La semana de Bowie y Messi

Messi, con el Balón de Oro.ALBERT GEA (REUTERS)

11/01 Lunes. Bowie vs Messi

El universo musical se conmociona al conocerse la noticia de la muerte de David Bowie, justo cuando había vuelto a la actualidad con la publicación de su último disco. Que Bowie era un grande, un gigante, dejó hace mucho tiempo de ser una opinión para convertirse en un dato a salvo de la interpretación subjetiva. Su influencia, capacidad para ir de un lado a otro, reinventarse cada equis tiempo y además trascender a lo puramente musical le coloca en ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

11/01 Lunes. Bowie vs Messi

El universo musical se conmociona al conocerse la noticia de la muerte de David Bowie, justo cuando había vuelto a la actualidad con la publicación de su último disco. Que Bowie era un grande, un gigante, dejó hace mucho tiempo de ser una opinión para convertirse en un dato a salvo de la interpretación subjetiva. Su influencia, capacidad para ir de un lado a otro, reinventarse cada equis tiempo y además trascender a lo puramente musical le coloca en un lugar donde residen muy pocos. Su música sonaba, suena y seguirán sonando y emocionando cuando ninguno de nosotros ande ya por estos lares, síntoma inequívoco de la grandeza de su creación.

Algunos de los adjetivos vertidos hoy hacia la figura de Bowie podrían valer también para el otro nombre del día, Leo Messi, que hoy ha recibido (¡sorpresaaaa!) su quinto Balón de Oro, o Pepino de Oro como una vez lo calificó Luis Enrique. Empezando por un clásico cuando se habla del cantante, lo de camaleónico. Porque uno de los secretos de la estratosférica carrera de Messi está siendo su capacidad para ser el mejor en varias posiciones. Lo mismo que Bowie triunfó con diferentes registros, desde casi lo sinfónico hasta la música de baile, Messi ha ganado títulos individuales y colectivos como delantero centro, llegador, pegado a la banda, centrocampista o guardia de circulación, y en todas ha triunfado.

En un día como hoy, solo queda agradecer a ambos su obra, ya concluida para uno, esperamos que a falta de unos cuantos capítulos para el otro.

12/01 Martes. Chicos vs. Chicas

A veces resulta complicado no ya seguir determinados acontecimientos deportivos, sino simplemente enterarte de su existencia. Con Bowie, Messi, el saludo de Ronaldo a su mujer (lo que debería ser normal elevado a la categoría de noticia) Zidane, y en general, el monocultivo futbolístico en el que vivimos, hay que irse muy abajo en las páginas web para saber, por ejemplo, que tenemos en acción a nuestras selecciones de waterpolo en el Europeo. Como en otras muchas disciplinas, estos campeonatos continentales tiene un doble objetivo. El del torneo en sí y el de lograr, al menos, un puesto en los preolímpicos futuros, ya que el acceso directo sólo se consigue con el oro. Y hasta Belgrado se han ido chicos y chicas para lograrlo. O chicas y chicos, pues desde hace unos años, el equipo femenino acapara más titulares que el masculino. Lo que son las cosas, pues estamos hablando de un equipo, el de hombres, que tuvo momentos de gloria, medallas olímpicas, mundiales y otras hazañas a finales de los noventa y principios de siglo. Ahora las que mandan son ellas, impecables desde los Juegos de Londres, a excepción hecha del fiasco del año pasado. Suerte para todos y aunque tengamos que buscarles para encontrarles, lo haremos.

13/01 Miércoles. ¿Mala suerte?

Carlos Sainz, el padre, será siempre recordado no sólo por sus grandes éxitos deportivos, que los tuvo y muchos, sino también por una cierta mala suerte que parece perseguirle, representada sobre todo por aquel “Por dios, trata de arrancarlo, Carlos” de su hasta entonces inseparable compañero Luis Moya. Quizás no resulta consistente ni real, pero tengo la sensación como que estando siempre ahí, muy cerca de las victorias, bien en el Mundial de Rallies como ahora en sus aventuras tipo Dakar, en más ocasiones de las habituales se le cruza un gato negro. Hoy le ha vuelto a ocurrir cuando lideraba la carrera, y esta vez han sido dos pinchazos y una avería definitiva. Pero bueno, no le colguemos la etiqueta de mal fario, que esas cosas luego cuestan mucho quitárselas de encima.

14/01 Jueves. ¿Sanción o regalo?

