Escándalo por el desvío ilegal de entradas

La policía investiga la posible participación de miembros de las federaciones de Brasil, Argentina y España

Un seguidor muestra entradas de un partido del Mundial.YASUYOSHI CHIBA (AFP)

La policía brasileña llevaba varios meses investigando la red ilegal de reventa de entradas que desarticuló el miércoles en Río de Janeiro y São Paulo, y cuyo máximo jefe (según la propia policía) es un alto funcionario extranjero de la FIFA alojado en el hotel Copacabana Palace cuya identidad no ha sido aún revelada. La policía brasileña informó también de que no ha compartido datos con la FIFA por temor a posibles filtraciones, a pesar de las continuas declaraciones del órgano rector del ...

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La policía brasileña llevaba varios meses investigando la red ilegal de reventa de entradas que desarticuló el miércoles en Río de Janeiro y São Paulo, y cuyo máximo jefe (según la propia policía) es un alto funcionario extranjero de la FIFA alojado en el hotel Copacabana Palace cuya identidad no ha sido aún revelada. La policía brasileña informó también de que no ha compartido datos con la FIFA por temor a posibles filtraciones, a pesar de las continuas declaraciones del órgano rector del fútbol sobre su “total colaboración” con las autoridades brasileñas. La operación, denominada Jules Rimet, ha supuesto por ahora la detención del empresario argelino Lamine Fofana, estrechamente vinculado al mundo del fútbol, junto con otras diez personas para las que se ha pedido una extensión de la prisión provisional.

La FIFA se niega a ofrecer cualquier información adicional por tratarse “de una investigación en curso”, ni siquiera tras conocerse que al menos dos de las entradas revendidas ilegalmente pertenecían al argentino Humberto Grondona, hijo de Julio Grondona, vicepresidente de la FIFA y máximo responsable de la Asociación del Fútbol Argentino desde 1979. Grondona Jr., entrenador de la Selección Sub 20 argentino e instructor en la FIFA, declaró a la cadena TyC sports que le vendió las entradas “a un amigo”. La entidad que dirige el fútbol mundial se limita a asegurar, mientras tanto, que está “rastreando el origen de las entradas revendidas para proceder a su cancelación y establecer las sanciones correspondientes”.

Al menos dos billetes revendidos pertenecían al argentino Humberto Grondona, hijo del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino

Los datos ofrecidos por Fábio Barucke, jefe de la Comisaría nº 18 de Río de Janeiro, permiten establecer que Fofana actuaba como ‘cabecilla’ de una red con altas conexiones en la propia FIFA que organizó un negocio ilegal de reventa de entradas a los partidos del Mundial cuyos beneficios por partido podían ascender a dos millones de reales (640.000 euros). La red estaba compuesta por una treintena de personas. La investigación policial en curso implica también a Match, la empresa que tiene los derechos exclusivos para la venta de paquetes de lujo (y que tiene entre sus socios a Phillip Blatter, sobrino del presidente de la FIFA). Camila Donato, asesora de prensa de la policía de Río de Janeiro, ha afirmado por su parte que la policía investiga la posible participación de miembros de las federaciones de Brasil, Argentina y España.

Policías revisan las entradas de un seguidor.Celso Sarmento (Getty)

El diario Folha de São Paulo rectificó esta mañana su información (que dio la vuelta al mundo) acerca de la posible implicación del padre de Neymar, Neymar da Silva Sr., como suministrador de entradas, y afirmó que sólo ha sido llamado en calidad de testigo. NR Sports, empresa que gestiona los derechos de imagen de Neymar Jr., había negado ayer tajantemente cualquier vinculación con el caso y añadido que “estamos hartos de cotilleos y mentiras que no se sustentan, pero que ayudan a vender diarios”. Según la prensa brasileña, otros personajes investigados por la policía incluyen al ex seleccionador Dunga, al ex futbolista internacional Junior Baiano, a los campeones del mundo en 1970 Carlos Alberto y Jairzinho y a Roberto de Assis, hermano y representante de Ronaldinho. Todos ellos han tenido contacto reciente y comprobado con Fofana, que fue detenido en un apartamento propiedad del propio Junior Baiano.

Según el responsable de la investigación, el funcionario sospechoso de la FIFA aparece repetidamente en grabaciones efectuadas por la policía al empresario argelino con autorización judicial y alguno de los detenidos habría confesado que este es el cuarto Mundial en el que ejercían esta actividad. “Su beneficio era tan alto que podían esperar de una Copa a otra”, afirmó el comisario Barucke. Los sospechosos afrontan acusaciones de lavado de dinero, asociación criminal y comercio ilegal. El abogado de Fofana, Alexandre Corrêa, ha declarado que el encarcelamiento de su defendido es “arbitrario” y ha negado todas las acusaciones.

Entre los investigados están Dunga, Junior Baiano, Carlos Alberto, Jairzinho y a Roberto de Assis, hermano de Ronaldinho

La noticia de la desarticulación de la banda ha causado un visible terremoto en la FIFA, que aunque públicamente se compromete a cooperar en la investigación, califica de “rumor” la implicación de alguno de sus miembros y ha organizado varias reuniones a puerta cerrada para tratar de calibrar la magnitud del problema. Se da la circunstancia de que la lucha contra la reventa de entradas ha sido una de las principales apuestas del órgano rector del fútbol en los últimos tres meses, con constantes apelaciones sobre la persecución de esta actividad “ilegal”. En el lujoso hotel frente a la playa de Copacabana donde se alojaría el presunto líder de la trama están hospedados los miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA (incluido su presidente, Joseph Blatter) y el presidente del Comité Organizador Local de la Copa del Mundo. “Yo no sé nada de eso… No me preocupó de las entradas”, declaró brevemente Blatter al diario O Estado de São Paulo. “Me encargo de la política”.

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