Bochorno mundial

El peligroso arenal del Nuevo José Zorrilla visto en el Valladolid-Barça cuestiona a una Liga con ansias expansionistas. El árbitro ni lo reflejó en el acta y la patronal se limita a abrir un expediente

Uno de los montículos aparecidos en el Nuevo José Zorrilla durante el Valladolid-Barcelona.NACHO GALLEGO (EFE)

La penosa imagen que ofreció el césped del Nuevo José Zorrilla durante el partido entre el Valladolid y el Barcelona del sábado no solo dañó la reputación de una de las instalaciones históricas del fútbol español, sino que dejó a la vista de la audiencia televisiva las vergüenzas de un producto inmerso en un plan de expansión audiovisual internacional sin precedentes. La presencia de decenas de montículos a causa de la incapacidad del terreno para mantenerse ...

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La penosa imagen que ofreció el césped del Nuevo José Zorrilla durante el partido entre el Valladolid y el Barcelona del sábado no solo dañó la reputación de una de las instalaciones históricas del fútbol español, sino que dejó a la vista de la audiencia televisiva las vergüenzas de un producto inmerso en un plan de expansión audiovisual internacional sin precedentes. La presencia de decenas de montículos a causa de la incapacidad del terreno para mantenerse firme derivó en un encuentro de mínimos, con los protagonistas más pendientes de evitar cualquier daño físico que de ofrecer su mejor versión, con la consiguiente merma de su valor deportivo.

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El Reglamento para la Retransmisión Televisiva impulsado por LaLiga, en vigor desde la temporada 2016-2017, aumentó los requisitos técnicos de los estadios. En el apartado referente al estado del césped se especificó, entre otros aspectos (altura, corte, color...), cuál debía ser su índice de tracción rotacional (resistencia, permanencia y agarre), a todas luces insuficiente en el recién replantado Zorrilla.

La vulneración de cualquiera de estas especificaciones, según se determina en el Anexo I, se atendrá a un sistema de sanción por puntos acumulativo (en este caso de uno sobre cuatro) para cada club, que a la conclusión del campeonato de liga será convalidado por la correspondiente sanción económica. Curiosamente, el árbitro del encuentro, De Burgos Bengoetxea, no señaló en el acta ninguna observación en el apartado referente al estado del terreno de juego. “De este tema ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir. Ahora es asunto del departamento legal”, indicó a este periódico Javier Tebas, presidente de LaLiga, que a la conclusión del encuentro anunció vía tuit la apertura de un expediente sancionador al Valladolid.

“Lo que tenemos que celebrar más que los tres puntos es que nadie se ha lesionado”, denunció Jordi Alba. Hace 12 años, en la Nueva Condomina de Murcia, el argentino Maxi Rodríguez se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda durante un partido amistoso entre España y la Albiceleste a consecuencia del mal estado del césped.

El accidente de Vallecas

El José Zorrilla no es el único campo señalado por sus deficiencias en el arranque del campeonato. El Estadio de Vallecas, en obras desde hace un mes, vivió un episodio dramático en la primera jornada de Liga cuando un niño se precipitó al vacío tras ceder una de las barandillas instaladas en las gradas, y cayó sobre una zona llena de escombros. La suciedad presente en las instalaciones también fue ampliamente denunciada por los aficionados. En este caso LaLiga no inició ningún expediente sancionador contra el Rayo.

No todos los clubes en obras decidieron arrancar el campeonato con el estadio sin remachar. La Real Sociedad, por ejemplo, solicitó a LaLiga disputar sus tres primeros encuentros fuera de casa por encontrarse Anoeta en plena actualización, y no poder adelantar los plazos de su reapertura. El Rayo Majadahonda, recién ascendido a Segunda, solicitó al Atlético de Madrid, con el que posee un convenio de colaboración, disputar sus encuentros en el Wanda Metropolitano hasta enero, mes en el que calculan que el Cerro del Espino se habrá adaptado a las exigencias de LaLiga.

Sin embargo, clubes como el Getafe, objeto de numerosas críticas la temporada pasada por el mal estado del césped del Coliseum, han reaccionado y se han unido a la implantación del césped híbrido (96% de material natural y un 4% de plástico), para tratar de solucionar uno de los apartados que vuelven a comprometer el desarrollo de un campeonato sobre el que se busca aumentar paulatinamente el número de observadores.

Las múltiples denuncias expuestas por parte de la delegación azulgrana no fueron mal acogidas por los responsables del club violeta. “Pensábamos que iba a estar mejor, que iba a agarrar mejor y aunque pudiera levantarse algo, no tanto. Fuimos muy justos de tiempo porque subimos muy tarde, pensábamos que íbamos a tiempo porque eran los planes de la constructora. Si lo hubiéramos sabido igual habríamos pedido más tiempo”, se excusó en El Larguero Carlos Suárez, presidente del Valladolid. El mandatario, cuatro días antes del encuentro, momento en el que se llevó a cambio el cambio de césped, calificó de “top” la calidad de la nueva hierba.

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