Unicaja caza al Madrid pentacampeón
Los de Plaza imponen el vigor de su rotación ante la fatiga física y mental de los blancos
Desde que cayera derrotado en el cruce de cuartos de la Copa de 2013 ante el Barcelona, el Madrid de Laso sumaba 11 finales consecutivas y ocho títulos en su desaforado currículo competitivo. Pero el pentacampeón de la pasada temporada, que hace apenas cuatro días había completado su círculo virtuoso en Brasil, estrelló su fatiga física y mental contra el vigor de Unicaja. “Ojalá el Coyote pille al Correcaminos por una vez”, soltó a modo de eslogan motivacional Joan Plaza en la víspera del partido y así ocurrió. El músculo, la fibra y el talento del conjunto malagueño abrumaron a un equipo sin...
Desde que cayera derrotado en el cruce de cuartos de la Copa de 2013 ante el Barcelona, el Madrid de Laso sumaba 11 finales consecutivas y ocho títulos en su desaforado currículo competitivo. Pero el pentacampeón de la pasada temporada, que hace apenas cuatro días había completado su círculo virtuoso en Brasil, estrelló su fatiga física y mental contra el vigor de Unicaja. “Ojalá el Coyote pille al Correcaminos por una vez”, soltó a modo de eslogan motivacional Joan Plaza en la víspera del partido y así ocurrió. El músculo, la fibra y el talento del conjunto malagueño abrumaron a un equipo sin piernas y sin aliento. No bastó la enésima demostración de regularidad de Felipe Reyes (18 puntos, 10 rebotes y 25 de valoración) para contener a la marabunta verde encabezada por Nedovic, Thomas Kuzminskas y Hendrix. Este sábado, ante el Barça, Unicaja peleará por su primera Supercopa.
Unicaja, 94 - Real Madrid, 79
Unicaja (17+29+26+22): Markovic (5), Díez (10), Smith (12), Vázquez (4) y Thomas (15) -cinco inicial-, Jackson (4), Díaz (2), Hendrix (9), Suárez (4), Gabriel (4), Nedovic (12) y Kuzminskas (13).
Real Madrid (17+20+15+27): Llull (8), Maciulis (4), Carroll (16), Reyes (18) y Ayón (4) -cinco inicial-, Nocioni (-), Sergio Rodríguez (16), Doncic (9), Thompkins (2) y Hernangómez (2).
Arbitros: Pérez Pizarro, Pérez Pérez y Calatrava. Eliminado por faltas Jamar Smith, del Unicaja.
Frenó en seco el Madrid tras un comienzo efervescente. Con un poco del incansable Llull (111 partidos en un año) y bastante del eterno Felipe (9 puntos y 4 rebotes en el primer cuarto), el Madrid desembarcó en el Martín Carpena con un parcial de 2-10 en apenas cuatro minutos. La aplicación defensiva, provocando tres pérdidas en el rival en ese tramo, y la memoria en ataque sirvieron a los blancos para marcar territorio. Pero, mientras ultimaba su rodaje, Unicaja contuvo con solvencia la embestida gracias a la potencia de su rebote ofensivo y al acierto de Will Thomas. Hasta ahí les dio de sí el depósito a los de Laso.
El primer asalto se cerró con empate (17-17), pero el conjunto de Joan Plaza soltó un crochet directo a la mandíbula del Madrid en el inicio del segundo cuarto. La rotación de Unicaja destartaló a la defensa blanca y, a base de agitación, contraataques y triples (7 de 14 al descanso), descosió el marcador. La pareja Kuzminskas-Nedovic, 12 y 10 puntos respectivamente en ese parcial, aprovechó los movimientos infructuosos de la segunda línea madridista para ensayar el demarraje (46-32, m. 18). Ni Nocioni ejerciendo de tres, ni Hernangómez en la pintura, ni Doncic en el perímetro, ni siquiera Thompkins, desenfocando sus buenas prestaciones anteriores, mantuvieron la intensidad y el acierto del plan A de Laso.
Con las bajas de Rudy y Taylor en el elenco madridista y el castañazo que dejó a Maciulis fuera de combate en el tercer cuarto, el paso de los minutos destapó la fatiga del pentacampeón, sin margen para realizar pretemporada en su frenética espiral competitiva, y refrendó el lustroso fondo de armario de Unicaja, reforzado con fichajes de la altura de Nedovic, Smith o Hendrix. A ellos se unió además la productividad silenciosa de Carlos Suárez, que coleccionaba rebotes y asistencias mientras solo Felipe lograba capear el temporal. Probó Laso con una defensa de cuatro en zona y Sergio Rodríguez o Carroll sobre Nedovic pero, lejos de rebajarla, la diferencia crecía de manera exponencial (84-62, m. 35). No encontró el Madrid la tecla. Cazaron al Correcaminos pentacampeón.