Gareth Bale se redime con un gol a última hora contra el Tottenham

El galés sigue sin rendir de enganche, pero anota el 2-0 en el cuarto amistoso del Madrid

Gareth Bale, durante el partido contra el TottenhamAlexandra Beier (Bongarts/Getty Images)

Gareth Bale sigue jugando de enganche. Van cuatro partidos seguidos, los que lleva el Real Madrid en esta pretemporada. Da igual Australia que China o Alemania. No se sabe —nadie lo ha dicho— si lo ha pedido el jugador o si lo ha decidido Rafa Benítez, el entrenador. Sea como sea Bale sufre mucho en esa posición porque está desconectado del juego del equipo. Esta tarde, en el Allianz Arena, en el primer encuentro del Audi Cup contra el Tottenham (2-0), el galés tenía todo el protagoni...

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Gareth Bale sigue jugando de enganche. Van cuatro partidos seguidos, los que lleva el Real Madrid en esta pretemporada. Da igual Australia que China o Alemania. No se sabe —nadie lo ha dicho— si lo ha pedido el jugador o si lo ha decidido Rafa Benítez, el entrenador. Sea como sea Bale sufre mucho en esa posición porque está desconectado del juego del equipo. Esta tarde, en el Allianz Arena, en el primer encuentro del Audi Cup contra el Tottenham (2-0), el galés tenía todo el protagonismo.

No estaban ni Cristiano (lumbalgia), ni Karim Benzema (sobrecarga en el muslo). Era la tarde perfecta para llevar el peso del equipo. Y, sin embargo, tardó 80 minutos para relajar la mandíbula. Robó una pelota en las tres cuartos de campo y, sin apenas oposición, se pegó una carrera de las suyas para anotar el 2-0. Y, de paso, redimirse. Fue su primer remate a puerta en todo el partido. Le sirvió para sonreír y tranquilizar los ánimos, los suyos sobre todo. Empezaba a resoplar Bale por la cantidad de balones que estaba perdiendo.

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El peso del equipo, ante el opaco partido del galés, lo llevaron otros. James e Isco, sobre todo. Y Jesé. Bale repitió en la mediapunta; James jugó por la derecha, Isco por la izquierda. Se buscaron el uno al otro. Conectaron. Fabricaron la jugada del gol: James cabeceó un centro de rosca de Isco desde la izquierda. Los dos futbolistas con más visión de juego y más calidad para el último pase, juegan en las bandas y no como enganches. Eso, sin embargo, no les impide trenzar paredes y sembrar el desconcierto entre los rivales. Bale, que antes del gol había rematado de cabeza una falta de James desde el córner, mejoró un poco en la segunda parte. Benítez lo mantuvo en el campo hasta después del gol.

“Será el mejor jugador del Madrid cuando sus compañeros trabajen con él y lo ayuden. Esperemos que el club solucione este problema”, dijo en mayo, después de la eliminación contra la Juve en las semifinales de Champions, Jonathan Barnett, su agente. Bale fue, precisamente, el primer jugador al que fue a ver Benítez después de aterrizar en Madrid. Le visitó en una concentración de la selección galesa. El lunes volvió a repetir que Bale es un jugador importante para el Madrid y que tendrá una buena temporada. De momento, su experimento en la mediapunta no está funcionando.

Puede que el galés le pidiera jugar en esa zona porque se ve más cómodo o porque considera que puede tener más protagonismo y más contacto con la pelota. Pero los partidos están diciendo otra cosa. Bale no es un futbolista para espacios reducidos. Necesita campo para arrancar y desplegar sus cualidades: velocidad y zancada. Lo demostró en el gol. Por otra parte, Benítez hizo debutar a Asensio y a Borja Mayoral, los flamantes campeones de Europa con la sub-19.

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