Parejo, una noche con los técnicos que le revivieron

El centrocampista del Valencia salió de sendos bajones anímicos y de juego bajo la tutela de Valverde y Marcelino

Dani Parejo durante el partido de Liga contra el Atlético en el Metropolitano.Enrique de la Fuente (GTRES)

Entre Valverde y Marcelino se descifra a Dani Parejo. El centrocampista del Valencia ha pasado de ser un jugador lánguido e inconstante a uno decisivo y más caracterial durante las ocho temporadas de militancia que lleva en Mestalla. Escuchar a ambos entrenadores disipó sus dudas, reinterpretó su fútbol y explotó a un porcentaje más alto su facilidad para anticipar el juego, algo que había tenido siempre latente pero que no había podido canalizar con regularidad. Hoy, el 10 maneja al Valencia desde la madurez de sus 30 años y su fútbol lúcido y cerebral. Si atrapa el balón y consigue anestesia...

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Entre Valverde y Marcelino se descifra a Dani Parejo. El centrocampista del Valencia ha pasado de ser un jugador lánguido e inconstante a uno decisivo y más caracterial durante las ocho temporadas de militancia que lleva en Mestalla. Escuchar a ambos entrenadores disipó sus dudas, reinterpretó su fútbol y explotó a un porcentaje más alto su facilidad para anticipar el juego, algo que había tenido siempre latente pero que no había podido canalizar con regularidad. Hoy, el 10 maneja al Valencia desde la madurez de sus 30 años y su fútbol lúcido y cerebral. Si atrapa el balón y consigue anestesiar el juego para darle ritmo al partido cuando él considere, el Valencia se acercará a un título once años después. Tanta es su trascendencia.

"En los ocho años que estoy en Valencia he tenido muchos entrenadores porque ha habido muchos cambios pero también gracias a eso, a lo mejor, he podido entrenar con Valverde y Marcelino, los dos mejores que he tenido. Por su forma de entender y analizar el juego, por sus entrenamientos, su forma de estudiar al rival y preparar los partidos, son entrenadores 'top'", repite Parejo, como un mantra, cuando se le pregunta qué entrenadores han marcado su fútbol.

"Parejo podía ser muy bueno con un entrenador y muy malo con otro", contaba de él Braulio Vázquez, el director deportivo que lo fichó del Getafe y que acaba de ascender a Osasuna. No se equivocaba. El de Coslada ha sido categórico con Valverde y con Marcelino aunque también destacó, sin ser tan definitivo, en la etapa de Pizzi y en la de Nuno.

Tropezó con Valverde y con Marcelino en Mestalla y sus consejos reforzaron todo lo que le explicaba Alfredo Di Sefano cuando charlaban durante su etapa en el Real Madrid. Para La Saeta, Parejo era su canterano predilecto. "Coincidí con Di Stefano cinco o seis veces en el Real Madrid. Hablábamos y siempre me transmitía con su gracia especial su forma de entender y ver el fútbol. No se cortaba con nada. Lo que dijo sobre mí podía haber supuesto un peso en la mochila, pero opté por utilizarlo de forma positiva", dice Parejo en una entrevista a la agencia EFE.

Con Valverde sólo coincidió los últimos seis meses de la campaña 2012-2013. El técnico pegó la espantada al final de curso porque dudada del proyecto que por aquel entonces le ofrecía el presidente Amadeo Salvo en un club inestable y a punto de venderse. "Fue un tiempo increíble en todos los sentidos, especialmente a la hora de entender el juego de otra forma. Se puede decir que entrenando con Valverde hice un máster de seis meses", explica el centrocampista que se solidariza con el Txingurri: "Lo habrá pasado francamente mal por la eliminación en Champions, aunque no lo demuestre por su carácter y lleve las cosas por dentro. Está haciendo cosas increíbles en el mundo del fútbol".

Con Marcelino lleva dos temporadas y va camino de la tercera. Su complicidad con el asturiano es total. Sensible a las protestas de una grada exigente y dividida en torno a su juego, a Parejo le duelen las críticas hacía cualquier miembro de la plantilla. Por eso el 12 de enero, con Marcelino cerca de ser destituido, le dio un sentido abrazo al técnico tras marcar su gol. "Estábamos en un mal momento. El equipo no ganaba, no enganchábamos tres partidos buenos y estábamos a mitad tabla. El míster estuvo cuestionado. Yo he vivido un momento así aquí y sé lo que se puede sentir, ya no solo él, también su familia y seres queridos. Aquel día no tenía previsto nada, pero cuando metí el gol me salió de dentro abrazarlo porque creo que el míster lo necesitaba", detalla.

Comandado por Parejo, el Valencia se levantó posteriormente y opta a ganar un título 11 años después. Su papel en la escalada liguera y en la conquista de la cuarta plaza ha sido decisivo. El capitán ha jugado 55 de los 60 partidos que lleva el equipo y suma 4.630 minutos, mil más que el ejercicio anterior. Ha marcado 10 goles, un gol más que en la 2017-18, y ha dado 9 asistencias.

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