Un vacío legal amenaza con el caos en el ascenso a Segunda

El Fabril, filial del Deportivo, quiere jugar el ‘playoff’ pese al descenso del primer equipo. La Federación no tiene respuestas ante las protestas de otros implicados

Uxío, delantero del Fabril, pugna contra un zaguero del Rayo Majadahonda.RC DEPORTIVO

A cinco días de que se dispute la última jornada de la liga de Segunda División B cuatro equipos de su grupo primero tratan de impedir la participación en la fase de ascenso de uno de los equipos que ya están clasificados, el Fabril coruñés. El filial del Deportivo es segundo en la tabla y podría acabar campeón de su categoría si el domingo mejora en su partido en Toledo el resultado que obtenga el Rayo Majadahonda en su visita a Ferrol. Pero, aparentemente, no podrá culminar su excelente temporada con el salto de categoría porque el primer equipo deportivista concretó hace diez días su descen...

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A cinco días de que se dispute la última jornada de la liga de Segunda División B cuatro equipos de su grupo primero tratan de impedir la participación en la fase de ascenso de uno de los equipos que ya están clasificados, el Fabril coruñés. El filial del Deportivo es segundo en la tabla y podría acabar campeón de su categoría si el domingo mejora en su partido en Toledo el resultado que obtenga el Rayo Majadahonda en su visita a Ferrol. Pero, aparentemente, no podrá culminar su excelente temporada con el salto de categoría porque el primer equipo deportivista concretó hace diez días su descenso a la división de plata del fútbol español. Aún así su intención es jugar la promoción no ya como premio para sus futbolistas que se lo han ganado sobre el verde sino porque en A Coruña se aferran a la reglamentación y a que los descensos no son definitivos hasta el 30 de junio porque son situaciones, como ha quedado claro en múltiples antecedentes, expuestas a cumplir también en los despachos en aspectos como los pagos a Administraciones Públicas o futbolistas.

Tres equipos por una plaza, que podrían ser dos

A falta de una jornada el grupo primero de Segunda División B está liderado por el Rayo Majadahonda con 69 puntos. El Fabril tiene 68 y puede llegar al liderato. El Fuenlabrada tiene asegurada con 65 puntos su plaza en los play-off, pero si los coruñeses quedan fuera podrían entrar como segundos y tener rivales en principio más accesibles. Para la cuarta plaza compiten Rápido de Bouzas, Navalcarnero (ambos juegan entre sí en la última jornada) y Celta B. Dos equipos de este trío se quedarían fuera si el Fabril jugase la promoción.

La normativa federativa apunta que en caso de descenso a Segunda de los equipos principales, sus filiales podrían jugar la promoción siempre que por “la disparidad de calendario” no pudiera conocerse la clasificación definitiva de sus primeros equipos. A partir de ahí el Fuenlabrada, tercer clasificado en el grupo primero de Segunda B, ha recabado la adhesión de otros clubs que se beneficiarían del veto a los coruñeses como el Rayo Majadahonda, el Rápido de Bouzas y el Navalcarnero para enviar un requerimiento tanto a la Federación Española de Fútbol como a LaLiga. Pidieron información sobre la existencia o no de expedientes que puedan acarrear descensos disciplinarios que pudiesen afectar al Deportivo para mantener la plaza en Primera División y abrir así la opción a que el Fabril llegase a Segunda. Según el presidente del Rápido de Bouzas, Manuel Seoane, LaLiga ya les ha remitido un documento que anticipa que nadie bajará en los despachos. Antes de que acabe la competición.

Pero la situación aún se ha enrevesado más porque una copia de ese documento apareció en la mañana de este martes en la sede del Deportivo. Lo hizo en un sobre sin remite que entregó una empresa de mensajería, que a su vez lo recubrió con un plástico. Y ahí figuraban de manera furtiva las señas de quien entienden en el club gallego que es el remitente: Tebas Coiduras, el bufete del que es socio-director el presidente de LaLiga. La Segunda División B depende de la Federación, pero la cascada de descensos que la precede no. Y Tino Fernández, presidente del equipo coruñés, apunta que resulta raro que Tebas le prepare ese documento al Fuenlabrada: “Vamos a respetar lo que se decida, pero es un caso que roza el conflicto de intereses. Me parece extraño que utilicen un informe que les da LaLiga y les prepara el tema el despacho de su presidente y luego lo presentan allí… A veces hay que apartarse un poco de los temas. Parece claro que Tebas le prepara el caso al Fuenlabrada. Igual es que soy raro y no entiendo de este negocio. No veo motivos para que el Fabril no pueda competir hasta el final. Esa previsión debe ser anterior. En la vida es complicado regular a la carta y según vienen las cosas y en función de los intereses. Hay una norma y si en la Federación entienden que hay que desarrollarla más para futuras temporadas y en el caso de los filiales pues tendrán que sentarse y cambiarla”.

