Nadal se deshace ante Wawrinka

Tras desperdiciar cuatro bolas de set en el primer parcial, el balear se entrega en el segundo (7-6 y 6-2) Ferrer se mide a Djokovic en las semifinales y Carla será novena en el ránking

Nadal, durante el partido en Roma contra Wawrinka.ANDREAS SOLARO (AFP)

Primero fue David Ferrer (6-2, 4-6 y 6-3 a David Goffin); inmediatamente después, mientras muchos ya llenaban el buche en las tabernas, fue Carla Suárez (6-3 y 6-2 a Petra Kvitova) quien logró el pasaporte a las semifinales; y al anochecer, cuando la luz de la Luna ya se filtraba entre las siete colinas y los focos artificiales alumbraban el Foro Itálico, no pudo redondear la faena ...

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Primero fue David Ferrer (6-2, 4-6 y 6-3 a David Goffin); inmediatamente después, mientras muchos ya llenaban el buche en las tabernas, fue Carla Suárez (6-3 y 6-2 a Petra Kvitova) quien logró el pasaporte a las semifinales; y al anochecer, cuando la luz de la Luna ya se filtraba entre las siete colinas y los focos artificiales alumbraban el Foro Itálico, no pudo redondear la faena Rafael Nadal, doblegado (7-6 y 6-2) por el suizo Stanislas Wawrinka en un duelo que terminó casi a las 00.00. Una derrota dolorosa, con nocturnidad y en mala hora, que subraya la duda constante que envuelve a la figura del ganador de 14 grandes, a tan solo una semana del inicio de Roland Garros.

El ritmo y los golpes, los tiene; y las piernas y el físico, también. El cepo del número siete es psicológico

Allí, en el coso de París, Nadal aterrizará en una situación insólita, sin conseguir un solo triunfo en el tramo de tierra (Montecarlo, Barcelona y Madrid) y después de una temporada plagada de altibajos, sin alegrías (solo el 250 de Buenos Aires) y con varios reveses severos en su mermado estado anímico. A cada amago de despegue, una luz roja; a cada jornada brillante, otra sucesiva que empaña el día antes. Así transcurre ahora la carrera del campeón, a merced de una corrientes con demasiados meandros emocionales.

Y es ahí dentro, en la mente, donde reside la clave. Porque el ritmo y los golpes, en el momento en que adquiere un punto de confianza, los tiene; y las piernas y el físico, también. El cepo es psicológico. Lo explica a la perfección el encuentro contra el suizo Wawrinka, que en los 14 enfrentamientos previos solo había conseguido batirle una vez; eso sí, la más cercana, en la final de 2014 en Australia, sobre pista dura. Pero nunca, nunca, en un pulso sobre arcilla.

Ferrer golpea la pelota ante Goffin.CLAUDIO ONORATI (EFE)

Noveno en el ránking, el chico de Lausana se encuentra en un punto imrpevisible. Vencedor en Chennai y Rotterdam, semifinalista en Melbourne, en la secuencia de los torneos del Masters 1.000 no ha conseguido este año superar la ronda de los octavos. Sin embargo, su derecha escupe veneno y su revés a una mano le busca las vueltas a cualquiera. Salió en tromba él y le contuvo Nadal, break frente a break para abrir boca, de poder a poder hasta desembocar el primer parcial en un tie break que perforó la psique del español. Wawrinka, al que le espera (20.00, Canal+ Deportes) Roger Federer (doble 6-3 a Tomas Berdych), salvó hasta cuatro bolas de set y ahí empezó poco a poco la demolición.

Dos rupturas consecutivas en la segunda manga y dos certeras defensas del servicio le permitieron encauzar rápidamente la victoria, fraguada en una estadística que no engaña: 7/9 (78%) en puntos de quiebre salvados, por los 4/7 (57%) adjudicados al resto; y 16 golpes ganadores, por los 11 de su rival, que si un día antes no había cometido un solo error no forzado frente a John Isner, ayer se fue hasta los 24. Es decir, después de escarvar y ver unos rayos de luz, más sombras. El dilema que no tiene fin, o al menos hasta que París calibre finalmente en un sentido u otro.

Carla Suárez, durante el duelo con Kvitova.CLAUDIO ONORATI (EFE)

Para Ferrer, el recorrido en la presente temporada está siendo todo lo contrario, de lo más dulce. Con 33 años, el alicantino conserva su apetito intacto y disfruta como nunca jugando al tenis, así que no es ninguna casualidad que a estas alturas sume ya tres títulos (Doha Río y Acapulco) y encare ahora (no antes de las 14.00, Canal+ Deportes) al rey indiscutible del circuito, el serbio Novak Djokovic. "Es el número uno y está haciendo un año prácticametne perfecto", destacó el de Xàbia, que tuvo que emplearse a fondo (6-2, 4-6 y 6-3) en los tres sets que le discutió el belga Goffin, 25 años, 20º del mundo.

Con su presencia en las semifinales, Carla se asegura el noveno puesto del ránking, el mejor de su carrera

Menos exigente fue el careo (6-3 y 6-2) que tuvo Carla con la checa Kvitova, cuarta mejor raqueta de la WTA, recientemente coronada en la arena de Madrid. La canaria, cuarta en la race de 2015, vive en este curso en una nube. Después de convertirse en la primera española que se encaramaba al top-10 desde 2001 tras disputar la final de Miami, este último triunfo le garantiza su ascensión al noveno peldaño de la lista mundial, el mejor ránking de su carrera. "Le doy mucho valor a esta victoria. He superado los cuartos del año pasado y con el desgaste físico y mental que llevo acumulado supone haber superado un test importante de superación", indicó la española, rival (12.00, Canal+ Deportes) de la rumana Simona Halep, dos del mundo, por un hueco en la gran final romana.

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