Ibai se exhibe para que el Alavés destroce al Málaga

El conjunto de Abelardo supera al Athletic y persigue a Real Sociedad y Eibar en busca de la corona vasca

Demirovic bate de vaselina a Adrés. EFE/Daniel Pérez (EFE)

Ibai se marcó un partidazo y el Alavés le dio un repaso al Málaga, que, descendido, pide a gritos el final de la temporada. El conjunto de Abelardo se apoyó en la gran actuación de su futbolista para lograr un merecido triunfo. Los tres puntos le permiten superar al Athletic y acercarse a dos puntos de la Real Sociedad y tres del Eibar. No es poco premio para este Alavés, que lo pasó muy mal en la primera vuelta, buscar ser el mejor equipo vasco de Primera. Una motivación importante para las dos jornadas que quedan y que los de A...

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Ibai se marcó un partidazo y el Alavés le dio un repaso al Málaga, que, descendido, pide a gritos el final de la temporada. El conjunto de Abelardo se apoyó en la gran actuación de su futbolista para lograr un merecido triunfo. Los tres puntos le permiten superar al Athletic y acercarse a dos puntos de la Real Sociedad y tres del Eibar. No es poco premio para este Alavés, que lo pasó muy mal en la primera vuelta, buscar ser el mejor equipo vasco de Primera. Una motivación importante para las dos jornadas que quedan y que los de Abelardo perseguirán hasta el final. Tiene un enorme mérito lo que han hecho este curso el técnico asturiano y sus futbolistas, que jugaron con intensidad en La Rosaleda a pesar de que el valor de los puntos no era demasiado importante. El Málaga, mientras, es un equipo roto, castigado por su gente, espectador de los golazos de Demirovic e Ibai, un alma en pena que purgará en Segunda por la pésima planificación de su propietario.

El tramo final de la temporada se ha convertido en un calvario para los jugadores del Málaga. A algunos, como Rosales, cada partido es un suplicio. La afición andaluza silbó cada una de sus intervenciones porque al lateral venezolano se le atribuyen unas declaraciones, que el Málaga desmiente, acerca de su deseo de no jugar en Segunda. El ambiente, por lo tanto, no era el más propicio para un equipo que, además, cometió el error de entrar en el campo con una falta de tensión inesperada. Sobre todo porque el Málaga, a pesar de estar descendido, había derrotado a la Real Sociedad en su último partido en casa y se había mostrado muy competitivo en Sevilla frente al Betis. A los dos minutos, sin embargo, el debutante Víctor centró desde la banda derecha para que Manu García marcara prácticamente a placer. El Alavés, con un centro del campo renovado y muchos cambios en su once, se ponía por delante en el marcador nada más comenzar el encuentro.

Al Málaga le tocó nadar con todo en contra. Con una grada hostil y con un Alavés que se defendía con cierto orden. Tampoco es que el conjunto vasco realizara un gran despliegue, pero le valió ante la timidez en el juego del colista. Realmente, la única ocasión clara para empatar de los andaluces en el primer tiempo llegó en una concesión del Alavés. Rosales centró desde la banda y Pacheco no se entendió con Ely. Falló el portero y cuando Ideye iba a marcar Alexis sacó el balón de manera inteligente. Casi de tacón. Fue la opción más clara de un Málaga que vio cómo el portero Andrés, al que José González le dio la titularidad, salvaba un par de disparos de Guidetti y Dani Torres.

El Málaga se derrumbó en la segunda parte. Avisó Demirovic. Luego Ibai comenzó su recital. Primero con un pase excelente al propio Demirovic, que se plantó ante Andrés y le batió con una excelente vaselina. El bosnio, joven y emergente, apunta a gran delantero. Ibai había decidido convertirse en el protagonista de un encuentro que definió con una acción de altísima calidad. Recibió un balón de Demirovic, controló con la derecha y de tacón para acomodarse el balón en su pierna izquierda. Ibai dibujó una rosca impresionante y el balón se coló por toda la escuadra. El público de La Rosaleda, en parte para castigar todavía más a los suyos, le dedicó al vasco una ovación impresionante. En esa maravilla de Ibai quedó cerrado un partido que mostró la enorme diferencia entre un Málaga descendido y un Alavés que se ha ganado el derecho a disfrutar en el tramo final de este curso. Ya tuvo tiempo de sufrir cuando le tocó. Ahora juega suelto y con alegría.

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