“Sin velocidad en el juego, somos un equipo débil”

Valverde y Piqué hacen autocrítica antes de los difíciles choques fuera que aguardan al Barça: Lyon, Sevilla y dos veces Madrid

Piqué disputa el balón con Ünal.Bagu Blanco (PRESSINPHOTO/GTRES)

Ni titubeó Ernesto Valverde cuando le preguntaron si su alineación inicial ante el Valladolid estuvo condicionada por el calendario que le espera al Barcelona. Una agenda complicada, con cuatro partidos en dos semanas, todos de visitante: el Lyon, en la Champions; el Sevilla, en LaLiga; y dos clásicos consecutivos en el Bernabéu, ...

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Ni titubeó Ernesto Valverde cuando le preguntaron si su alineación inicial ante el Valladolid estuvo condicionada por el calendario que le espera al Barcelona. Una agenda complicada, con cuatro partidos en dos semanas, todos de visitante: el Lyon, en la Champions; el Sevilla, en LaLiga; y dos clásicos consecutivos en el Bernabéu, el primero por la vuelta de la Copa del Rey (1-1, en la ida) y el segundo en la competición doméstica. “Nos esperan cuatro partidos exigentes, la idea era hacer un equipo competitivo y tener opciones de recambio en el caso de que fueran necesarios”, aseguró el técnico azulgrana. Y los necesitó, sobre todo porque sus muchachos no sintonizaban el ritmo de juego, espesos con el balón, demasiado estáticos en generar espacios.

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“Fue una victoria bien sufrida, trabajada”, analizó, de entrada, Valverde. Y continuó: “Hemos tenido muy poca fluidez en el juego. No hemos movido el balón con la rapidez necesaria y le hemos dado el tiempo a ellos para que puedan recolocarse. Sin una buena circulación, no podíamos dejar a nuestros jugadores de delante en buenas situaciones”. Piqué coincidió con la observación de su entrenador: “No hemos jugado bien. No ha sido un gran partido y la única buena noticia es la victoria”. En general autocrítico, el central catalán fue un paso más allá: “Controlamos el juego y tenemos posesión, pero hay que darle velocidad a la pelota, si no, nos convertimos en un equipo débil. Hemos de mejorar en eso”.

Solo un jugador azulgrana ha jugado tantos minutos como Piqué: el portero Ter Stegen. El 3 acumula 2.970 minutos en la temporada, siempre presente en LaLiga (2.160). “Lo estoy utilizando mucho porque lo veo bien, aguanta todos los partidos”, justificó Valverde; “también tengo en cuenta la posición, no es lo mismo jugar de central que en otra demarcación. Además, esta temporada ha renunciado a la selección”. Piqué tomó el testigo: “¿Descansar? Eso es decisión del míster. A veces me pregunta y yo le digo que estoy bien”. Y se lo toma al pie de la letra Valverde; el defensa no para. El tercero en la lista con más minutos disputados es Jordi Alba (2.758). El problema para Valverde es que el lateral no tiene un recambio fiable: Miranda ni siquiera se puede ganar un lugar en el filial. A Alba le siguen Rakitic (2.735), Busquets (2.715), Luis Suárez (2.612), Messi (2.391), Coutinho (2.244) y Lenglet (2.213).

Y con la cabeza entre el Valladolid y el Lyon, Valverde le dio descanso a Rakitic, Luis Suárez, Coutinho y Lenglet. Sin embargo, el único que se quedó los 90 minutos en el banquillo fue el francés. Sabe el charrúa que, cuando no arranca desde el inicio, tiene sus 30 minutos asegurados. Reemplazó a Boateng. “Es un jugador que viene a ayudarnos en momentos puntuales. A veces es difícil salir cuando no vienes participando”, describió el Txingurri el partido del ghanés. Cambió el Barça con Suárez en el campo, favorecido también con el ritmo de juego de Coutinho y Rakitic. “En el segundo tiempo hemos sido más nosotros”, subrayó Valverde. “Si hubiéramos metido dos o tres más de las que hemos tenido, habría otro discurso. No es ni mucho menos el peor partido de la temporada”, destacó Aleñá.

12 disparos de Leo

El partido se rompió. “Los equipos que tienen que correr detrás de la pelota acusan el desgaste”, dijo Valverde. Pero el Barça no lo aprovechó. Errático Luis Suárez (no encontró la red en ninguno de sus cinco remates), especialmente Messi. El 10 se estrelló con su karma (falló su 22º penalti como azulgrana), también poco acertado ante Masip. El rosarino intentó 12 disparos —récord para un jugador en un partido en las cinco grandes ligas—, solo uno con éxito. El penalti que en el primer tiempo Míchel le cometió a Piqué. “Un penaltito”, según el técnico del Valladolid, Sergio González. “Aunque no lo parezca, Messi es humano y puede fallar. Pero tranquilos que el próximo no lo falla”, sostuvo Aleñá.

No penalizó el Barcelona el error del 10. Y ahora ya piensa en el Sevilla y en el Madrid, primero en el Lyon. Saben, en cualquier caso, que tienen que elevar el listón. “Está claro que debemos mejorar la versión. En la Champions no te perdonan, como pasó el año pasado”, reflexionó Aleñá. Y lo corroboró Arturo Vidal: “Trataremos de mejorar en los partidos que vienen, que toca la Champions. Y hay muchas ganas de Champions”.

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