Javier Fernández debuta en la Copa Rostelecom de Moscú por detrás de Shoma Uno

A la lucha en la cumbre que libran cada temporada Javier Fernández y Yuzuru Hanyu parece asomarse un joven patinador japonés que ya le ha dado el primer susto al español: Shoma Uno. De momento, el madrileño, doble campeón del mundo (2015, 2016) ha quedado por detrás de Uno, que solo tiene 18 años, tras la primera jornada de la Copa Rostelecom, donde los patinadores han realizado sus programas cortos. Fernández ha logrado 91.55 puntos y el japonés 98,59, una diferencia que puede remontar con el programa largo, que...

A la lucha en la cumbre que libran cada temporada Javier Fernández y Yuzuru Hanyu parece asomarse un joven patinador japonés que ya le ha dado el primer susto al español: Shoma Uno. De momento, el madrileño, doble campeón del mundo (2015, 2016) ha quedado por detrás de Uno, que solo tiene 18 años, tras la primera jornada de la Copa Rostelecom, donde los patinadores han realizado sus programas cortos. Fernández ha logrado 91.55 puntos y el japonés 98,59, una diferencia que puede remontar con el programa largo, que entra en competición este sábado.

Con un vestuario negro y el pelo repeinado hacia atrás, Fernández ha quedado muy lejos de su récord personal (102.54) tras volver a representar el programa de La Malagueña, que ya le acompañó durante toda la temporada pasada, en la que logró su segundo campeonato del mundo, su cuarto Europeo y la plata en la final del Grand Prix. Justo en este último campeonato se encuadra la prueba de Moscú, que puntúa para acceder a la final de este año, que se celebrará en diciembre en Marsella. Es, junto a la medalla olímpica, el gran título que se le resiste a este madrileño que ha triunfado en un deporte sin arraigo en España. 

Fernández ya avisaba del peligro de los japoneses, Yuzuru —que no compite en Moscú— y Shoma, esta temporada, en una entrevista en Facebook Live con EL PAÍS: "Son patinadores jóvenes. Su físico les da para hacer mucho más de lo que puedo hacer yo", advertía. Los dos, además, tiene bajo la manga cuatro cuádruples en el programa largo, frente a los tres que tiene planificado el español. En su caso, Shoma incluye en sus dos programas el cuádruple más difícil: el flip. Un riesgo que si le sale bien puede marcar diferencia. 

En Moscú, Javi tuvo algunos fallos, aunque no llegó a tocar el hielo. En la primera combinación cuádruple toe-tripe toe se descontroló en el último aterrizaje y el cuádruple Salchow que tenía previsto se quedó solo en triple. Mantuvo, como el año pasado, ese triple axel sensacional que convierten su programa en un ejercicio extenuante, aunque en su gesto no se advierta el desgaste físico que producen sus acrobacias. 

Este sábado, los patinadores tendrán que defender el programa largo. Será la primera vez que Javi exhiba en competición oficial su versión de Elvis. Una nueva historia sobre el hielo, como le gusta decir a él, con el que espera defender todas sus conquistas.