Segundo, que contra el viejo manual, el alemán no puso los cimientos en el adiestramiento de la defensa sino en la distribución del espacio entre sus futbolistas más ofensivos. Dedicó largas horas a repetir rutinas para que el nueve, los extremos y los interiores intercambiaran posiciones con rapidez y sin superponerse, pasando por los carriles centrales para descolocar a los zagueros y a los pivotes rivales, y así abrir huecos por afuera. Por ahí lanzó a los laterales. Klopp los define como “los hombres más libres” o “los quarterbacks” del fútbol contemporáneo. El tiempo le brindó proyectiles: el canterano Trent Alexander-Arnold y el escocés Andrew Robertson, fichado por nueve millones de euros al Hull, de Segunda División.
Alejados del brillo de Salah, Firmino y Mané, asoman dos jugadores que se han convertido en los laterales más determinantes del fútbol europeo. Alexander-Arnold y Robertson suman 21 asistencias de gol esta temporada. El año pasado crearon más ocasiones que ningún jugador de la Premier; y este curso Arnold es el segundo futbolista que más ocasiones genera (75) por debajo de De Bruyne (96), y el que más centros mete (235).
Si el Atlético aprovecha el 1-0 de la ida de octavos de la Champions y este miércoles sobrevive a la hoguera de Anfield, antes deberá tapar las subidas de dos estajanovistas. “Klopp ha encontrado un equilibrio”, explica Unai Emery, que enfrentó al Liverpool como entrenador del Sevilla y el Arsenal. “Ha hecho de la condición física la base de su rendimiento; y este año ha dado un paso más adelantando la defensa. Adelanta la zaga y los dos laterales forman parte de un concepto de alta intensidad. Los dos son jugadores de 11 kilómetros por partido y de 1.000 a 1.300 metros de altísima intensidad. Son balas”.
“Te exigen tanto a tus extremos”, señala Emery, “que cuando los atacas no es fácil porque ellos tienen poderío para recorrer las bandas, las coberturas de sus interiores son excelentes, y los dos centrales asumen con naturalidad los duelos uno contra uno. Van Dijk se los come a todos. Porque una cosa es defender muy bien con equipos muy organizados en superioridad, o en posición baja, y otra hacerlo cuando abres el campo y juegas en posiciones tan altas. Ahí es donde se ven los defensas capaces de correr para atrás”.
Juanma Lillo, que estudia al Liverpool de Klopp desde que entrenaba al Sevilla, ve dos vías de oxígeno: “El Liverpool como le pasaba al Dortmund respira más por fuera que por dentro. Los laterales son desacomplejados. Tienen muchas ganas de que los pillen corriendo que no jugando, y sucede que los que juegan por dentro [Fabinho, Wijnaldun y Henderson] son muy buenos. Necesitan pocos toques para encontrar compañeros en situaciones ventajosas y muchas veces son los laterales. Han conseguido un nivel de ejecución tan preciso a alta velocidad que no les hace falta masticar tanto la jugada para aparecer. Otra cosa es que contra el Atlético encuentren situaciones ventajosas en la última línea. Lo tendrán difícil”.
“La proyección ofensiva de los dos es una locura”, dice un técnico de la Premier que destaca el pase largo, preciso y repentino de Alexander-Arnold. “Lo curioso es que muchas acciones de gol comienzan por un cambio de frente entre uno y otro. Ves inicios de juego del portero con Arnold, o recuperación de Arnold, cambio de frente a Robertson, proyección, centro y ocasión de gol”.
“La disposición regular del Liverpool es 4-3-3”, continúa este entrenador, que pide el anonimato. “El hecho de que tengan tres arriba más tres en el medio hace que el rival se fije por dentro. Para bloquear a esos seis los rivales se concentran en los pasillos centrales, y esto hace que los laterales tengan más espacio que nadie”.
Cuentan sus colaboradores que Jürgen Klopp andaba buscando soluciones a la falta de centrocampistas creativos cuando, siendo entrenador del Dortmund, el club traspasó a Sahin al Madrid, Götze al Bayern y Kagawa al United. Mientras imaginaba situaciones para crear ocasiones de gol desde posiciones menos convencionales que la mediapunta, según explica la revista The Athletic, el técnico nacido en la Selva Negra reparó en el Barcelona de Tito Vilanova y Luis Enrique. Ahí observó que ante las crecientes dificultades que afrontaba el equipo azulgrana para encontrar pases interiores cuando los rivales se cerraban, Jordi Alba y Dani Alves se ofrecían como extremos duplicados desde los laterales. Fue así como comenzó a gestar la idea que materializó en Liverpool hace dos temporadas con Robertson, el Alba, y Alexander-Arnold, el Alves de Merseyside.
Con solo 21 años, Trent Alexander-Arnold se ha convertido en figura del vigente campeón de la Champions. Nació en una barriada de Liverpool y estaba llamado a ser el sucesor del Steven Gerrard desde que apareció en la cantera con gestos de volante ofensivo. Pero Klopp prefirió explotar su zancada y su clase situándolo en un puesto que hasta hace poco fue el más sombrío del fútbol. Junto con su pareja en la izquierda, desde hace un año ha participado en el 90% de los goles del Liverpool.