Bahrein, Eslovenia, ciclistas, caballos y camellos

La UCI investiga las relaciones del esloveno Erzen, descubridor de Roglic y mánager del equipo de Nibali, con la trama Aderlass de dopaje

El pelotón del Giro en la etapa del jueves.LUK BENIES (AFP)

Mientras la leyenda hace de los campeones mitos, hombres capaces de enfrenarse solos a su destino --y ninguno tan mítico como Coppi, justo ayer en Pinerolo, 70 años después de su nacimiento como campionissimo en la Cuneo-Pinerolo del Giro del 49, la etapa del un uomo solo al comando--, la vida cotidiana recuerda dolorosamente que los ciclistas son valiosos por el carácter puramente animal de sus organismos maravillosos, sus pulmones, su corazón, sus músculos. Su sangre. Y que como tales se les trata.

Il Corriere della Sera y Le Monde informan estos dí...

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Mientras la leyenda hace de los campeones mitos, hombres capaces de enfrenarse solos a su destino --y ninguno tan mítico como Coppi, justo ayer en Pinerolo, 70 años después de su nacimiento como campionissimo en la Cuneo-Pinerolo del Giro del 49, la etapa del un uomo solo al comando--, la vida cotidiana recuerda dolorosamente que los ciclistas son valiosos por el carácter puramente animal de sus organismos maravillosos, sus pulmones, su corazón, sus músculos. Su sangre. Y que como tales se les trata.

Il Corriere della Sera y Le Monde informan estos días de que la Operación Aderlass, la trama de dopaje sanguíneo desactivada en febrero en Austria y Alemania, sigue viva aún días después de que la Unión Ciclista Internacional suspendiera a Petacchi, Koren y Bozic, comentarista, ciclista del Bahrein y director del mismo equipo, y el Giro los expulsara. Un nuevo nombre de la lista de investigados por la policía ha surgido y ha dejado súbitamente en segundo plano todo lo conocido, el de Milan Erzen, un personaje que, según sospecha la UCI y revelan los diarios citados, engloba en su sola trayectoria vital y profesional las ramas eslovena, bahreiní y hasta colombiana del caso.

Como ciclista, Erzen, de 48 años, corrió hasta 2004 en el Krka, es único equipo esloveno; como director, fue entrenador hasta 2013 del Adria Mobil, el equipo para el que fichó al desconocido Primoz Roglic, entonces un saltador de esquí frustrado, después de hacerle una prueba de esfuerzo. Algunos de los protagonistas del milagro del ciclismo esloveno, como Spilak, Brajkovic o Mohoric, también pasaron por sus manos. Como entrenador también viajó a Bahrein en 2013, donde trabajó como cuidador de las cuadras de caballos y camellos del príncipe Nasser al Khalifa. Sustituye en el puesto al médico colombiano Alberto Beltrán, que había sido detenido en 2012 en el aeropuerto de Barajas portando en su maleta varios productos dopantes. Hombre de confianza del príncipe bahreiní, al que prepara físicamente para otra de sus grandes pasiones, el triatlón, Erzen es clave para la creación en 2017 del equipo ciclista Bahrein, que tiene a Nibali como líder y en el que Erzen trabaja como mánager general. Su conexión con la trama Aderlass la establece la UCI porque compró una centrifugadora de sangre a Mark Schmidtt, el médico de las transfusiones.

Cuando leen el relato de las los directores de los equipos en el Giro de superficie tan rosa, ninguno se hace de cruces; todos, al parecer, ya lo sabían. Todos sabían de los nervios de Nibali, ajeno al poder esloveno de su equipo, por la situación; de las dudas sobre la trayectoria de Rogliz, de la nada a la invencibilidad en cuatro años; de las dudas sobre el futuro del Bahrein, el equipo que proclamaba su alianza tecnológica con la McLaren.

Coincidiendo con el asunto Erzen-Bahrein, la figura del doctor Beltrán ha vuelto a ponerse de moda en Colombia. Tras su detención en Barajas, Beltrán pasó varios meses en prisión en España y cuando fue puesto en libertad voló a Bogotá, pese a tener el pasaporte confiscado para evitar su huida. España solicitó su extradición. El Gobierno colombiano le detuvo en junio de 2016, pero nunca le extraditó. En septiembre de 2016 la Audiencia Nacional española condenó a seis meses de prisión a seis miembros de la red de venta de productos dopantes que supuestamente lideraba Beltrán. Mientras las autoridades judiciales españolas siguen esperando su entrega para juzgarlo, Beltrán ejerce en Bogotá de nuevo. Según el diario El Tiempo, habría que ver su mano en la ola de positivos que devasta el ciclismo colombiano. El producto por el que, supuestamente, dieron positivo por EPO varios corredores lleva impresa la huella del pasado de Beltrán y Erzen en Bahrein. Se trata de unas inyecciones intravenosas de uso veterinario llamadas Altitude O2 que distribuye la empresa australiana AECS (Advanced Equine & Camel Solutions, soluciones avanzadas para equinos y camellos) y en cuyo prospecto, en el que no figura su composición ni se advierte de que contiene EPO, se puede leer: “Su fórmula es única. Nuestro departamento científico, de investigación y desarrollo ha sido capaz de extraer tres moléculas nunca antes descubiertas del más potente constructor de sangre conocido en la familia de los péptidos. Este es el más novedoso producto de la industria equina y del camello y uno de los más fuertes constructores de sangre disponible en el mercado”. En el último párrafo del prospecto, junto al modo de administración y dosificación, figura una advertencia: “Úsese un vial de Altitude O2 semanalmente por vía intravenosa si va a correr y cese su administración siete días antes de la carrera. Si se usa en los últimos siete días puede dar positivo en la prueba de dopaje”.

 

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