El Barça se da un garbeo
El equipo azulgrana, pese a sus vaivenes, no da opción al Baskonia (87-65)
Supercopa con derrota ante el Real Madrid, Lliga Catalana con victorias ante el Manresa, el Andorra y título y estreno en la Liga Endesa con triunfo ante el Baskonia, al que ya había vencido en la semifinal de la Supercopa. Todo eso en una semana y solo un día antes de viajar a China y Taiwan para disputar dos amistosos. El calendario del Barcelona es frenético y tal vez contagia su juego, discontinuo: a veces arrollador, a veces decepcionante, suficiente para sacar sus compromisos adelante, a excepción del más peliagudo, el del Real Madrid.
Doellman, Abrines, Pleiss, Oleson, Navarro, T...
Supercopa con derrota ante el Real Madrid, Lliga Catalana con victorias ante el Manresa, el Andorra y título y estreno en la Liga Endesa con triunfo ante el Baskonia, al que ya había vencido en la semifinal de la Supercopa. Todo eso en una semana y solo un día antes de viajar a China y Taiwan para disputar dos amistosos. El calendario del Barcelona es frenético y tal vez contagia su juego, discontinuo: a veces arrollador, a veces decepcionante, suficiente para sacar sus compromisos adelante, a excepción del más peliagudo, el del Real Madrid.
Doellman, Abrines, Pleiss, Oleson, Navarro, Tomic, Marcelinho... dotan al equipo azulgrana de un notable potencial anotador. Y su estilo parece diseñado más que otras veces para explotar esa veta. Otra cosa es que esas oscilaciones, esos desajustes tácticos o bajadas de tensión en el rebote y en la posesión del balón, provoquen desconexiones y propicien momentos en los que sus rivales se ven muy capacitados para hincarle el diente. Pasó el jueves con el Andorra y se repitió en el estreno liguero ante el Baskonia.
Dominó el partido el Barcelona de principio a fin y lo cerró con una buena paliza. Pero atravesó por un par de momentos peliagudos. El primero, cuando irrumpió San Emeterio y puso a prueba a Abrines. El alero mallorquín está cada vez más entonado en ataque pero continúa bajo la lupa de Pascual en defensa. También pasaron algunas dificultades Hezonja y Navarro con el letón Bertans. El Baskonia aprovechó la veta para estrechar el marcador con un parcial de 0-8 (31-27). El Barcelona no sufrió mucho para recuperar un marcador más tranquilizador para sus intereses. Se produjo una segunda embestida del Baskonia, 45-41, propiciada por su rebote ofensivo, la insistencia de Bertans y una serie de pérdidas de balón del Barcelona. Navarro jugó por momentos de base, una posición en la que Pascual no puede contar con Satoransky, que está de baja a causa de una afección cardiaca.
Fue en el último cuarto cuando apretó de firme el Barcelona, con un Abrines infalible en el tiro, con 3 de 3 en tiros de dos y 4 de 4 en triples, para un total de 18 puntos. Junto a él, Navarro, Marcelinho y un Pleiss, que despertó en ese último tramo. Marco Crespi, el entrenador del Baskonia, mantuvo una discusión con San Emeterio, molesto por los pocos minutos que le dio, poco más de 12. Y el partido concluyó con una mala noticia. El joven alero sueco del Barcelona, Markus Eriksson, se lesionó en la rodilla izquierda y tuvo que ser evacuado en camilla.
BARCELONA, 87; LABORAL KUTXA, 65
Barcelona: Marcelinho (13), Navarro (13), Thomas (0), Doellman (9), Tomic (11) —equipo inicial-; Hezonja (1), Abrines (18), Eriksson (0), Pleiss (12), Oleson (7), Lampe (0) y Nachbar (3).
Laboral Kutxa: Heurtel (4), Bertans (24), Johnson (12), Tillie (10), Iverson (2) —equipo inicial-; Causeur (0), Gomes (2), Perkins (0), Ilmane Diop (0) y San Emeterio (11).
Parciales: 24-12, 21-25, 13-12 y 29-16.
Árbitros: Bultó, Peruga y Martínez.
Palau Blaugrana. 4.274 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador y exentrenador azulgrana Eduardo Kucharski.
Otros resultados: Sevilla, 87; Tenerife, 96 y Obradoiro, 88; Manresa, 64.