Astou Ndour saca a España de un atolladero ante Reino Unido

Los 23 puntos de la pívot y la decisiva aparición de Cristina Ouviña y Silvia Domínguez resuelven a última hora un partido espeso y destemplado del conjunto de Mondelo

Xargay se estrella ante las defensoras británicasfeb

Apelando a su experiencia, manteniendo el pulso y la calma y explorando todos los recursos de su repertorio, España salió a última hora del atolladero en el que la metió Reino Unido (67-59). Se enredaron las vigentes campeonas en la tela de araña británica y vivieron toda la noche a contrapié, con 17 pérdidas de balón y el perímetro desenfocado. Astou Ndour (23 puntos y ocho rebotes) lideró al conjunto de Mondelo, que necesitó de la aparición providencial de Cristina Ouviña y Silvia Domínguez para resolver un partido enrevesado que llegó empatado a los dos minutos finales. Entre el atasco y el...

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Apelando a su experiencia, manteniendo el pulso y la calma y explorando todos los recursos de su repertorio, España salió a última hora del atolladero en el que la metió Reino Unido (67-59). Se enredaron las vigentes campeonas en la tela de araña británica y vivieron toda la noche a contrapié, con 17 pérdidas de balón y el perímetro desenfocado. Astou Ndour (23 puntos y ocho rebotes) lideró al conjunto de Mondelo, que necesitó de la aparición providencial de Cristina Ouviña y Silvia Domínguez para resolver un partido enrevesado que llegó empatado a los dos minutos finales. Entre el atasco y el destemple, España rebajó en casi 30 puntos su producción ofensiva con respecto al estreno ante Ucrania, Xargay pasó de 31 a 3 y el 11 de 21 en triples se convirtió en un 4 de 16. Pero Fagbenle no llegó a ser Iagupova y Ndour emergió a tiempo para consolidar el dominio en el rebote (37-28) y agarrar la segunda victoria española.

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Se medía España al conjunto dirigido por José María Chema Buceta, un histórico de la selección. El técnico y profesor de psicología, de 63 años, aparece en la enciclopedia con el mayor número de partidos dirigidos en el banquillo español, 177 entre 1985 y 1992, justo hasta los Juegos de Barcelona. Justo un año antes de que la apuesta olímpica tomara forma con la primera medalla del baloncesto femenino, en Perugia, con Manolo Coloma a los mandos. Después de otras experiencias en el extranjero, como la que desarrolló al frente de Bulgaria, Buceta asumió el cargo en el equipo británico tras el Eurobasket de 2015. En este tiempo, su reconstrucción ha llevado al grupo de Fagbenle, Samuelson y Leedham del último puesto hace cuatro años al primero en el preeuropeo, con una sola derrota ante Grecia, y a una aparición optimista en el presente campeonato con un solvente triunfo ante la anfitriona Letonia (74-60).

Como ya ocurrió en el último amistoso de la gira de preparación en Fuenlabrada, resuelto con apuros por Anna Cruz (67-65), la fórmula de Buceta volvió a espesar el juego español. El conjunto de Mondelo, irreconocible respecto al debut, no encontró ni los contraataques ni los triples que impulsaron su contundente puesta en escena ante Ucrania (77-95). La zona de influencia se trasladó del perímetro a la pintura y España se tuvo que agarrar a Astou Ndour y a su dominio en el rebote para contener a Fagbenle y compañía. El primer triple, de María Pina a seis minutos para el descanso, llegó cuando la estadística española reflejaba un enclenque 0 de 6 (1 de 8 al descanso).

España, 67-Reino Unido, 59

España: Palau (3), Cruz (9), Xargay (3), Nicholls (11) y Ndour (23) —quinteto inicial—; Domínguez (7), Ouviña (5), Casas, Gil (3), Pina (3) y Abalde.

Reino Unido: Collins, Handy (6), Leedham (9), Fagbenle (20) y Samuelson (9) —quinteto inicial—; Jones (3), Vanderwal (4), Campbell, Monakana (4), Green (4) y Simpson.

Parciales: 14-14, 17-20, 17-9, 19-16.

Árbitros: Forsberg (Din), Zupancic (Esl) y Jacobs (Bél). Sin eliminadas.

Pabellón: Arena Riga. España suma su segunda victoria en el grupo A del Eurobasket femenino. En el otro encuentro del grupo, Letonia, 82-Ucrania, 74. Próximo encuentro de España, domingo contra Letonia.

La defensa británica provocó ocho pérdidas españolas en la primera mitad y arañó cinco recuperaciones más, Fagbenle igualó la aportación de Ndour y el repertorio de Reino Unido se diversificó mejor que el del conjunto de Mondelo. Con Xargay a cero, fue Nicholls la que comenzó a remar para mantener el pulso (31-34, m. 20). Los deberes de las vigentes campeonas pasaban tanto por descifrar el plan del rival como por encontrar la identidad propia. Y, en busca de soluciones, Mondelo empleó a todas sus piezas salvo Vilaró antes del viaje a vestuarios. Pero, de partida y hasta bien avanzado el último cuarto, se jugó a lo que quiso Buceta.

España recurrió a su quinteto de gala (Palau, Xargay, Cruz, Nicholls y Ndour) para iniciar el rearme en la reanudación. Los dos primeros puntos de Xargay llegaron en el minuto 25 pero, para entonces, Leedham ya se había convertido en la mejor gregaria de Fagbenle, ajustando las cuentas en la pelea por el rebote y elevando la intensidad en la pintura. La brega de Nicholls y Ndour comenzó a resultar insuficiente, pero la salida a pista de Silvia Domínguez, Cristina Ouviña y Queralt Casas encontró por fin el equilibrio entre la intensidad y la agitación que necesitaba España para salir del atolladero. Del 38-41 del minuto 26 se pasó al 48-43 con el que se cerró el tercer cuarto. Un parcial de 10-2, con dos triples de Ndour y Domínguez, que resultó liberador para el conjunto de Mondelo.

No dimitió sin embargo el Reino Unido, que esperó a que bajara la efervescencia de la segunda unidad española para rescatar su plan de partido. Se resistieron las campeonas que, con la iniciativa en la mano, comenzaron a imponer su experiencia. Un dos más uno de Palau y una canasta de Cruz incrementaron la renta de la selección por encima de la frontera de los 10 puntos (57-46, m. 35). Pero, entre la confianza y el apagón, a España se le evaporó en tres minutos la obra que tanto había costado construir (57-57, m. 38). Regresó entonces a pista Ndour para sellar las fugas en la pintura, desatascó Ouviña el perímetro con un triple providencial a minuto y medio del final y encontró Domínguez la canasta de la tranquilidad tras una noche entre escalofríos.

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