Sigue la guerra en la F-1: la FIA defiende la legalidad de su pacto secreto con Ferrari
Tras ser tildado de poco transparente por siete equipos de la parrilla, el ente regulador defiende que actuó dentro del marco legal al no desvelar su acuerdo con la ‘Scuderia’
Apenas 24 horas después de que siete de los 10 equipos que configuran la parrilla del Mundial de Fórmula 1 se levantaran en pie de guerra y reclamaran más transparencia a la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el organismo que legisla en el campeonato trató de defender una praxis que cada vez está más en cuestión. El origen del enfrentamiento nace de un acuerdo que la FIA cerró con Ferrari, que hizo público con nocturnidad y alevosía –10 minutos antes de que ...
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Apenas 24 horas después de que siete de los 10 equipos que configuran la parrilla del Mundial de Fórmula 1 se levantaran en pie de guerra y reclamaran más transparencia a la Federación Internacional del Automóvil (FIA), el organismo que legisla en el campeonato trató de defender una praxis que cada vez está más en cuestión. El origen del enfrentamiento nace de un acuerdo que la FIA cerró con Ferrari, que hizo público con nocturnidad y alevosía –10 minutos antes de que terminara la última jornada de test de pretemporada en Montmeló– y con el que el agente regulador pretendía dar carpetazo a las sospechas de varias estructuras sobre la posible ilegalidad del motor empleado por los bólidos rojos durante parte de la temporada pasada. Aquel viernes por la tarde, la FIA simplemente notificó el pacto sellado con la compañía de Maranello y argumentó que los pormenores del mismo quedarían “entre ambas partes”.
Insatisfechos con esa respuesta, Mercedes, McLaren, Williams, Red Bull, Renault, Alpha Tauri y Racing Point, todas las formaciones que no equipan sus coches con motor Ferrari, mandaron este jueves un comunicado conjunto lamentando la poca transparencia de tal resolución, e invitaban a la FIA a dar detalles de ese entente, “para así garantizar que en nuestro deporte se trata a todos los competidores de forma justa y equitativa”. La respuesta de la Federación se limitó a defender que esa opacidad que practica –no viene de ahora y no solo ha sido con Ferrari– encaja perfectamente dentro del marco legal que la ampara, en una réplica que seguramente no dejará a nadie satisfecho.
“Las múltiples y profundas investigaciones que se llevaron a cabo durante la temporada 2019 dejaron al descubierto algunas sospechas acerca de la posibilidad de que la unidad de potencia de Ferrari no operara en según qué ocasiones dentro de los límites de la normativa de la FIA”, arranca el comunicado. “Ferrari negó las sospechas y reiteró que su motor siempre trabajó de acuerdo con el reglamento. La FIA no quedó del todo satisfecha [con esa explicación] pero interpretó que tomar más medidas al respecto no daría con una respuesta concluyente, dada la complejidad del asunto y la imposibilidad de que el material [explorado] reflejara una prueba irrefutable de haber violado las reglas”, prosigue la carta, cuyo redactado es más propio del ámbito estrictamente jurídico que del deportivo. “[…] La FIA, fiel a sus Reglas Judiciales y Disciplinarias, decidió llegar a un acuerdo efectivo y disuasivo con Ferrari para acabar con el procedimiento”, remacha el ente, que ahora permanecerá a la espera del contraataque del bando contrario, en lo que ya se ha convertido en el mejor pasatiempo de aquellos que esperan saber si finalmente el campeonato arrancará en Melbourne dentro de 10 días.