No parece que haya habido mucha previsión. Y el caso es que cinco filiales (los de Celta, Sporting, Real Sociedad, Athletic y Villarreal, además del Fabril) están involucrados a estas alturas en la pelea por subir a Segunda. No es la primera polémica de este estilo en las diversas promociones a Segunda o Segunda B, pero ahora el devenir de la competición puede deparar el próximo fin de semana situaciones que no están pautadas. Si el Fabril acaba campeón de grupo jugará un cruce con el ascenso como premio contra otro campeón. El perdedor tendrá derecho a engancharse en la segunda eliminatoria, pero si el ganador es el Fabril no está claro hacia quien se generaría el derecho a esa plaza. Más enrevesado todavía: el Fabril podría emparejarse con el Sporting B, que puede ganar todavía el grupo segundo, y ocurrir que al final ninguno de los dos pudiese subir si el primer equipo gijonés no deja su plaza en Segunda. Todos los clubs implicados han consultado estas situaciones en la Federación y ninguno ha recibido una respuesta sobre quien tendría derecho a ascender. Temen que si eso sucede la decisión se tome una vez finalizado el play-off y no antes tal y como ha sucedido en otros precedentes de litigios tras promociones de Tercera a Segunda B.

Mientras tanto se suceden peticiones, recomendaciones y conversaciones. El pasado sábado en el palco de Balaídos con motivo del derbi gallego de Primera, el presidente de la federación autonómica, Rafael Louzán, deslizó con todas las cautelas ante los dirigentes deportivistas la conveniencia de que el Fabril renunciase a jugar la fase de ascenso. Se beneficiaría entonces, sobre todo, el quinto clasificado, puesto por el que pugnan el Navalcarnero y dos equipos de Vigo, el Rápido de Bouzas y el Celta B.

El complicado encaje de los equipos filiales

El escrito presentado por el Fuenlabrada apunta que con la participación de Fabril en el play-off de ascenso a Segunda División se pone en riesgo “la integridad de la competición”. Tanto en el club madrileño como entre el resto de implicados hay además resignación ante el papel que podría jugar el Sporting B si en plena promoción el primer equipo gijonés se queda sin opciones de llegar a Primera y cercenase así las opciones de su segundo equipo. Al margen de las especifidades de este año son situaciones que se suelen producir en cada final de temporada y que azuzan el debate sobre el papel de los filiales. 18 filiales compiten esta temporada en Segunda B y dos en Segunda A. Hubieran podido conformar un grupo.

En 2008 la Liga de Fútbol Profesional planteó la creación de una liga de filiales conformada por los segundos equipos de los 42 conjuntos de Primera y Segunda, con la posibilidad abierta a que futbolistas de los primeros equipos en proceso de readaptación tras lesión pudiesen disputar algunos partidos. Un plan similar al inglés que se desechó. Pero allí las críticas a ese sistema se multiplican. Mourinho, Wenger, Guardiola o Benítez han apuntado que la Premier Reserve League no es competitiva y que los jóvenes se pulen mejor en el formato español, que desde hace seis años se ha adoptado en Portugal. “En la liga de filiales la diferencia entre el primer y segundo equipo es muy grande. En España los jóvenes se enfrentan a rivales de 30 años y a veces en estadios con 40.000 espectadores. Eso es lo mejor para ellos”, argumentó Guardiola cuando le preguntaron por su modelo ideal.

En Alemania los filiales no pueden subir más allá de la tercera categoría, un formato similar al francés, pero el Leipzig, que gestiona un ingente vivero, liquidó el pasado verano el equipo B porque prefiere tener a sus jóvenes en equipos satélite, pero siempre en competiciones profesionales. “Hay demasiado salto entre categorías”, explicaron. En Italia, donde se juega un torneo parecido al que proponía la Liga hace una década, se debate esta misma semana sobre la introducción de los filiales en la Serie C y se apunta a que lo hagan ya en la campaña 2019-20.

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