El Huesca gana al Sevilla ‘con VAR’ en el minuto 98

Victoria del colista ante un Sevilla en caída libre y con el futuro de Machín en el aire

De Burgos Bengoecha y los futbolistas esperan úna decisión del VAR.ANDER GILLENEA (AFP)

Todo transcurrió a la velocidad de la luz en un final frenético y de locos, donde el Sevilla, después de un partido bastante gris, se lanzó a tumba abierta sobre la meta del Huesca, que se había adelantado en el marcador en el minuto siete. Empató el Sevilla en el 84, pero el gran protagonista del choque, fue, sin embargo, el VAR. Se validó el tanto del Sevilla, que pareció en su origen fuera de juego, mientras que solo cuatro minutos antes se le anuló un ...

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Todo transcurrió a la velocidad de la luz en un final frenético y de locos, donde el Sevilla, después de un partido bastante gris, se lanzó a tumba abierta sobre la meta del Huesca, que se había adelantado en el marcador en el minuto siete. Empató el Sevilla en el 84, pero el gran protagonista del choque, fue, sin embargo, el VAR. Se validó el tanto del Sevilla, que pareció en su origen fuera de juego, mientras que solo cuatro minutos antes se le anuló un tanto al conjunto andaluz que pareció legal. El espectáculo siguió en el minuto 91, cuando el Sevilla pareció remontar después de un tanto de Munir. De Burgos Bengoechea dio gol y el VAR demostró que había fuera de juego previo del sevillista. En un eterno descuento, el Sevilla siguió intentando lograr el triunfo hasta que en un saque de puerta regaló el triunfo cuando Banega se quedó clavado y posibilitó el remate de Ávila en el minuto 97. La jugada también fue revisada y en ella se aclaró que el argentino validaba la jugaba posterior. Todo cambia en esta Liga del VAR, el gran protagonista de un encuentro donde se mostró que el colista está muy vivo y el Sevilla navega por aguas muy tumultuosas. 

Huesca, 2-Sevilla, 1

Huesca: Santamaría; Miramón (Ávila, m. 38), Etxeita, Diéguez, Pulido, Galán; Juanpi (Gallar, m. 69), Moi Gómez, Yangel (Musto, m. 84), Ferreiro; Gallego. No utilizados: Jovanovic; Javito, Aguilera y Camacho.

Sevilla: Vaclik; Navas, Mercado, Kjaer (Wöber, m. 61), S. Gómez, Promes (Munir, m. 61); Banega, Rog (Vázquez, m. 74), Sarabia; Ben Yedder, André Silva. No utilizados: Soriano; Amadou, Vidal y Mesa.

Goles: 1-0. M. 7. Juanpi. 1-1. M. 84. Ben Yedder, de penalti. 2-1. M. 98. Ávila.

Árbitro: De Burgos Bengoechea. Amonestó a Rog, Promes, Kjaer, Galán, Yangel, Pulido y Mercado. VAR: Estrada Fernández.

El Alcoraz. Unos 7.000 espectadores.

El triunfo sabe a gloria al Huesca, colista, y pone en la picota a Pablo Machín, que podría ser destituido en los próximos días. La racha del Sevilla es espantosa. Solo ha logrado seis puntos de los últimos 30, con nada más que un triunfo en los últimos 10 choques de LaLiga. El Sevilla se ha caído y la mejor expresión de su desánimo fue una primera parte donde fue superado de cabo a rabo por el Huesca. El Sevilla se rebeló contra su sino en la segunda mitad. Tiró de rabia, con poco fútbol, para llegar a empatar y someter al Huesca a un asedio implacable. Se salvó el Huesca gracias al VAR en un final acorde con los nuevos tiempos del fútbol donde no tiene sentido celebrar los goles de antemano. Como tampoco tiene sentido que el Sevilla fuera incapaz de amarrar, al menos, el empate. Líder incluso en algunos tramos del curso, Machín se está mostrando incapaz de detener la mala racha de un equipo destinado a cotas más altas. Los días de Machín pueden estar contados a pesar de la reacción del equipo en la segunda mitad y de un desenlace tan dramático en esta derrota en Huesca.

Al Sevilla, y a su técnico, se le han acabado las excusas. No se puede entender en un aspirante a la cuarta plaza un primer tiempo con tan escasas prestaciones y, sobre todo, una falta de inteligencia e ideas que lo condenaron ante el bravo Huesca. En el fútbol, las cosas no ocurren por casualidad. Por eso el equipo de Fran, a pesar de ser colista, está vivo, lleno de chispa, con ganas de pelear hasta el final e intentar la salvación. Por eso, también, había puntuado en cuatro de los últimos cinco encuentros. El Sevilla volvió a mostrar la imagen bucólica que le acompaña cada vez que juega fuera de Nervión. Es un equipo que se ha caído con todas las de la ley, incapaz de meterle a cada partido lo que este necesita. Por supuesto, eso no es problema del entusiasta Huesca, que aprovechó las facilidades de la zaga del Sevilla para hacer un gol a los siete minutos. En ese tiempo, los defensas del equipo de Machín habían pegado ya cuatro pelotazos a la nada. Navas, Mercado y Kjaer dejaron hacer a Galán y Juanpi, fichajes de invierno de Segunda División que descosieron al Sevilla ante la enorme pasividad de sus defensas.

Nadie puede explicarse por qué Machín juega con tres centrales que ni aprietan ni sacan el balón. Una rémora con un Kjaer que juega casi siempre metido en su área. Solo Jesús Navas se rebeló contra el dominio del Huesca, al que se le puso el partido como quería. El extremo lo intentó una y otra vez por la derecha. En una incursión por esta banda, Sarabia la puso atrás para que Miramón, luego lesionado, salvara dos veces bajo palos a disparos de Promes y Ben Yedder. Fue la única ocasión clara de un Sevilla perdido, que desperdiciaba un balón tras otro con una impotencia terrible en un equipo presumiblemente destinado a altas cotas.

El Sevilla lo intentó en la segunda parte, aunque solo se metió en el partido en el tramo final. Con más coraje que fútbol, fue metiendo al Huesca en su área. Sin embargo, apenas sacó provecho a la multitud de llegadas al área oscense. Hasta que en el minuto 80 marcó Ben Yedder. Sin embargo, el VAR anuló el tanto por un fuera de juego de Silva que pareció muy justo. La emoción y las decisiones del videoarbitraje marcaron todo lo que pasó a continuación. Dio validez al empate de Ben Yedder de penalti cuando parecía que había fuera de juego previo, anuló bien un gol de Munir que suponía la remontada del Sevilla después de que el colegiado diera el gol, y, de postre, validó el tanto de Ávila en el minuto 98 cuando Banega se quedó clavado cuando su equipo salía del área. Una victoria que sabe a gloria al Huesca y que llena de amargura al Sevilla, porque llegó en un alargue interminable y de forma muy dolorosa. Un Sevilla que no sale de su laberinto y donde el futuro de Machín está en el aire.

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