Los ‘cachorros’ tiran del Athletic ante el Leganés

Los debutantes Nolaskoain y Unai Simón gestan la victoria rojiblanca ante el conjunto madrileño

Muniain marca el segundo gol del Athlético ante Juanfran y Cuéllar.LUIS TEJIDO (EFE)

En los títulos de crédito de un partido que parecía resuelto encontró el Athletic la manera de demostrar que segundas partes, con nuevos actores, es más fácil que puedan ser buenas. Ese final victorioso cuando asomaba ya el fundido a negro lo gestaron primero los cachorros debutantes Nolaskoain y Simón, y lo remató un Muniain que celebró su gol subido a las vallas publicitarias extendiendo los brazos como un Cristo redentor. Fue un abrazo con el cielo, ese al que ha mirado tantas veces tras acumular lesiones y que anoche sonrió a un Athletic que no lograba la victoria en San Mamés en ...

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En los títulos de crédito de un partido que parecía resuelto encontró el Athletic la manera de demostrar que segundas partes, con nuevos actores, es más fácil que puedan ser buenas. Ese final victorioso cuando asomaba ya el fundido a negro lo gestaron primero los cachorros debutantes Nolaskoain y Simón, y lo remató un Muniain que celebró su gol subido a las vallas publicitarias extendiendo los brazos como un Cristo redentor. Fue un abrazo con el cielo, ese al que ha mirado tantas veces tras acumular lesiones y que anoche sonrió a un Athletic que no lograba la victoria en San Mamés en la primera jornada de liga desde 2009.

Arrancó con brío el conjunto rojiblanco, jaleado por un público y una ciudad en fiestas, sabiéndose en deuda por el pasado, convencido de que mejorarlo no será demasiado complicado. Se notó la mano de Berizzo a la hora de seleccionar el once, plagado de debutantes y retornados, hasta cinco — los canteranos Simón, y Nolaskoain; Yuri, Dani García y Unai López—, y su mandato de que el equipo permanezca el menor tiempo posible con las botas atornilladas al césped.

Esa presión elevada que empleó en los primeros instantes agarrotó al Leganés, que soportó bien el vaivén, como un vaso rebelde sobre una barra resbaladiza. Aunque le caían los centros desde los costados, su defensa controlaba la situación y Cuéllar apenas se sentía en la obligación de ejercer de parabrisas. Sin embargo, la insistencia rojiblanca se convirtió en virtud, y el tanto de cabeza de Nolaskoain a la salida de un córner transformó prematuramente en cisne al último central producido por la cantera.

Encontró premio el Athletic en uno de sus primeros remates a portería, pero el Leganés no encajó el golpe como un bofetón, sino como uno de esos pellizcos que cargan de mala leche a la víctima. No tardó ni seis minutos en reaccionar, con fortuna eso sí, después de que el disparo de Jonathan Silva golpease en De Marcos y se colase pegadito al palo al que no había volado Simón. Pero el chaval, de 21 años, repescado de su cesión al Elche hace una semana tras la marcha de Kepa, dejó su sello en una parada espectacular a Ojeda en un cabezazo desde dentro del área pequeña.

Bien guiado por Dani García, el Athletic parecía cosido al partido. A punto estuvo de resolverlo de nuevo Nolaskain, otra vez a la salida de un córner, pero su improvisado cabezazo se marchó esta vez desviado. El Leganés trató de amansar el encuentro, pero no encontraba la manera de establecer peajes cerca de su área. Por allí asomó Raúl García, para centrar un balón que pasó alrededor de cinco futbolistas hasta llegar a las botas de Muniain, que solo tuvo que decidir con qué intensidad enviarlo al fondo de la portería.

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