El Sevilla resiste ante un Celta sin puntería

El equipo de Berizzo, de buen toque pero débil en las áreas, retoma la senda del triunfo aunque su juego crea dudas

Cabral intenta mantener el balón ante la presión de Nolito.JULIO MUÑOZ (EFE)

No hay término medio en este Sevilla que construye Eduardo Berizzo. Por momentos, es un equipo imponente en el toque, con jugadores destilando una enorme clase. En otros, presenta tremendas debilidades en defensa, como las que posibilitaron las múltiples ocasiones de un Celta al que le faltó eficacia para frustrar el triunfo del Sevilla. Mientras sufre, el conjunto andaluz acumula victorias, que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. No obstante, el Sevilla presenta todavía demasiadas dudas en su juego. Dos pinceladas de...

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No hay término medio en este Sevilla que construye Eduardo Berizzo. Por momentos, es un equipo imponente en el toque, con jugadores destilando una enorme clase. En otros, presenta tremendas debilidades en defensa, como las que posibilitaron las múltiples ocasiones de un Celta al que le faltó eficacia para frustrar el triunfo del Sevilla. Mientras sufre, el conjunto andaluz acumula victorias, que, al fin y al cabo, es de lo que se trata. No obstante, el Sevilla presenta todavía demasiadas dudas en su juego. Dos pinceladas de calidad acabaron por doblegar al Celta, que falló demasiado en el área rival. El Sevilla, eso sí, acumula datos positivos, como el hecho de remontar por primera vez a lo largo de la temporada. Un síntoma de que el equipo va adquiriendo carácter y aplomo. Lo que tiene difícil justificación es que los de Berizzo concedan tanto en defensa, una línea en la que acumula varias bajas en defensa.

El Celta es un buen equipo. Toca bien y es valiente, pero no puede pescar en un campo como Nervión con errores tan groseros como los de Maxi Gómez y Tucu Hernández en la segunda mitad. En la búsqueda del empate, Aspas reclamó como un poseso penalti en un balón que dio en el brazo de Escudero tras disparo de Mallo. No hubo intención en la acción del lateral a pesar de la desesperación de Aspas, que volvió a dar muestras de su gran calidad. Como Wass, centrocampista que se marcó un partidazo en el Sánchez Pizjuán. El Celta puso en apuros al Sevilla, pero le perdonó. El conjunto andaluz ganó y eso le consolida en la zona alta de la clasificación a pesar de los titubeos de Berizzo y de un grupo de jugadores capaz de ofrecer caras muy distintas a lo largo de un mismo encuentro.

La victoria, además, tranquiliza el ambiente en espera del gran partido de Liga de Campeones del próximo martes ante el Liverpool. Si el Sevilla es capaz de ganar, estará en los octavos de la máxima competición continental.

Corre en Nervión un aire de cierta desconfianza en Berizzo. La exigente afición del Sevilla, entregada la pasada temporada a Sampaoli, mira con lupa cada decisión de este otro técnico argentino. Berizzo se enfrentaba al que fue su Celta y esa ausencia de fe en los criterios de su técnico cobró fuerza cuando los aficionados comprobaron que Berizzo volvió a hacer rotaciones pensando en el duelo del Liverpool. La desconfianza mutó en bronca cuando Maxi Gómez adelantó al Celta en el marcador con un remate de cabeza desde su casa, haciendo aguas dos de las apuestas del técnico, el alemán Geis, reconvertido en central, y el meta Soria, mal colocado en la acción.

El chaparrón caía sobre un equipo superado por momentos por un buen Celta a pesar de que su puesta de largo fue más que decente. Sin embargo, el Sevilla, que pudo verse sometido en un remate que pifió Maxi Gómez después de un gran centro de Wass, tuvo la virtud de no desesperarse y seguir buscando el empate con las armas que este equipo tiene. Es decir, pases y más pases en busca del desequilibrio. A medida que Vázquez, otro de los cambios, erraba una ocasión tras otra, el Sevilla encontró el premio en un gran remate de Muriel después de una falta muy bien sacada por Geis. El balón parado aupó al colombiano, acusado de sobrepeso de y de falta de eficacia. La acción, impecable, rubricó el buen primer tiempo del delantero y de su compañero Vázquez, objeto de injustas críticas por parte de la grada.

Gol de Nolito

El Sevilla remontó nada más comenzar la segunda parte en una magnífica acción de Sarabia, que se la puso de cine a Nolito, que marcó de cabeza. Fue la mejor acción de Nolito, que lo intenta una y otra vez aunque muchas veces su fútbol tenga poco premio. Con el 2-1, el conjunto andaluz se paralizó, tomando una actitud demasiado pasiva que pudo costarle muy caro. Maxi Gómez, en dos ocasiones, y Tucu Hernández gozaron de tres clarísimas ocasiones de gol. El Sevilla se salvó del empate y acumula un nuevo triunfo por 2-1, como ante Leganés y Spartak de Moscú, marcadas todas por el patrón del sufrimiento y la falta de fluidez. Con demasiada ansiedad, el Sevilla sudó tinta para ganarle al Celta.

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