Valverde: “Lo más doloroso es repetirlo”

El técnico azulgrana admite que su equipo se quedó sin respuesta y asume su responsabilidad

Valverde, durante el partido en Anfield. En vídeo, declaraciones de Ernesto Valverde y Luis Suárez tras la derrota.Foto: atlas | Vídeo: AFP | ATLAS

Los aficionados reds salieron de Anfield cantando todas las canciones del repertorio entre brincos y abrazos, entre risas, complicidades y llamadas a sus seres queridos para compartir la felicidad. Fue una fiesta enorme que se alargó toda la noche en todo Liverpool. Pero a escasos 50 metros de la jarana, en la sala de prensa del estadio, el ambiente se tornó en una tumba a la que salió a hablar Ernesto Valverde, técnico del Barcelona, que se present...

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Los aficionados reds salieron de Anfield cantando todas las canciones del repertorio entre brincos y abrazos, entre risas, complicidades y llamadas a sus seres queridos para compartir la felicidad. Fue una fiesta enorme que se alargó toda la noche en todo Liverpool. Pero a escasos 50 metros de la jarana, en la sala de prensa del estadio, el ambiente se tornó en una tumba a la que salió a hablar Ernesto Valverde, técnico del Barcelona, que se presentó con el gesto torcido, los hombros caídos y una tristeza más que palpable. “Cuando te ganan 4-0 no tienes que poner ninguna excusa. Nosotros llegábamos con peligro a su área y no hemos hecho un gol, que prácticamente nos daba el pase”, se arrancó el técnico para tratar de explicar lo inexplicable; “luego, el segundo y el tercero les han dado un gran impulso y a nosotros nos ha afectado. No tuvimos la respuesta que queríamos y no hemos podido rehacernos con el cuarto gol, el que nos ha sacado de la eliminatoria”.

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Ese tanto, el definitivo, resultó increíble porque cuando más se jugaba el equipo, peor respondió. Más que nada porque nadie atendió al córner rival, acaso un Sergi Roberto que tampoco corrigió la posición, por lo que Origi remató solo y a la red. “Nos ha sorprendido a todos”, se sumó Valverde, que solo alcanzó a ver el remate, también despistado en ese instante; “estábamos concentrados ante la estrategia del Liverpool porque es el mejor equipo a balón parado de la Premier. Realmente no sé lo que ha ocurrido”.

Pudo haber una explicación porque a Origi lo marcaba Vidal en los saques de esquina y ya no estaba en el campo, por lo que puede que nadie le hubiera asignado a su reemplazo o a quien fuera la tarea. En cualquier caso, el despiste fue global y colectivo para certificar el desastre de los azulgrana con un tanto esperpéntico. “Arturo ha estado muy bien y nos ha mantenido en ciertas fases del encuentro”, convino Valverde; “pero lo he cambiado porque estaba cansado, ya que siempre lo da todo. Entraba ya poco en juego y debíamos tener otras soluciones”.

La debacle, sin embargo, se hizo todavía mayor porque es la segunda ocasión consecutiva que le sucede al equipo de Valverde, puesto que en el curso anterior cayó en los cuartos de la Champions en el campo de la Roma por 3-0 tras haber ganado por 4-1 en el Camp Nou. “Lo más doloroso es repetirlo”, intervino Valverde; “nos pasó el año pasado y nos ha vuelto a ocurrir. Lo sentimos mucho. Lo que hacemos es para que nuestros aficionados estén orgullosos. Y nosotros hemos ganado mucho, pero también se puede perder de una manera dolorosa como esta. El año pasado perdimos un partido significativo, que fue el de Roma. Y este es el primero que perdíamos en la Champions”. Pero fue suficiente para quedar apeados de la competición y en las redes sociales no fueron pocas las voces que pidieron su destitución. “No sé cómo me puede afectar porque no he tenido tiempo de pensar en muchas cosas, pero el entrenador tiene que asumir su responsabilidad. Nada más”, resolvió.

No quiso alargar más la rueda de prensa el técnico, pero sí que le dio tiempo a lanzar un mensaje a sus jugadores. “Cuando tienes un batacazo de este calibre es difícil porque tendremos que pasar unos días horribles como nuestra gente. Pasar la penitencia”, admitió con pena; “pero con el tiempo, que no nos queda mucho, volver a rehacernos y acabar ganando otro título porque jugamos la final de la Copa [el 25 de mayo contra el Valencia]. Pero ahora estamos tocados, claro”. Tocados y hundidos.

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