Cuando las barbas de tu vecino (culé) veas cortar, por las tuyas a remojar. Pues bien, ni Real Madrid ni Atleti han cumplido con el refrán y la FIFA, guardián de la legalidad para todos menos para ellos mismos, les ha sancionado sin fichar durante dos mercados. Como no podía ser de otra forma, han salido rápidamente a decir que de eso nada, que todo lo han hecho bien, sin darse cuenta que les están haciendo un favor. De confirmarse la sanción, me juego unas cañas acompañadas generosamente a que les va a venir bien a ambos. Eso sí, para los medios de comunicación, los agentes y uno que yo me sé, es un contratiempo. Yo les sugiero a los primeros que no olviden que este verano hay Eurocopa y Juegos Olímpicos, o sea, que pueden prescindir de los infinitos avances de futuros fichajes. A los agentes, pues que aprovechen para descansar un verano. Y al que yo me sé, que se busque otro hobby. Y que como todo pasa, esto también pasará, la sanción quedará en el olvido y volveremos al mercadeo persa, que las ilusiones tienen precio.

15/01 Viernes. Esto se anima.

La Euroliga se ha puesto seria con la llegada del Top 16 que esta semana cumple su tercera jornada. Hasta ahora, las cosas no van ni bien ni mal para ninguno de nuestros cuatro representantes, aunque las sensaciones no son para tirar cohetes en ninguno de los casos. Empezando por el actual campeón, que sigue marchando a trancas y barrancas, penando las ausencias de Llull y Rudy y sin encontrar la regularidad de prestaciones necesaria. El Barça, por su parte, da mejor impresión, pero que luego no se está traduciendo en resultados. Al Laboral Kutxa, que juega bien, le falta un poco de consistencia para escalar las cimas más complicadas, llámese Olympiacos o Khimki, y el Unicaja intenta aprovecharse de estar en el grupo más accesible, pero a costa de que quizás se quede fuera de la Copa, toda una mala noticia. Eso sí, hay que reconocer que la cosa está bonita, cada semana hay unos cuantos encuentros de enjundia y para aquellos que defienden la creación definitiva de una Liga Europea, la tensión competitiva ya desde la primera jornada de esta fase, les puede dar razones.

16/01 Sábado. ¿Invencibles?

Llega el Open de Australia de tenis, primer grande de la temporada. Y hacia allí marchan todos, dispuestos a dejarse el alma a cuarenta grados. El favorito en hombres es tannnnn favorito, que ni siquiera se habla de quien es favorito. En un juego donde interviene tanto la sicología como este, la ventaja de Djokovic es doble. Por un lado, juega el tenis como los ángeles. Por otro, consecuencia de este primero, les tiene comida la moral a todos los demás. Es un poco como cuando Rafa era casi invencible en Roland Garros. Los adversarios ni siquiera se imaginaban la posibilidad de ganarle, y claro, primero se te pone cara de perdedor, y luego terminas perdiendo. Pues bien, Djokovic ha conseguido poner cara de perdedores a todos sus adversarios, se llamen como se llamen y jueguen en la superficie que jueguen. Pero bueno, veremos lo que pasa en las próximas dos semanas con Nadal, Ferrer, Garbiñe, Carla y compañía. Quizás con Nole y Serena Williams, lo de levantar el trofeo se antoja complicado, pero hay muchas formas de recorrer el camino hasta la derrota que, tarde o temprano, les llega a todos menos uno.

17/01 Domingo. Tampoco es para tanto.

Halaaaa, que abusones. Empieza el Madrid que le mete cinco al Sporting en un pispás. Luego va el Atleti, que se queda en tres, pero es que jugando fuera es más difícil. Y termina el Barça, que hace seis aprovechándose de esa injusta (por excesiva) normativa que termina con el portero en la ducha y teniendo que jugar 87 minutos con un hombre menos y el marcador en contra. Total, 14 goles entre los tres aspirantes. Eso sí, yo me guardaría algún adjetivo rimbombante que he podido leer y escuchar. Lo digo porque las diferencias entre la aristocracia y el resto no paran de aumentar, por lo que cualquier resultado como estos tres de esta jornada, hay que ponerlo en cuarentena. El Barça es un primor, el Atleti es una roca, el Madrid ha resucitado y entusiasma…. todo esto está muy bien, pero ninguno de sus compromisos es la prueba del algodón ni nada que se parezca. Por eso, sobre todo en los alrededores de la Casa Blanca, tranquilidad, que ni Zamora se tomó en un hora, ni las ligas o Champions se ganaron en quince días. Que una cosa es volver a sonreír, y otra encontrar el Santo Grial a las primeras de cambio.

Archivado En