Un despertar único en el Wizink Center

Una familia afortunada pasó la noche en el Wizink Center de Madrid antes del primer partido de la final entre el Real Madrid y el KIROLBET Baskonia

Doncic firma autógrafos a unos aficionados en el Wizink Center.LIGA ENDESA

El deporte son instantes, emociones, momentos, sueños. El deporte conduce a soñar, a imaginar metas y a vivir experiencias irrepetibles tanto a sus protagonistas como a los aficionados. Y ahora, con motivo de la final de la Liga Endesa de baloncesto, ¿qué mejor que combinar todos esos componentes? Sueños, estrellas, emoción, sentimiento. Una perspectiva única en el epicentro del campeonato.

De la mano de Endesa Basket Lover, una familia pudo vivir la previa y el primer partido del playoff final entre el Real Mad...

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El deporte son instantes, emociones, momentos, sueños. El deporte conduce a soñar, a imaginar metas y a vivir experiencias irrepetibles tanto a sus protagonistas como a los aficionados. Y ahora, con motivo de la final de la Liga Endesa de baloncesto, ¿qué mejor que combinar todos esos componentes? Sueños, estrellas, emoción, sentimiento. Una perspectiva única en el epicentro del campeonato.

De la mano de Endesa Basket Lover, una familia pudo vivir la previa y el primer partido del playoff final entre el Real Madrid y el KIROLBET Baskonia desde una posición privilegiada. Fue una experiencia inolvidable en la que los padres y sus dos hijos pequeños visitaron las instalaciones del Wizink Center y conocieron a los protagonistas de la gran final.

Los niños posan con la mascota 'Garras'.LIGA ENDESA

Pernoctaron allí y al día siguiente tuvieron la oportunidad de conocer a Sergio Llull y Marcelinho Huertas, y a los técnicos Pablo Laso y Pedro Martínez; también al resto de jugadores de la plantilla blanca. Se despertaron en el centro del pabellón, recibieron el saludo (y el desayuno) de la mascota Garras y asistieron al entrenamiento del equipo anfitrión. También comieron en el Santiago Bernabéu y justo antes de la disputa del primer partido le entregaron al árbitro el balón de la final.

Fue, al fin y al cabo, una experiencia única para agradecer la fidelidad de una familia Basket Lover.

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